Valquiria...
Lanzó el teléfono contra la pared más cercana y veo como se rompe pero no me importa una mierda, después de la llamada de Holly. Esta furiosa porque no asistí a esa dichosa cena, sé que le dirá a Bill y mi madre tendrá problemas. Las lágrimas caen de mis ojos mientras voy a la cocina en busca de mi botella de Vodka, al encontrarla bebo un trago de golpe, mientras a mi mente vienen recuerdos de mi niñez.
Holly siempre fue la reina en casa, todo lo que ella decía debía cumplirse a cabalidad de lo contrario mi madre sufría. Recuerdo la primera vez que sucedió, Holly me mando hacer su tarea y yo me negué, así que corrió a decirle a Bill, él me tomo del cabello y me pego, recordándome que no era más que una recogida. Cuando mamá se dio cuenta hablo con él y jamás volvió a tocarme, pero unos días antes de irme a la universidad me di cuenta por qué jamas volvió hacerlo. Cada vez que yo hacía enojar a Holly, Bill golpeaba a mi madre. Cuando crecí la tenía amenazada con mandarla a prisión por robar un menor, ya que cuando mi madre me encontró, no lo reportaron a la policía, simplemente me puso un nombre, me dio su apellido y me dio una vida. A pesar de tanto tiempo Bill continúa amenazando a mi madre, por que dice tener pruebas que pueden enviarla prisión por haberme "robado"
Cuando tengo mi botella en la mano voy hasta mi cuarto de baño donde me desnudo mientras la bañera se llena, cuando está lista me sumerjo y lloro porque sé que mi madre la pasará muy mal.
Siempre he deseado poder ayudarla, pero sin importar cuando dinero gane ahora, si no puedo desestimar las pruebas que tiene Bill no podré hacer nada. Mientras estoy en la bañera lloro, por lo que puede estarle sucediendo a mi madre y cuando siento que no puedo más con la culpa.
Salgo del agua y voy a mi closet. Elijo una falda de cuero n***o muy corta y no me pongo bragas, top a juego del mismo color, tacones negros, me maquillo resaltando mis ojos con delineador n***o y mis labios con un labial rojo. Una vez lista tomo las llaves del auto que solo uso para ocasiones cómo está y salgo.
Conduzco mientras las lágrimas caen de mis ojos hasta aquella taberna a las afueras de la ciudad donde al entrar noto las miradas lacivas de los hombres sobre mí y eso me ínsita a continuar. Camino hasta la barra donde pido un escocés doble que me bebo de golpe cuando siento que alguien se sienta junto a mí.
- Yo invito – dice un hombre poniendo un billete sobre la barra. – ¿que hace una hermosura como tú en este lugar? – me vuelvo a verlo y es un hombre de unos cuarenta años, apuesto y con buen cuerpo. Le sonrío con coquetería.
- Olvidar – respondo pidiendo otro escocés y su sonrisa se ensancha.
- ¿puedo ayudarte? – pregunta mientras bebo mi trago de golpe.
- Solo si puedes follarme fuerte hasta que pierda la razón – respondo y él me toma del cuello para besarme, pero se lo impido – nada de besos.
- Ven conmigo – dice y salimos de la taberna hasta un hotel de mala muerte, al entrar a la habitación me desnuda rápidamente y sus manos un poco callosas comienzan a recorrer mi cuerpo, pongo mi mente en blanco mientras este desconocido se enfunda un preservativo en su m*****o para luego embestirme de golpe.
Gran parte de la noche me folla como se lo pedí, fuerte y rudo. No me importa como se llama ni quien es, solo deseo escapar de lo que sucedió y mientras nos corremos una vez más una idea se forma en mi mente para vengarme de Holly.
Es de madrugada cuando vuelvo a mi apartamento, me desnudo en el cuarto de lavado dejando la ropa en la lavadora, mientras camino hacia mi habitación siento una pequeña molestia entre mis piernas. Voy directo a la ducha para lavarme los restos de esa noche antes de dormir las pocas horas que me quedan antes de ir a trabajar.
Ve visto con uña pijama blanca de satín y vuelvo al baño por la botella de vodka que aún descansa junto a la bañera. La tomo y mirándome al espejo bebo un trago.
- Voy a quitarte lo que más añoras – justo para mí misma mientras bebo otro trago directamente de la botella.
Unas horas después estoy entrando a mi oficina más que dispuesta a poner en marcha mi plan y tal como lo esperaba, sobre mi escritorio hay un ramo de rosas blancas muy hermoso un jarrón de cristal. Tomo la nota sobre las rosas y veo que las envía de Marcel.
"Vas por muy buen camino... MF"
Siento curiosidad por saber a lo que se refiere, pero decido dejarlo para más tarde por que debo comenzar a laborar antes de ir a ver a mi jefe directo, para pedirle unos días de permiso. Así gran parte del día entre reuniones, acuerdos y visitas. Cuando falta una hora para irme a mi casa voy a la oficina de Dave el jefe de recursos humanos que al verme sonríe.
- Hola hermosa – dice besándome en la mejilla - ¿en qué puedo ayudarte?
- Quiero pedirte unos días libres, quiero viajar a Manchester por un asunto familiar – digo y él asiente con la cabeza.
- ¿eres consciente que, si te vas esos días, podrías perder tu acenso? – asiento con la cabeza, pero en este momento mi madre es más importante que cualquier cosa. – puedo darte solo tres días sin que te afecte, más de eso tendrás que despedirte de tu oportunidad de acenso.
- Eres el mejor – digo y él me sonríe, salgo de su oficina, mientras voy en el ascensor reservo vuelo ya que quiero estar lo antes posible con mi madre. Cuando llegó a la oficina trabajo un rato antes de recoger mis cosas y salir de allí a toda prisa ya que tengo poco tiempo antes de tomar el vuelo.
Al llegar al apartamento hago una pequeña maleta con un par de cambios de ropa, mi neceser de viaje, me cambio de ropa y una vez lista salgo en busca de un taxi que me lleve al aeropuerto. Durante el vuelo aunque no es muy largo adelanto trabajo, pero sobre todo en la propuesta del apartamento de Marcel, lo que hace que el vuelo ni lo sienta. Trato de mantener mi mente en blanco, por lo que me concentro en el trabajo lo que acalla mis pensamientos.
Cuando aterrizo en Manchester ya es de noche, así que rápidamente bajo del avión y enciendo mi celular. Voy por mi maleta para salir en busca de un taxi. Mientras voy en el auto mi celular suena, pero decido ignorar la llamada al ver que se trata de un número desconocido.
Gracias a Dios llegó pronto a casa de mi madre el corazón se me detiene al darme cuenta de que Bill y Holly se encuentran aquí. Respiro profundamente antes de subir las escaleras y entrar a la casa con la llave que mi madre me dio. Al hacerlo me encontró a mi madre llorando y a la estúpida de Holly gritándola, pero hace que me hierva la sangre.
- Pero aquí estás fenómeno – dice arrogante como siempre.
- ¿Sigues creyendo que me ofendes al decirme de esa forma? – digo dejando mi maleta y corriendo hasta donde se encuentra mi madre.
- ¿Qué haces aquí Valquiria? – pregunta Bill furioso mientras yo abrazo a mi madre.
- Por qué es la casa de mi madre, la pregunta aquí sería ¿Qué hacen ustedes aquí? – digo molesta retándolos con la mirada y Bill viene a tomarme del cabello.
- Ten cuidado de la forma en que me hablas – dice amenazante mientras siento el dolor en mi cabeza.
- Suelta, no la lastimes – suplica mi madre abrazándome y Bill me suelta.
- No eres más que una inservible, Holly solo te pido un favor, además era un honor para ti – dice furioso mientras Holly observa todo triunfante al darse cuenta que se salió con la suya.
- Pueden meterse su honor por donde mejor les plazca– digo molesta poniendo a mi madre tras de mi – lo que menos quiero en esta vida es que me relacionen con una mujer como lo es tu hija, me daría vergüenza que me relacionaran con una arpía trepadora como ella. – sin que me lo espere Holly me propina una fuerte cachetada que se la devuelvo al instante, haciendo que Bill me golpee.
- Vuelve a tocar a mi hija y haré que metan a tu madre a prisión – dice tomándome del cabello
- Suéltala por favor – suplica mi madre lo que me parte el alma.
- Y la próxima vez harás lo que mi hija quiere – me mira a los ojos con odio – si Holly quiere que saltes de un puente tú lo harás.
- Vete a la mierda – digo y él vuelve a golpearme soltándome, observo a Holly que disfruta del espectáculo.
- Esta me las pagas – digo y ella estalla en una carcajada.
- ¿es una amenaza? – pregunta con superioridad.
- Es un puto hecho.