Gael Moya. Cinco años después... —¡Papá! ¡Papá! —oigo los gritos desesperados de Jana provenientes del jardín. —¡Papi! Ven...mi mamá... ¿Qué es lo que sucede? ¡Mi Dios! ¿Es que no pueden estar sin mí un momento? —Ya voy —contesto mientras pongo en orden algunos papeles de la empresa que había traído ayer para trabajar en ellos desde casa y así estar más tiempo con mi enana. De manera lenta y con una sonrisa en la cara, me tomo todo el tiempo del mundo imaginando que solo quiere otro pote de helado de chocolate, la segunda que me pide hoy. —¡Papi! — grita nuevamente y ahora más desesperada llamando mi atención de inmediato. —Mi mamá está mal. Ven, por favor...ayuda. Dejo todo como está y salgo corriendo hacia el jardín oeste de la casona donde estaban sentadas ambas cuando vine hac