Capítulo 2

2753 Words
Me quedé sin respiración al ver el hermoso hombre parado frente a mí. Es algo digno de admirar. Tiene más o menos un metro noventa de altura, un físico de infarto y una cara escultural. Su mandíbula cuadrada y muy marcada. Su cabello negro como el carbón y la barba de unos días le daban un aire salvaje. Y sus ojos, oh eran los ojos de un ángel. Azules como el agua del mar del caribe. Hermoso Era perfecto Aunque ahora que lo miro explique su ceño no está muy perfecto de digamos. Incluso parece molesto. -¿Qué haces aquí Cali y quién es ella? -Inquirió él cruzándose de brazos. -Un poco más de respeto a tu mayor. -Dice Cali molesta. Él hombre parece relajarse un poco y se expresión se calma. -Lo siento, pero me ha tomado por sorpresa. -Lo sé, pero aún así el respeto que te inculqué ¿dónde está? -Llegas en un mal momento. -No importa. -Cali ... - Ella lo ignora y se gira hacia mí. Toma mi maleta y sé mete dentro de la casa. Me quedo quieta en mi lugar, el hombre me mira estudiando a fondo y suspira. Se da media vuelta y entra también él dejándome sola frente a su puerta. No me han invitado a entrar así que hasta que no lo hagan no entraré. Es de mala educación y además parece que no soy muy bienvenida que digamos. Cerca de cinco minutos me quedo allí esperando hasta que el hombre vuelve a salir y me mira como si fuera tonta. -¿No vas a entrar? - Pregunta. - No. ¿Podrías llamar a un calista? -Él me observa un momento, asiente y desaparece nuevamente en el interior de la casa. -Raro. - Susurro para mí cuando él se va de mi vista. Escucho su carcajada de lejos y no entiendo que es lo que le parece gracioso. Venta calista unos segundos después y me toma del brazo. -Vamos niña, ¿no pensarás quedarte todo el día ahí parada o sí? -Calista espera. -Digo soltándome. -Pensé ... bueno al parecer tu amigo no está muy contento conmigo aquí. Será mejor que me vaya, ya encontraré algún empelo en otro lado. -Ella niega. -No no tú te quedas. Él es algo gruñón pero cuando le conozcas verás que bueno es. -No. Él no me quiere aquí. -Y con mis manos señalo la puerta. -¿Acaso no viste cómo reaccionó? Estaba molesto. Yo mejor me voy. Si pudieras traerme la maleta te agradecería. -Suspiro cansada y ella al notar mi frustración asiente y se va trayendo segundos después de mi maleta. -Siento haberte hecho venir hasta aquí ... yo creí que él ... -La pena en la voz de Calista me conmovió. -No pasa nada ... agradezco tu preocupación de verdad. -Me acerco a abrazarla y siento como me aprieta contra su cuerpo. -De verdad lo siento. -Esta bien ... amm antes de irme ¿te molesta si te pido que me indiques para que lado está la cuidad? Ella sonríe. -Claro que no, en esa dirección. -Apunta hacia el norte. -Gracias y ¿tienes idea de cuánto me llevaría llegar? -Bueno, esta casa está bastante alejada de la civilización. -Ella ríe por su comentario al igual que yo. -Si, me pareció que estaba un poco apartada. Bueno, aunque el bosque que tiene detrás es hermoso. -Si, lo es. Bueno, por experiencia propia diría que está a unos cuarenta minutos por pastel. -Este bien, no es mucho. Fue un gusto conocerte y gracias de nuevo por todo. -De nada. - Dijo y su voz se quebró. -Ohh no llores. - Solté la maleta y corrí a abrazarla. -Es que ... -Tranquila. Supongo que nos veremos por ahí. -Eso espero. Eres una linda muchacha. Gracias. -Me separo y tomo mi maleta la felicitación una última vez y me voy caminando por el jardín de la casa. Bueno, no fue como pensé que sería pero al menos conocí a una mujer increíble. Sonríe al pensar en Calista, jamás imagines encontrar a alguien así de amoroso y gentil. Es una buena mujer. Como la maleta pesa mucho decido para un momento para cambiar de mano el peso y el continuo. La carretera no se ve muy segura que digamos pero suponiendo que estamos en medio de la nada no creo que haya algún riesgo de ser robada o algo peor. Aunque en las películas las peores cosas pasan en estos lugares. Tal vez sea mejor que apure el paso para llegar al cuidador cuanto antes. Tomo una profunda respiración y camino decisivo hacia donde me dijo Calista. Unos pocos autos pasan junto a mí y dos o tres de ellos me tocan bocina. Es algo incómodo pero en fin, siempre hay algún degenerado por ahí. Había pensado en hacer autoestop pero luego grabé las series de "Investigation Discovery" y dije mejor no. Veinte minutos después estoy cansada de caminar. La maleta me pesa muchísimo y me duelen los pies y la espalda. Pienso descansar un rato pero veo como se comienza a nublar el cielo y decido seguir. Solo espero llegar antes de que llueva. Pero como todo lo malo me pasa a mí, cinco minutos después comienza a llover torrencialmente. -Genial. ¿Algo más? -Grito al cielo. Hay un gran árbol a unos metros de mí. Corro hacia allí y mi refugio debajo. Las hojas me protegen bastante del agua. Decido sentarme a esperar que calme un poco cuando un trueno me espanta haciéndome saltar. -Que susto. -Llevo mi mano al pecho y trato de calmar mis respiraciones. -Esto no podría empeorar.  El viento comienza a soplar más fuerte y el frío de la ropa mojada me hace estremecer.  -Que frío -Tartamudeo mientras envuelvo mis brazos en mi cintura y yo aprieto lo más fuerte que puedo entrar en calor.  Escucho como los verdaderos cada vez se hacen más fuertes y siento el miedo atravesarme. Cierro mis ojos y trato de pensar en otra cosa, cualquier cosa que me haga olvidar donde me encuentro. Pienso en música, libros que me gustan. Alguna película de la que me haya enamorado pero nada me ayuda. Escucho una bocina y levanto la cabeza. Un auto negro, un Audi r8 spyder para ser exactos. Me gustan los autos así que se mucho sobre modelos. Como sea, no me subo en autos extraños así que ignoro el ruido y miro hacia otro lado. Escucho como la bocina vuelve a sonar y otra vez y otra vez. ¿Acaso no entiende que no voy a ir? Escucho como la puerta se cierra de un golpe y levanto la mirada para ver quién es. Es él. ¿Qué demonios hace aquí? Se acerca y se para frente a mí. -¿Acaso no oíste la bocina? -Inquiere molesto. -Lo hice. -¡¿Entonces por qué estoy aquí mojándome en vez de estar en la calidez de mi auto ?! -Grita. Luego de ver cómo ha levantado la voz parece calmarse. -Primero, no me grites... -Digo molesta. -y segundo, no me subo a autos de extraños. -No soy un extraño, me conociste hace media hora. -Sí, y mira donde estoy ahora. -Lo miro con odio y él suspira. -De acuerdo soy un idiota pero por favor ¿podrías subir de una vez al auto? -Me encojo un poco más en mi lugar. -La tormenta no va a pasar en un rato y Cali está muy preocupada. Ohh Calista pienso en las imágenes que deben venir a su cabeza pensando lo peor. -Entonces ¿vienes? -Pregunta esperanzado. Asiento y él me ayuda a levantarme y tomar mi maleta. -Entra mientras guardo esto. -Dice levantando mi equipaje. Camino hacia el coche y abro la puerta del pasajero. Miro como está todo pulcramente limpio y me da lástima sentarme allí y mojar todo. Él se acerca luego de guardar la maleta y espera a que me meta dentro. - No quiero mojar los asientos. - Digo con pena. - No importa, pediré que lo limpien cuando lleguemos. - En ese caso ... me meto en el coche y cierra la puerta. Rodea el coche y se mete dentro. Arranca y da la vuelta en dirección a su casa. Aún siento frío así que me enrosco contra la puerta y me aprieto la chaqueta. - Prenderé la calefacción. - Anuncia. Gracias. Unos minutos después del coche está más calentito y el frío de mi cuerpo desaparece pero solo un poco. . -Espero que no pilles nada. -Me mira de arriba a abajo y hace una mueca. Seguramente me veo horrible. Mis pelos empapados están pegados a mi piel, y mis labios deben estar morados y ni hablar de mi ropa. Está hecho un desastre monumental. -¿Cual es tu nombre? -¿Cali no te lo dijo? -No, si hubiera hecho no tendríamos preguntando ¿no crees? -Cierto, que estúpida. -Arabella, pero yo digo Abi. Arabella -Repite y siento una corriente recorrerme al escucharlo de sus labios. -Es lindo. -¿Y tú? -Pregunto. -¿Mi nombre? -Asiento Él sonríe. -Hilario -¿Hilario? Un momento... -Eres el nieto de Calista. -Él asiente. -¿Cómo lo sabes? -Ella me lo dijo. -Ah, bueno si, soy su nieto. -Esto es muy raro. Ella me dijo que eras un amigo. -Espero que se sienta confuso pero lo que veo en sus ojos es comprensión. -Es complicado. -Dice y corta el tema. -Escucha sé que me porte como un patán hace rato y te pido perdón por eso ... es que me llevará por sorpresa ver a Cali en mi casa. -¿No te visita a menudo? -No. -Ohh bueno te perdono. -Gracias, pero volviendo al tema yo ... aún necesito a alguien para el servicio. -Lo miro fijamente estudiándolo. -El puesto es tuyo si todavía lo quieres. -No hay parecías muy alegres de tener una empleada hace unos minutos. -Él frunce el ceño. -Como dije, me tomaron por sorpresa. Así que ¿aceptas? -No tengo a donde más ir. –Me mira frunciendo el ceño. - Si claro. -Bien. Entramos nuevamente por su jardín y observo todo por la ventana. Estaciona y apaga el auto. -Gracias por buscarme. -Él asiente y sale del coche. Rodea y yo abre la puerta. -Gracias. -Agradece mucho. -Lo siento, es una costumbre. -Ya veo. Bueno entra, Cali te espera, yo llevaré tu equipaje. -No es necesario, yo lo llevo. -No. Ahora entra. -Bueno Pero que mal genio tenemos. Creí que habíamos superado la faceta gruñón. -Claro - Camino hacia la puerta pero antes de llegar a un metro de distancia, esta se abre y veo como Calista corre hacia mí. -Abi ... oh que bueno que estas bien. Mírate estas toda mojada. -Tira de mi brazo y me mete dentro de la fuerza. Oigo como Hilario suelta una carcajada a lo lejos y sonrío al escucharlo reír. -Ven ven, tenemos que darte un baño para que entres en calor. -Ella tira casi al punto de lastimarme. Es fuerte para ser una mujer mayor. Lo poco que puedo lo observo atentamente. La entrada es preciosa. Está pintada con distintos tonos grises. El suelo es de madera oscura, muy lindo. También hay una chimenea de piedra con retoques blancos a un lado y una repisa con fotos en ella. No alcanzo a ver bien las fotos pero después pienso echarles una mirada. A un lado de la sala hay una enorme escalera de escalones de madera y una barandilla de hierro con soporte de madera. Bellísima, una obra de arte. Calista me obliga a subir las escaleras y me lleva por un pasillo blanco con los suelos también de madera. A un lado de las paredes hay una ventana enorme con unos sillones improvisados. Muy lindo -Estas helada, helada. -Dice ella abriendo una puerta y metiéndome dentro.  Abro mis ojos como platos al ver la habitación. -Oh, Dios mío. Creo que mi boca cayó al suelo de la impresión. Es simplemente wow. Nunca había visto un cuarto así de lindo en mi vida. Las paredes son grises, él suelto es de madera pero tiene diferentes tonos ceniza. La cama y el resto de los muebles son blancos y muy modernos. Es todo un estilo contemporáneo. Hay una alfombra frente a la cama. Me descalzo y me paro sobre ella. Es muy suave, como un peluche. Miro hacia arriba y veo que falta una parte del techo que fue remplazado por unos enormes ventanales. Miro como las gotas de lluvia golpean en el vidrio y sonrío. Frente a la cama también hay una ventana del piso al techo. Pero esta está tapada con cortinas. -Es impresionante. -Le digo a Cali. -Si si pero ahora es importante que te duches. -Recuerdo que estoy toda mojada y asiento. Ella abre una puerta que está en la pared izquierda y se hace un lado. - Hermoso.- Si la habitación era impresionante el baño es como estar en el cielo. Dan ganas de llorar. Todo está hecho en mármol blanco y está dividido en dos habitaciones. En una está la bañera con todas las comodidades. La mesada con dos lavabos, un enorme espejo detrás y debajo de un mueble de madera con muchos cajones. También a un lado hay una hermosa planta verde para darle vida a la habitación. Y el otro cuarto es una ducha enorme con el wc y bidet. Cali desaparece un momento y vuelve con un par de toallas. -Aquí tienes. Toma una ducha bien caliente y arréglate. En un rato vendré por ti. -Gracias. - Digo tomando las toallas. -De nada. Ahora dúchate. No quiero que enfermes. -Si señora. -Hago un gesto militar y ella se va riendo. -Debo estar soñando. - Río y comienzo a saltar descontroladamente por todo el baño emocionada. Recuerdo que tengo el reproductor en la chaqueta y lo quito del bolsillo izquierdo. Lo dejo sobre la mesada y me desvisto. Lo bueno de este mágico aparatito es que no se estropea con el agua. Me enchufo los audios y busco una canción. Perfecto "Se mueve como jagger" de Maroon 5 comienza un sonar. Adoro sus temas. Abro la ducha y me meto dentro comenzando a cantar. Solo dispara a las estrellas si se siente bien Entonces apunta a mi corazón si te apetece Llévame lejos y hazlo bien Juro que me portaré bien Querías control, así que esperamos Puse un espectáculo, ahora lo hago Dices que soy un niño, mi ego es grande No me importa una mierda Y va asi Tómame por la lengua y te conoceré Bésame hasta que estés borracho y te mostraré Todos los movimientos como Jagger Bailo como Mick Jagger Bailo como Mick Jagger No necesito tratar de controlarte ... Me muevo de un lado a otro usando mi puño como micrófono. Me siento como en un concierto. Pero el sueño dura poco. Cuando termino de lavarme salgo de la ducha y yo envuelvo en una toalla el cabello y con otra me seco un poco antes de envolverla en mi cuerpo. Salgo del baño cantando "Super bass" de Nicki Minaj que acaba de empezar. Veo que mi maleta está encima de la cama y me acerco a abrirla. Ohh esta es la mejor parte. Chico, tienes los latidos de mi corazón corriendo Golpeando como un tambor y viene en camino ¿No puedes escuchar ese boom, badoom, boom, boom, badoom, boom, bajo? Sí, ese es ese súper bajo Tengo ese súper bajo boom, badoom, boom, boom, badoom, boom, bass Sí, ese es el súper bajo ... Comienzo a mover las caderas y levanto mis brazos cerrando los ojos y moviéndome. Unos segundos después me quito la toalla y empiezo a buscar que ponerme sin dejar de moverme. Qué bueno que la maleta tenga una tela impermeable, de lo contrario no tenga una sola prensa para usar. Tomo un conjunto de bragas y sostén lilas y me los pongo. Me encanta esta música. Sigo moviéndome y tomo mi loción para el cuerpo pero con el movimiento la dejo caer. Suspiro, me agacho y tomo la loción. Pero cuando me levanto quedo paralizado al ver a Hilario apoyado contra el marco de la puerta de brazos cruzados y mirándome con una sonrisa malévola. Ohh Dios. -Tomo lo primero que encuentro para taparme. Él suelta una carcajada. -¡¡No te rías !! ¿Qué haces aquí pervertido? Largo. -Tomo una almohada y se la lanzo. Él la esquiva y gira los ojos. -Vine a decirte que Cali tuvo que irse por los asuntos importantes y me encontré con eso. -Dice señalándome. -Calista se fue? -Él asiente. -Ohh, pero volverá ¿verdad? -Él entra y se para frente a mí. -Yo no estaría tan seguro de ello. -¿A dónde fue? -No lo sé. Ahora, vístete y baja para que aclaremos algunas cosas. -Claro. Me mira de arriba a abajo como un depredador haciéndome sentir indefensa y se va de la habitación. Suspiro aliviada. Me termino de vestir con una calza negra y un suéter de crochet Lila para que no se note que tengo debajo. Lo combino con unas bailarinas color piel y un moño en la cabeza. Bajo a la sala y veo a Hilaro sentado en uno de los sofás con su celular. Me acerco a él que al notarme baja el dispositivo y me señala para que me sienta. -Tenemos que establecer ciertas reglas. -Dados molesto Eso no suena muy bien.
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