Capítulo 1

3575 Words
Miro hacia arriba y quedo atónita con la mansión frente a mí. Bueno, no sé si llamarla mansión exactamente ya que no es una casa de esos estilo estrella de Hollywood, pero en fin, es una casa muy grande ¿si? ¿Qué hago aquí se preguntarán? Esa es una historia muy interesante de contar, así que mejor empezar desde el principio Mi nombre es Arabella Morelli, pero todos me dicen Abi. Solía vivir con mis conservadores padres hasta que cumplí veinte años, eso fue hace dos semanas. ¿Por qué me fui de casa? se preguntarán. Nadie se lo pregunta Bueno se los diré de todas las formas. No soportaba un minuto más estar en mí casa. Siempre fui la oveja negra de la familia por decirlo de la forma linda. Mis padres, ambos, son personas muy religiosas y anticuadas mientras yo soy una "libertina" según ellos. Estoy seguro de que ni siquiera sé el significado de la libertad, y todo porque me gusta disfrutar de mi vida, mi cuerpo, mi juventud como una persona de mi edad ¿cierto?  El caso es que mis padres no están de acuerdo con mi conducta y me lo han dejado claro muchas veces. La última vez que discutimos fue el día en que decidí marcharme. Algo épico digno de ser reproducido en alguna película. Apuesto a que ahora sí se preguntan qué pasó ese día. Otra vez, nadie se lo pregunta Pues se los diré igual aguafiestas.  En fin, aquí les va. Había salido de fiesta toda la noche y volví muy temprano en la mañana, como cualquier joven de mi edad, pensando que mis padres estarían dormidos porque no pasaban de las cuatro de la mañana. Les juro que fui como un ninja, sigilosa y desapercibida, pero cometí un error que ningún ninja profesional cometería. ¿Mi error? No verificar que realmente estuvieran dormidos. Así que cuando abrí la puerta por la mañana ambos me esperaban en la sala. Sentados en el sofá con los brazos cruzados y ceños fruncidos en sus rostros. -Hoola -Digo suavemente para evitar alterarlos. Lo cual no funcionó, ya que mi querida madre comenzó a gritar de una manera que hasta los vecinos de la siguiente cuadra la oyeron. -¡¿Dónde estabas ?! Creía que habíamos hablado sobre esto Abi, prometiste dejar de comportarte como una mujerzuela. -Me miro desaprobadoramente y me encogí de hombros. Me importaba poco su opinión.  -¿Y qué traes puesto? Mírala John parece una prostituta vestida así. (Aclaro, tenía una falda negra de cuero y una musculosa con brillos, lo normal para bailar en la disco) María dramas se deja caer en el sofá nuevamente y comienza a llorar.  -¿Qué fue lo que hicimos para merecer una hija así? -Sollozó. La miré incrédula sintiendo una rabia comienza a subir por mi cuerpo. ¿Qué hizo para merecer una hija como yo? -¿Una hija como yo? Una hija normal querrás decir, una hija que tiene todo el derecho de salir a divertirse, disfrutar de su vida y no pasársela encerrada en esta casa, juzgando a cualquier persona que pasa por no ser como ustedes. Estoy harta de esta vida, estoy harta de ustedes. Nunca se han tomado la molestia de interés por mí, en lo que siento, en lo que necesito. Son mis padres, su deber es cuidame y quererme, pero desde que tengo conciencia lo único que recibí son críticas y reproches por ser diferente a su burbuja perfecta. - Ambos me miran asombrados porque es la primera vez que decido decir lo que realmente pienso.  –No soy como ustedes, tengo mente y cuerpo propio. Admitan que la única razón por la que me tuvieron fue para formar la familia perfecta.  Subí corriendo las escaleras. Odio mi vida, los odio a todos. No recuerdo una vez en la que mi madre se sentara cinco minutos conmigo para hablar de cosas que no sean regaños por mis acciones. Acciones que todo el mundo hace ya que es lo más normal en la vida. No podía jugar con los niños de mi barrio porque mamá decían que sus padres eran personas indecentes, por lo tanto sus hijos también lo eran. No pude ir a un colegio normal porque los niños de allí eran "unos salvajes" que no se comportaban como era debido. ¿Y qué era lo debido para ellos?  Pues pasarme todo el día internada en un colegio de monjas leyendo y analizando cada fragmento de la biblia. Mi infancia fue una mierda, mi familia es una mierda, ¡mi vida es una mierda! Me tiro en la cama y miro el techo. Cuando cumplí diez años les pedí con todo mi corazón a mis padres que me dejaran decorar mi habitación. Era muy fea, todas las paredes blancas y la alfombra del suelo beige. Muy clásico, sin vida y yo quería una habitación lila con flores, enredaderas que decoraran cada espacio de la pared y un techo estrellado. Como si estuviera en un bosque mágico. Así que después de rogarles y rogarles me permitieron hacerlo aunque no estaba del todo convencidos .. Pinté cada centímetro de mi cuarto y cuando terminé con libertad de libertad al ver mi obra. Por la noche miraba el techo y tenía la sensación de que estaba durmiendo al aire libre con las estrellas observándome. Era perfecto, o lo fue hasta unos años después, cuando llegué a casa del colegio solo para ver que mi madre había tapado mi obra de arte con una pintura blanca. Ese día fue el peor de todos. Discutimos y no hubo manera de meter en su cabeza que su acción me dolió muchísimo. Lo único que provocó con su acción fue volverme más rebelde. Gritaba y escapaba todas las noches para sentir un poco de libertad. Así fue durante años y hoy decidí que ya era suficiente. Necesitaba una vida lejos de aquí. Una vida en la que pudiera ser yo misma. Una vida en la que realmente fuera feliz. Y esa vida está ahí fuera y la voy a encontrar Me levanté de la cama y tomé mi maleta. Abrí mi ropero y saqué a tirones la ropa de allí. Guardando solo lo necesario para comenzar en otro lugar. Me cambié a una camiseta, jeans y mi chaqueta. Tomé el dinero que tenía ahorrado y miré por última vez la habitación que había sido mi prisión personal toda mi vida antes de bajar las escaleras. Mis padres al verme con la maleta se levantaron e intentaron acercarse -No. –Digo con firmeza -¿A dónde vas con esa maleta? -Pregunta mi padre. -Voy a vivir mi vida como me plazca. -¿Estás loca? -Dice mi madre. Su rostro se vuelve rojo de furia y comienza a gritar nuevamente. -¿Sabes lo que la gente comenzará a decir ?, Dios no puede estar pasándome. -Se lleva sus manos a la cara y se tapa sus ojos. - Es increíble que sea eso lo único que te importa. - Digo dejando caer alguna que otra lágrima. No debería sentirme triste, pero después de todos ellos son mis padres y aunque no fueron los mejores son los únicos que tengo. Y duele un poco irme de su lado. Miro a mi padre que esta petrificado con dolor en sus ojos. Él no fue un buen padre ya que nunca estaba en casa. Pero sé que muy en el fondo me quería a su manera. - Adiós. - Digo girándome y abriendo la puerta. - Adiós hija. Cuídate - Dados él llevándose una mano al pecho. Asiento y yo voy con los gritos de mi madre de fondo pero feliz por ser finalmente libre de ese encierro en el cual estuve toda mi vida hasta ahora. Soy libre, libre para hacer lo que quiera. Por fin. Tomando fuertemente mi maleta camino calle abajo hacia la parada de autobús. Ahora sí, planeo construir mi futuro de la manera que yo quiera. Sin nadie que me diga que está mal o no es apropiado. Espero unos quince minutos hasta que el autobús llega y subo en él. Pienso comenzar en otra ciudad, la más lejana de aquí.  Llegué a la terminal de y me acerqué a una de las cabinas de boletería. Dejé la maleta a un lado y le pregunté a la chica si tiene algún coche que salga dentro de los siguientes minutos. -Si tengo un coche que parte hacia Filadelfia, Pensilvania. - Me dice mirando el monitor de su computadora. -Me sirve, deme uno por favor –Le di el dinero y ella me da el boleto. -Sale en veinte minutos, que disfrute su viaje. -Me muestra la más falsa sonrisa y sigue con lo suyo. Tomo mi maleta y me siento en un banco próximo a esperar. Bueno, mi nueva vida comienza en Filadelfia. ¿Qué me deparará el futuro ? No lo sé. Ya lo veremos. Minutos después de los altavoces anuncian: -Atención, el coche número 3 con destino a Filadelfia está listo para partir -Dice la voz. Me levanto y camino hacia la fila que esta frente al coche número 3. La anciana que está frente a mí sonríe de forma cariñosa. Le devuelvo la sonrisa y desvio la mirada. La fila avanza hasta que llega mi turno. Un hombre, el cual supongo es el chofer, me pide el boleto. Se lo doy. Lo mira unos segundos y me lo devuelve. -Maleta.  Le entrego la pesada maleta y subo al coche. Hace algo de frío por el aire acondicionado, así que me cierro la chaqueta y busco mi asiento. Me tocó el número veintiséis, por suerte da a la ventana. Me siento y lo bajo un poco para estar más cómoda. Suspiro satisfecha y cierro mis ojos unos segundos. Recuerdo que en el bolsillo tengo el reproductor con los audífonos. Los saco y yo dispongo de escuchar música. La primera canción que suena en Chandelier de Sia. Adoro esta canción, de alguna manera tiene ciertas partes con las cuales me identifico. Estuve encerrada toda mi vida, es tiempo de ser libre. Le subo al volumen y canto junto a Sía. Voy a columpiarme del candelabro del candelabro Voy a vivir, como si mañana no existiera como si no existiera ... Voy a volar como un pájaro por la noche cayeron mis lágrimas mientras se secaban ... Eso haré, voy a vivir como si mañana no existe, voy a volar como un pájaro a través de la noche y qué más da. Voy a columpiarme sobre el maldito candelabro. Comienzo a tararear con todo sentimiento, a la mierda todo. Cierro mis ojos y canto con todo sentimiento hasta que alguien me toca el hombro. Me tenso completamente. Abro mis ojos de golpe y me quito un audífono. La anciana de antes me mira con una sonrisa. -No quisiera interrumpir ... - Dice riendo. Me relajo y le devuelvo la sonrisa. -Está bien  Me señala la pequeña bolsa en el asiento de al lado. Reacciono y la saco de allí. La anciana se sienta y me extiende la mano. -Calista. -se presenta. -Arabella. -digo estrechando su mano. -Arabella -repite. -¿Sabes qué significa tú nombre? - Pregunta.  Niego. Ella se acerca un poco y susurra. -Altar hermoso -Dice sonriendo. -Vaya, no lo sabía - Digo sorprendida. -Es un lindo nombre - Asiento -¿El suyo que significa? Calista no es un nombre común -pregunto. -Bellísima. -Dados riendo. -Aunque ahora no se nota tanto pero te aseguro que en mi juventud le hizo honor a mi nombre. Es griego. -Añadido. -Es un lindo nombre, me gusta. Es extraño y tiene una belleza en él. -Digo sonriente, Calista me mira fijamente y veo un brillo en sus ojos. -Gracias. En mi familia todos tenemos nombres extraños. -¿Enserio? -Sí, mi madre se llamaba Davinia. -¿Davinia? -Digo pensando en el nombre.-Me gusta ese nombre. - Ohh y detrás de él hay una hermosa historia. ¿Quieres escucharla? - Claro - De hecho me parece una señora muy interesante. - Bueno, Davinia viene de Lavinia, era el nombre de la hija del rey italiano Latin, ese es su nombre, ella fue prometida a Eneas, hijo de la Diosa Venus y héroe troyano, el cual fue exiliado de su tierra y se asentó en Sicilia, Italia. Allí conoció a Lavinia. Ellos se casaron y tuvieron un hijo, lo llamaron Ascanio. Años después Eneas fundó una ciudad la cual nombró lavinium en honor a su esposa. Esa es la versión corta. - Vaya y ¿fueron felices juntos? -Bueno se dice que estaban enamorados, supongo y me gusta pensar que sí estaban felices. -Lo digo porque según las novelas y la televisión los matrimonios arreglados no son los más funcionales. -Es cierto, pero imagínate que en ese tiempo las jóvencitas eran educadas para casarse. Ellas solo conocían eso. Además, cuando pasas mucho tiempo con una persona llegas a quererlo, incluso amarlo. -Puede ser. -Ella me toma la mano y continua contándome los nombres raros de su familia. Hablamos cerca de una hora hasta que dice un nombre que me llama la atención. -Hilario. -escucho. -¿Hilario? -preguntó. -Sí, es el nombre de mi nieto. -Dice orgullosa. -Su madre Adabel decidió ponerle así. -Y significa ... -Aquel que es alegre. - Dados riendo. -Es de origen latino, como el tuyo. -¿Mi nombre es de origen latino? -Si. - Wow, quien lo diría. Es raro ya que mis antepasados eran italianos. - Ya me parece cuando me dijiste tu apellido. - Si, mi tatara abuelo fue un mercantil en las costas italianas. - Interesante. ¿Sabes alguna historia de tus antepasados? -Se una pero no creo que sea verdadero. - Digo dudosa. Realmente creo que es cierta pero no quiero que Calista piense que estoy loca. - Cuéntamela. -Calista se ve emocionada. - No quiero aburrirte. - Cuéntame, me encantan las historias. - All Right. -Suspiro. -Bueno cuando cumplí unos diez años encontré un montón de diarios viejos en el ático mientras jugaba. Hubo uno en particular que me llamó la atención. - Sigue, sigue. - Era sobre la historia de mi tatara tatara abuela. Su nombre era Rose, ella era hija del comerciante más conocido en Italia, en Génova para ser exactos. - Miro a Calista y la veo muy emocionada escuchando así que continúo. -Rose estaba enamorada de Luke, hijo de la competencia y Luke lo estaba de ella. Rose pensó que el muchacho tenía algo especial que hizo sentirla muy enamorada. No era como otros pretendientes. Así que se veían a escondidas hasta que un día Rose fue descubierta por su padre. Antonio, su padre, no estaba de acuerdo con eso. Por miedo a su hija fuera imprudente consideró casarla con un señor que estaba interesado en ella. Luke se puso furioso cuando se enteró del compromiso y le propuso escapar a Rose. -¿Y lo hizo? ¿Huyó con él? - Si, Rose no quería casarse con un señor entonces una noche antes de la boda escapó con Luke. Estaba feliz de estar con el hombre que amaba. - Ohh que romántico. - Dados Calista. - No tanto. -Aseguro. - ¿Por qué lo dices? - - Pues aquí viene lo extraordinario. -Sonrió y me apuró a seguir narrando. -La noche que Rose escapó con Luke había luna llena. -Digo y veo como Calista se tensa y me suelta la mano. -¿Luna llena? –Dice dudosa. -Si, luna llena. Al principio no entendía que relevancia tenía pero luego seguí leyendo y me sorprendí al saber que continuaba. -¿Que Paso? -Pues resulta que tuvieron un código de barras esperándolos en el puerto para zarpar inmediatamente. Cuando estaban llegando al puerto escucharon galopes a lo lejos. Supusieron que era el padre de Rose. Apuraron el paso y subieron al código de barras para alejarse lo antes posible del puerto pero cuando estaban levantando anclas se oyó un disparo. Rose miro como su padre empuñaba una pistola en su mano y disparaba en la dirección de Luke. No tuvo tiempo de hacer nada. Él  comenzó a alejarse y Rose corrió hacia Luke y se arrodilló junto a él llorando desconsolada pero... - Suspiro imaginando como sería la escena.  -¿Pero qué? -Luke no estaba muerto, él tomó la mano de Rose y la llevo al lugar donde tenía el disparo. Rose abrió su camisa y se sorprendió al ver como la herida se cerraba. -Calista escuchaba atentamente todo. -Rose no entendía nada. Estaba asustada por su amado y por la herida curándose sola. Recuerdas que te dije que esa noche era luna llena. -Si. -Pues resultó ser que Luke era un cambia formas. -¿Cambia formas? - Pregunta. -Sí, un humano que se puede convertir en animal. - Respondo. La expresión de Calista era serena, como si no le sorprendiera. -Es muy loco ¿verdad? -Claro. –Contesta con tono sorprendido pero su rostro no lo muestra. -Bueno, pues Luke era mitad Lobo o algo así. Rose no pudo creer lo que era Luke, se asustó mucho y se alejó rápidamente de él. Luke se retorció y trato de acercarse a ella pero antes de llegar comenzó a cambiar. Rose estaba aterrada y comenzó a gritar al ver cómo el hombre frente a ella se doblaba y aullaba. Sus ojos cambiaron de marrón a negros, completamente negros. Luke estaba fuera de control. Cuando terminó de convertirse no reconocía a nadie. Él atacó a Rose ... - ¿La atacó? - Si, y eso no es todo. En el diario dice que la mató como al resto de la tripulación. - Calista comenzó a temblar y me preocupé. -¿Estas bien? - Si si... s solo el aire. -Dice señalando el techo del coche. - Oh, ¿quieres mi chaqueta? - No es necesario, continúa. - Bueno ¿Dónde iba? - La parte en que Luke mató a Rose y al resto de las personas en el barco. - Ahh si,  ya me acuerdo. Pues cuando salió el sol  Luke volvió a cambiar y se dio cuenta de lo que había hecho. Estaba desolado, había matado a Rose, la mujer que amaba. Él no podía vivir sin ella así que tomó una daga de uno de los marineros y con el cuerpo inerte de Rose en sus brazos se mató. Fin de la historia. - Que historia más intensa. - Dice ella. - Si ¿verdad? Obviamente no es real. Supongo que alguno de mis antepasados era novelista y decidió escribir una historia en su diario porque si fuera verdad no estaría aquí ahora. -¿Tu no crees que fuera real? Yo tengo mis dudas. –La miro con sorpresa porque creí que se reiría de la historia o no le daría importancia. -¿Puedo ser honesta? - Digo sonriendo. -Eso espero. –Contesta -Creo que hay datos reales y otros no. Como la muerte de ambos. Creo que quien escribió la historia lo hizo con la intención de que Rose y Luke vivieran la vida sin la preocupación de ser encontrados. -Mmmm. - Dice ella. -¿Qué? - Pregunto. -¿Entonces crees que Luke era un hombre lobo? -Lo creo, siempre he creído que las criaturas que pensamos son ficticias de hecho son reales. No creo que las personas siglos y siglos atrás inventaran relatos sobre bestias porque sí. -Es muy interesante lo que piensas. -Si mis padres lo entendieran como tú. Ellos simplemente me dijeron que dejara de soñar. -Pues yo creo que es una excelente historia y que tu pensamiento sobre ella es muy acertado.   -Lo es. - Ambas reímos. -¿Puedo preguntarte algo personal? - Pregunta Calista. -Claro. -¿Qué hace una joven como tú viajando a Pensilvania? -Pues...un nuevo comienzo, creo. -¿Y tus padres que dicen acerca de eso? -Es de ellos de quien escapo, de esa vida miserable. -Sus ojos e abren y comienza a disculparse. -Lo siento yo no... -La detengo. -No pasa nada, de verdad. -De acuerdo ¿y qué planes tienes? -Todavía no lo sé, pero lo primero que tendré que hacer es conseguir un trabajo. -¿Trabajo eh? -Se calla unos segundos y luego me mira con una sonrisa. -Pues resulta que conozco a alguien que estaría necesitando una empleada doméstica. -¿Enserio? -Pregunto emocionada. -Si, a menos que no quieras ese tipo de trabajo. -No, no, es perfecto. Cualquier cosa me sirve. -Bueno en ese caso cuando lleguemos te llevaré a la casa de mi amigo. -Ohh gracias, muchas gracias de verdad. -De nada, creo que eres una buena chica que se parece a mí a tu edad.      Y esto nos lleva al ahora. Calista me ayuda con la maleta y entramos en el jardín de la gran casa. Es una construcción hermosa, está hecha de piedra y en tonos tierra. Tiene muchas ventanas francesas y unas columnas hermosas en la puerta principal. Calista me sonríe y se acerca a la puerta golpeando tres veces. Me quedo detrás de ella ansiosa por conocer a su amigo y conseguir el trabajo. Ella se aparta de la puerta cuando escucha algo y me sonríe para tranquilizarme. La puerta se abre y siento que mi corazón deja de latir cuando veo al que espero sea mi nuevo jefe.
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