◾5.-No puedes ser tan buena◾
Audrey se sintió tan avergonzada y humillada, pero a pesar de la situación guardó la compostura y se enderezó,
—Fue mi culpa— dijo mientras secaba su cuerpo con la camisa en sus manos,
Daniel miró a Jin Hyung, la mujer sentada en aquel sofá, quién hacía unos segundos sonreía y justo ahora actuaba con una cara de preocupación, miró la taza en sus manos y supo que había pasado, ni siquiera tenía que preguntar, Jin era la clase de mujer territorial y sin límites, siendo la hija única de un político rico con mucha influencia, no había nadie que la detuviera,
—Iré a limpiarme al baño—dijo Audrey y se dispúso a salir de la oficina, pero fue detenida por Daniel,
—Usa el de mi sala privada, puedes tomar una camisa del clóset, mandaré a qué te compren ropa nueva—dijo él mientras trataba de no ver fijamente su cuerpo, la chica asintió y fue a la sala privada, una vez entró, Daniel miró a Jin
—¿Qué haces aquí?—
—¿De que hablas?, Vine a verte por supuesto– dijo Jin al ponerse de pie, rodeó con sus brazos el cuello de Daniel y le dio un beso en los labios, él no hizo ningún movimiento, solo la miró,
—No vengas a mi oficina, tengo mucho trabajo—
—Daniel, me siento muy sola, salgamos esta noche, haré lo que tanto te gusta— dijo Jin suavizando su voz en esas últimas palabras de un modo seductor,
Jin no era una buena mujer y Daniel lo sabía, pero su autoestima estaba por los suelos y creía que ella sería lo mejor que jamás tendría, y si llegaba a lastimarla no se sentiría mal por ello,
Cuando Daniel estaba en la universidad tuvo una novia, era una chica dulce y gentil, lo hacía sentir como una persona normal, pero en una ocasión mientras mantenían relaciones, Charles se apoderó de su cuerpo y le hizo cosas horribles a la pobre muchacha, por supuesto ella lo terminó dejando y odiando, una chica buena no era algo a lo que Daniel pudiera aspirar, por miedo a lastimarla,
Ignoró la propuesta de Jin y salió de su oficina para llamar a uno de los pasantes, le dio una tarjeta de crédito y le dijo que comprara un traje de mujer, le dio una talla específica y el color, el pasante asintió y salió corriendo a buscar el encargo, Daniel regresó al interior de su oficina y se paro frente a Jin,
—Tengo trabajo así que retírate—
Jin apretó los dientes y los puños, y tomó su bolso,
—Que no se te olvide quién es mi padre— dijo ella como amenaza, no aceptaba los rechazos, no importaba de quien vinieran,
Daniel sonrió y unos hermosos hoyuelos se formaron en sus mejillas, empezó a doblarse las mangas de su camisa hasta sus codos, para estar más cómodo y solo le contestó: —Y que no se te olvide quién lo puso donde está—
Jin por supuesto salió furiosa de aquel lugar, Daniel sólo se sobó la cien adolorida, miró hacia la sala privada y titubeó un poco, al final tocó a la puerta, y esta se abrió de inmediato, Audrey se puso una de sus camisas de color azul cielo, se había quitado la falda ya que también estaba mojada, la camisa la cubría a la perfección y le daba cierta sensualidad, sensualidad que Daniel nunca antes había visto,
—¿Estas bien?— preguntó él sintiendo calor en todo su cuerpo, verla de ese modo le resultaba fascinante,
—Si, pero ne…—
—Ya mandé a que te compraran un traje nuevo, espera aquí hasta que...—Daniel se aclaró la garganta —Te lo traigan—
—Gracias, y discúlpeme— dijo Audrey muy apenada por la situación, esta no era la idea que ella tenía de su primer día,
—¿Por qué te disculpas?—
—Por ser tan descuidada—
Daniel sabía que no fue su culpa, pero no dijo nada y solo asintió, puso una mano en el marco de la puerta y miró a Audrey, la miró más de lo que quería ó debía, es que ella era tan llamativa, era casi imposible dejar de observarla,
La pobre chica se sintió un poco incómoda por el silencio y por la mirada de su jefe, la atmósfera se puso muy rara, Daniel reaccionó, y sólo se fue a su escritorio sintiéndose un completo estúpido,
Unos momentos después….
Audrey se miró en un gran espejo que estaba en el clóset y se sintió aún más apenada, este traje era muy costoso, era de un color rosa pastel con detalles blancos, la falda le llegaba arriba de la rodilla y el saco se ajustaba perfectamente a ella, la camisa blanca le daba más luz a su rostro y el color rosa iba muy bien con el rubor en sus mejillas,
Escuchó unas carcajadas afuera en la oficina de Daniel, respiró hondo y abrió la puerta, Dino y Daniel la miraron y ella sonrió ocultando su incomodidad,
Dino estaba sorprendido pues no sabía que la chica estaba ahí, miró a Daniel y empezó a sacar sus propias conclusiones, Daniel lo miró y se imaginó lo que él estaba pensando por la sonrisa que se le formó,
—Gracias señor Wong, se lo pagaré en cuanto pueda— dijo Audrey con los nervios y la vergüenza al tope,
—No es necesario— Daniel quería decirle que lo aceptara como un regalo por los inconvenientes, pero sentía la mirada de Dino sobre él, y no tuvo el valor para decirlo,
—Gracias... con permiso—
—¡Vaya, Vaya! —exclamó Dino cuando la joven salió,
—Ni siquiera lo digas, no es lo que crees, Jin le tiró una taza de té encima—
—¿Jin?, Aún no entiendo por qué sigues saliendo con esa loca—
Daniel solo sonrió y no dijo nada al respecto,
—Por cierto nuestro padre viene mañana, será mejor que lo llames, me voy, tengo mucho trabajo—dijo Dino y se puso de pie, acomodó su chaleco y salió de la oficina.
………..
Después de ese pequeño confronta miento la mañana transcurrió con normalidad, como desayuno Audrey le llevó una ensalada de frutas y tuvo que insistir para que su jefe se la comiera, a ella le parecía muy tierna la forma en que él protestaba, pues ya siendo todo un hombre adulto aún se rehusaba a comer como si fuera un niño pequeño,
Paulette le dio un poco de trabajo a Audrey, pues sin el asistente Sujin Park, el trabajo empezaba a acumularse y volverse muy estresante, aquella chica fue como una gran bocanada de aire fresco para ella, así que se alegraba mucho de que la hubieran contratado, y sin duda el asistente Sujin también lo agradecería cuando volviera,
Por la tarde Audrey pidió comida para ella y para su jefe, fue todo una sorpresa para él que la joven se quedara a comer junto con él en su oficina, no estaba obligada a hacer eso, bien pudo ir a comer con D'angelo y Dino, pero ella prefirió quedarse,
—¿Estas bien?, tu piel se puso muy roja—
Audrey miró a su jefe y sonrió, —Estoy bien, él doctor D’angelo me dio una pomada —
Daniel solo asintió —¿Cómo te está yendo?—preguntó él mientras trataba de tomar un pedazo de carne de su plato,
—Bien, Paulette es muy amable y me explica muy bien—
—¿Siempre eres así?—
—¿A qué se refiere señor?—
—Es que…parece que siempre hablas bien de las personas, no importa que—
—No le veo el caso de juzgar a alguien, eso es todo—
—No puedes ser tan buena—
—No lo soy—
—No terminaste de contarme—dijo Daniel mientas tomaba una botella de agua, Audrey no supo de que le hablaba y frunció el ceño, Daniel sonrió al verla y bebió el agua de su botella,
—¿Que estudiabas en la universidad?—
—¡A eso!...pues estudiaba...—
El teléfono de Audrey sonó y ella miró la pantalla, decía Kwon, Audrey rechazó la llamada y tomó un poco de agua, el teléfono volvió a sonar y ella solo lo miró sintiéndose un poco molesta,
Daniel también alcanzó a ver el nombre en aquella pantalla —Contesta— ordenó él mientras la miraba, ella titubeó y se mordió el labio inferior, sonrió un poco nerviosa y negó,
—No, no es importante— dijo y rechazó de nuevo la llamada,
—Terminé —dijo Daniel después de solo tres bocados que había dado, se puso de pie para ir a su escritorio y sin más se puso a trabajar, su apetito no era muy bueno y justo ahora se había puesto peor, Audrey no tuvo ni la oportunidad de insistirle, además está vez parecía que el jefe no iba a ceder, recogió todo y salió de la oficina,
"¿Por qué este idiota me marca?, creí que había bloqueado su número" pensó ella mientras buscaba como bloquear aquel contacto.
El solo entrar a la oficina de Daniel daba escalofríos, pues se había puesto de mal genio y todos sabían muy bien que era mejor no molestarlo ni un poco, Audrey le llevó sus medicamentos y él los tomó sin decir nada, ni siquiera se limitó a verla, “Debe de estar muy estresado”, pensó ella, no le tomó importancia y volvió a su lugar de trabajo.
—Oye hermosa ya me voy— dijo Paulette quien ya había recogido todas sus cosas y estaba acomodándose su abrigo,
—Si, que descanses—
Paulette le sonrió y tomo su bolso, —Buenas noches, nos vemos mañana— dijo antes de irse,
Audrey suspiró y miró su reloj, iban a dar las 6:30 pm, miró hacia la oficina de Daniel, la pared de cristal con las cortinas abiertas lo dejaban ver, parecía muy concentrado en lo que fuera que estaba haciendo, y no parecía que se fuera a ir pronto,
A las 7:26pm Daniel se tomó un descanso para fumar un cigarro, y solo hasta entonces miró hacia el escritorio de su asistente, “¿Ella aún está aquí?”, él lo había olvidado por completo, se puso de pie y salió de su oficina para ir hasta donde ella,
—El chofer te llevará a casa—dijo Daniel, Audrey pegó un salto y se dio de palmadas en el pecho, —Yo me quédo a trabajar—terminó de decir,
—Estoy bien, voy a esperarlo— dijo ella y se reclinó en su silla para relajar su espalda,
Daniel regresó a su oficina y empezó a juntar todas sus cosas, “Está bien puedo trabajar en mi estudio” pensó mientras lo hacía, salió de su oficina listo para irse y Audrey sonrió, se apresuró a juntar sus cosas y ambos salieron juntos del edificio, y esa fue la primera vez en mucho tiempo, que Daniel Wong se fue temprano a casa.
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Extra:
Jin subió al elevador y buscó su teléfono en su bolso, marcó un número y esperó unos segundos,
—Hola primó, necesito tu ayuda—dijo ella con una sonrisa,
—No soy la caridad—Una voz masculina se escuchó del otro lado,
—Ya lo se, te pagaré muy bien, necesito que me ayudes con una mosca molesta a la que hay que ahuyentar—
—Mándame la información y veré qué puedo hacer—
—Bien, gracias primo— dijo Jin y colgó.