Capítulo 4.

2209 Palabras
◾ 4: El primer día ◾ Audrey se puso una falda de tubo de color n***o que llegaba arriba de sus rodillas y le daba forma a su esbelta cintura, se puso una camisa de vestir de color guinda con mangas largas y botones negros, sujetó su cabello en un chongo y se puso una ligera capa de maquillaje, un poco de rímel y un poco de labial rojo, la piel de Audrey era muy blanca, mucho labial se veía mal en ella, o al menos eso era lo que ella pensaba, su cabello naturalmente era rubio, pero hacía solo un año lo tiñó de n***o y ese color le gustó mucho más, Los padres biológicos de Audrey eran rusos que emigraron a Estados Unidos y la dejaron en un orfanato cuando solo era una bebé, por azares del destino una pareja coreana la adaptó cuando cumplió tres años de edad, había vivido en Corea desde entonces, sus ojos eran de un gris hermoso y tenia rasgos muy finos y femeninos, también tenía un buen físico a pesar de que ella no se ejercitaba. Se miró en el espejo del baño y se apresuró a salir de su cuarto, caminó por un enorme corredor y llegó hasta la sala, Daniel estaba sentado en uno de los sofás atendiendo una llamada por teléfono, se veía impecable e imponente, la miró por unos segundos y puso sus ojos en otro lado, —¿Señor Wong va a desayunar?—Preguntó la señora Xue cuando Daniel colgó el teléfono, —No hoy no, tengo que irme antes— respondió Daniel y se puso de pie, acomodó su saco y miró a Audrey, —Estoy lista señor—dijo la chica y sonrió alegremente, se sentía entusiasmada por su primer día de trabajo, todo parecía tan irreal, —Bien, vamos que es tarde— Daniel tomó su mochila en donde llevaba sus cosas de oficina y se la puso en la espalda, Afuera un coche los estaba esperando, el chofer abrió la puerta y miró disimuladamente a la hermosa chica mientras subía al carro, Audrey se sentó de lado izquierdo y Daniel en el derecho, el coche se inundó con un delicioso aroma a fresas y colonia costosa para caballero, mientras más avanzaban el chofer más miraba por el espejo a la hermosa joven, era una mujer muy llamativa y su mirada se desviaba hacia ella sin poder controlarlo, Daniel notó la mirada acosadora de su empleado y tronó los dedos en el aire rompiendo el silencio y haciendo que el chofer solo lo viera a él, —Mantenga la vista al frente— Ordenó Daniel con voz fría y molesta, —Si señor— dijo el chofer un poco apenado por haber sido descubierto, Audrey ni siquiera supo que pasó, pero la atmósfera se puso muy tensa, al llegar al edificio en la recepción todos saludaban al presidente de buen modo y con educación, pero este solo pasaba de largo, Audrey dulcemente sonreía y daba los buenos días por él. —¿Esa quien es?— preguntó una de las recepcionistas a una de sus compañeras, —Es la nueva asistente, vino ayer por el empleo— —¿Otra?— —Tan mal genio debe de tener nuestro presidente que ninguna lo aguanta— —Si, pero aún así nuestro CEO es un guapo, míralo, es aterradoramente sexy— —Haber cuánto aguanta, se ve muy joven y se ve mucho más bonita que las demás, aparte esta es extranjera, tal vez toleran más el mal genio— Daniel y Audrey subieron al ascensor y nadie más sé atrevió a subir junto con ellos, él presionó los botones y se puso a lado de la chica, — Señor… ¿Hay algo en especial que le gustaría desayunar?—preguntó Audrey con los nervios inundando su ser, hablar con Daniel era muy intimidante, —Creí que el batido verde era el desayuno— dijo Daniel en tono de burla, —Por supuesto que no— —Lo que sea está bien— respondió al fin, Audrey solo asintió y miró de reojo a su jefe, tenía el tatuaje de una pluma de algún ave en donde debería estar su patilla, la mitad de una enorme mariposa se podía ver tatuada en un costado de su cuello, y la otra mitad estaba escondida bajo su camisa blanca de vestir, no parecía un tipo muy sociable, y con todos esos tatuajes se veía aún más aterrador y rudo, —Señor se ve cansado, ¿ No durmió bien?— se atrevió a preguntar Audrey, —Estuve trabajando hasta tarde, estoy muy ocupado estos días— respondió Daniel con una mano en el bolsillo de su pantalón y con la vista al frente, —Entiendo, pero no debería de exigirse tanto— Comentó ella con cierta preocupación, La puerta del elevador se abrió y Daniel dejó que Audrey saliera primero, caminaron por el ancho pasillo, era temprano y los cubículos aún estaban vacíos al igual que las oficinas, la luz entraba por las enormes ventanas, olía a limpio y a papel nuevo, el olor era agradable, Audrey llegó a su escritorio y miró a los dos pasantes ya trabajando, se pusieron de pie al ver al CEO y saludaron cortésmente, ver a esos dos jóvenes tan nerviosos la hizo sonreír, uno de ellos tenía la misma edad que ella y sus mejillas se pusieron rojas al ver a la hermosa chica, ellos se presentaron con Audrey y de pronto se pusieron muy contentos al saber que ella trabajaría como asistente de Daniel, Mientras ellos se conocían Daniel entró a su oficina y caminó hasta su escritorio, puso su mochila en la silla y se quitó el saco para colgarlo en un gancho, escuchó las risas de los chicos jóvenes y solo los ignoró, Daniel ya tenía 33 años y pronto cumpliría 34 y aunque aún era muy joven, él se sentía ya mayor, Audrey dejó sus cosas en su escritorio y se apresuró a ir a la oficina de su jefe, Se acercó a su escritorio mientras Daniel estaba ahí de pie sacando las cosas de su mochila y solo lo miró, —Eres joven, ¿No terminaste la universidad?— preguntó Daniel sin mirarla, —No, no pude—respondió ella un poco avergonzada y se encogió en hombros, —¿Por?— continuó preguntando Daniel mientras ponía unos papeles en su escritorio, —Mi padre falleció, y mi madre tiene cáncer, mi hermano aún no terminaba el bachillerato, las cuentas empezaron acumularse, así que... tuve que dejar la carrera y trabajar a tiempo completo— Él se sintió mal por haber preguntado, pero no lo demostró, sacó su laptop y la puso en su escritorio, puso su mochila a un lado y se sentó en su silla, miró a Audrey y le ordenó que tomara asiento en una silla que estaba cerca de él, —Tus padres son coreanos, pero tú no pareces coreana...— Ella no quería entrar en detalles, pero su historia no era algo que le avergonzara, —Si, es que no son mis padres biológicos— Daniel miró a la chica y jugó con un lapicero entre sus dedos, —¿Que carrera estudiabas?— Una hermosa sonrisa se dejó ver en el delicado rostro de ella y miró a Daniel directo a los ojos, —Yo…— Alguien tocó la puerta y ambos miraron quien era, D’angelo sonrió y dio unos pasos adentro de la oficina de Daniel, —¿Los interrumpo?— preguntó inocentemente, —No para nada—respondió Audrey, —Buenos días— dijo D’angelo más confiado, caminó hasta Daniel y le dio una palmada en la espalda, —Buenos días— dijo Daniel, odiaba que la gente lo tocará, pero siendo D'angelo su doctor, ya se había acostumbrado a su tacto, —Audrey, ¡Bienvenida oficialmente!— —Gracias señor D’angelo— —Solo dime Héctor— —Esta bien— Héctor y Audrey se sonrieron el uno al otro, ambos tenían el mismo humor y casi la misma edad, parecía que iban a congeniar muy bien, —Audrey está es la clave de tu computadora— dijo Daniel y le dio un papel, con un correo y unas contraseñas, abrió uno de sus cajones y sacó un celular, —Te compré este ayer, ya tiene todos los números que necesitas, siempre tenlo contigo— continuó él y se lo entregó, —¿Mi número también está ahí?, así podré invitarte un café un día de estos—dijo D'angelo, —Ese es solo para el trabajo—dijo Daniel y miró a Audrey como una advertencia, ella asintió, —¡Ah!, Entonces pásame tu número— dijo D’angelo mientras sacaba su celular, Daniel se puso de pie y puso una mano sobre el hombro de Héctor, —¿Por qué estás aquí?, ¿Ocupas algo?—preguntó él de una manera poco amigable, —De echo necesito que revises unos papeles— respondió Héctor, —¿Y dónde están?— Daniel escaneo a Héctor en busca de los papeles y su buen amigo solo sonrió traviesamente, —Se me olvidaron en mi oficina, ven conmigo tengo que hablarte de algo importante— dijo D’angelo mientras regresaba su teléfono a su bolsillo, Audrey se puso de pie y ambos la miraron, —Si necesita algo llámeme señor Wong, con permiso— dijo ella y caminó para salir de la oficina, D'angelo era un hombre italiano muy extrovertido y por lo general las chicas no eran algo que llamara mucho su atención, y lo distrajeran de su meta, pero no pudo dejar de ver a Audrey mientras salía de la oficina y sentirse tentado por sus encantos femeninos, —No seas tan pervertido— dijo Daniel cuando vio a D’angelo, pero la verdad es que él también la siguió con la vista hasta que salió de la oficina, —Amigo, tú tienes la culpa por contratar a una chica así— —Esa pobre chica me va a terminar odiando— —Eso no lo sabes— Daniel sonrió amargamente, —Claro que si lo se— Ambos salieron de la oficina y caminaron por el pasillo mientras hablaban de cosas triviales, Audrey los miró y se apresuró a revisar la agenda médica de Daniel, todo estaba perfectamente organizado, a las 12 tenía que tomar su primer medicamento, el otro a las tres y el último a las… —¿Dónde esta mi novio?— Ella alzó la vista y miró a esa mujer, la que estaba loca según la señora Xue, ¿De dónde había salido?, Audrey guardó la agenda y dijo: —Buenos días, fue a la oficina del doctor D'angelo— La mujer que había llegado se quitó las gafas de sol que traía puestas y miró a Audrey con desprecio, como si aquella chica no significara nada, —Lo esperaré en su oficina, tú tráeme un té de limón y date prisa, tengo sed— ordenó la mujer sin la más mínima gentileza, Audrey la miró entrar en la oficina y por unos segundos no supo que hacer, al final terminó obedeciendo sus órdenes, preparó el té con el más sumo cuidado y lo llevó hasta la oficina, aquella mujer se veía costosa tal y como la última vez, usaba un vestido blanco ajustado y zapatos altos de tacón, usaba joyería cara y su cabello era brillante y sedoso, —Aquí tiene señorita—dijo Audrey con gentileza y puso el té en la mesa de cristal, —¿Acaso eres tonta?— preguntó la mujer, Audrey solo la miró, ¿Qué había echo mal? —No creerás que yo tomaré esa porquería ¿O si?, Ve a la cafetería y tráeme un te frío— “Es tu primer día Audrey, no lo arruines”, se dijo a si misma mentalmente, —Señorita, discúlpeme pero soy la asistente del señor Wong, no pu…— El té que ella había preparado le fue arrojado encima, Audrey gritó al sentir el agua caliente en su piel, aquella mujer dibujó una sonrisa en su hermoso rostro, mientras miraba a la pobre chica sufrir, —Ups, se me cayó— dijo ella burlona mente sin importarle mucho que la hubiera lastimado, Audrey se estaba quemando y tuvo que quitarse la camisa a toda prisa para aliviar el dolor por el agua caliente, su piel blanca se puso de un rojo intenso casi de inmediato, —¿Qué…—Daniel entró a la oficina y miró a su asistente quien estaba sin camisa dejando ver su bonito cuerpo —…ocurre aquí?— ▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️ Extra: Daniel salió de la oficina de Héctor y recordó algo, sacó su teléfono de su bolsillo y marcó un número, —Sujin, se que estás de vacaciones pero necesito que hagas algo por mi— —Dígame señor, ¿Qué necesita?— —Despide al chofer y contrata uno nuevo— —Si señor, ¿Ocurrió algo?, ¿Debería reportarlo?— —No, solo despídelo—Ordenó Daniel y terminó la llamada.
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