Allison
Desperté con el constante sonido del teléfono, pero mientras lo observe sobre la mesa de noche, preferí ignorar a quien sea que llamará a esta hora. Si se trataba de algo importante volverían a llamar más tarde y si no lo era, me libraría de escuchar alguna tontería.
Tampoco es que muchas personas me llamaran, pero podía tratarse de alguno de mis padres, mi hermana o alguna empresa dispuesta a ofrecerme algún ridículo servicio, que no necesitaba.
Cuando el molesto sonido cesó, volví a acomodarme entre las mantas y traté de volver a dormir. Una de las ventajas de trabajar en casa, era elegir mis horarios y para mi, aún era demasiado pronto.
Pero el mundo parecía estar en mi contra el día de hoy, ya que cuando creí que por fin podría dejarme llevar y volver a perderme en ese mundo donde no habían problemas y podía descansar tranquilamente, el timbre de la puerta comenzó a sonar.
Con desgana me levanté y caminé lentamente hacia la puerta, era extraño que alguien viniera a verme, ni siquiera mi hermana venía a visitarme en días de semana.
Cuando llegué y observé por la mirilla, me sorprendí al visualizar del otro lado a Gonzalo, el policía de los ojos verdes que conocí el día del incendio.
Es mi vecino, sí, pero nunca antes había tocado a mi puerta.
Con nerviosismo giré sobre mi y apoyé mi espalda en la fría madera, dejándome caer lentamente hasta quedar en una posición en que podía abrazar mis piernas. Si no pensaba en que él se encontraba detrás, separado solo por una puerta, todo estaría bien.
“—Entonces tendré que trabajar para conseguir que aceptes ser mi novia.”
Eso es lo que había dicho y no podía sacar esa frase de mi cabeza, porque tal vez le había dado una impresión errónea y él había entendido que estaba interesada. Y aunque él era bastante atractivo y verdaderamente parecía amable, no estaba buscando una relación o algo parecido, ni con él, ni con nadie.
Contuve la respiración, tal y como me habían enseñado mis terapeutas. Inspirar, contar lentamente hasta diez y soltar, luego repetirlo hasta calmarme. Con eso debería estar bien, al menos hasta que mi vecino se marchara.
Cinco minutos más tarde, finalmente cedió y dejo de tocar, por lo que me puse de pie y caminé hacía la cocina en busca de un vaso de agua.
¿Por qué tenía que pasarme esto ahora? Yo soy feliz viviendo en la oscuridad y no tengo planes para salir.
Ya resignada a que no podría volver a dormirme, tomé mi teléfono y vi la llamada perdida. Efectivamente era de Melody, mi hermana y no teniendo nada más que hacer, opté por devolverla.
—¿Por qué no respondes? Me enteré lo que sucedió en el edificio. ¿Estas bien Ali? —Preguntó apenas tomó la llamada.
Rasqué mi cabeza y me pregunté: ¿Cómo pudo enterarse del incidente? Aunque esta vez si se había tardado, ya que llamó dos días después.
—Ali, ¿Me escuchas? ¿Estas bien?
—Sí, lo estoy. —Respondí rápidamente.
Ya estaba bien, de hecho, nunca estuve mal, solo un poco asustada y nerviosa. Pero eso es normal, me sucede cada vez que debo salir y rodearme de muchas personas, eso sin considerar que estas solo me observaran y murmuraran cosas sobre mi.
—¿Por qué no me llamaste para contarme? Pudiste venir a casa y quedarte esa noche. Bueno, la verdad es que dudo mucho que quisieras hacerlo, pero tú me entiendes. —se apresuró a decir, mientras me preparaba un te.
—¿Por qué no?
—Ismael invitó a su hermana, por lo que ella, su marido y su hija llegaron, conociéndote, no querrías estar aquí. —en verdad no lo querría, eran demasiados.
—No fue algo grave, solo un cortocircuito en casa de una vecina. Fue más grande el escandalo, que el problema real. Pero ya todo esta resuelto, lo malo es que tuve que salir y ya sabes, ahora no tengo mi capa de invisibilidad y todos parecen poder verme. —principalmente él…
—¿Alguien interesante?
—¡No!
—Respondiste muy rápido, así que cuéntamelo todo. ¿Es guapo? —Gemí y maldije haber mencionado a los demás inquilinos del edificio.
—Estaban todos observándome y hablando de mi como si no los notará, me sentí tan nerviosa que casi me da una crisis allí mismo. No entiendo porque lo hicieron, soy como todos ellos.
—Eres bonita, pero lo más importante, seguro los miraste a todos como un ciervo miraría a un camión viniendo hacía él a toda velocidad.
Eso podía ser verdad, pero no podía controlar mis expresiones, me ponía nerviosa entre los desconocidos.
—Tal vez lo hice.
—Estoy segura de que lo hiciste. Pero no me cambies de tema Allison Müller y dime quien fue el más interesante. —no sabía si había sido el más interesante, pero si fue el más osado.
—Un policía, que resulta ser mi vecino. Su nombre es Gonzalo, él parecía muy preocupado por mi bienestar, incluso dijo que éramos amigos. ¿Puedes creerlo? Nunca antes me había visto.
—Algunas personas son así, les encanta ser amistosas con todo el mundo. Sería bueno que tengas alguien con quien pasar el tiempo y charlar.
—Definitivamente no.
—¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo?
—Él dijo que tendría que trabajar en conseguir que fuera su novia. No estoy pasando tiempo con ese hombre.
Me senté y apoyé la taza de te caliente sobre la mesa de la cocina, mientras mi hermana estallaba a carcajadas al otro lado de la línea. Era bueno que le divirtiera algo que a mi me provocó tanta consternación.
—Eso no es algo malo, Ali.
—Así estoy bien. Entiéndelo Melody, si estoy sola es porque así lo quiero. No confío en nadie, solo en ti, en nadie más. —ni siquiera nuestros padres tenían ese merito, ellos habían arruinado todo hace años y no creía que pudieran arreglarlo algún día. Aunque tampoco intentaban hacerlo.
—Pero si le dieras una oportunidad quizás podrías ver que es una buena persona, no puedes esconderte para siempre en esas cuatro paredes— Quizás no lo haría, pero podía intentarlo.
Mi soledad no dañaba a nadie, yo era feliz y los demás también. ¿Acaso no podía ver eso?.
Afuera todos mienten, traicionan, lastiman y no sienten culpa por ello. Te miran a la cara con una sonrisa, mientras en su espalda esconden un puñal, listo para clavarlo en cuanto les muestres la espalda. Luego terminarían culpándote a ti, alegando que los provocabas, que ellos no querían hacerte daño y muchas mierdas más.
—Tengo trabajo que terminar, dentro de una semana debo entregar un retrato importante. Hablamos más tarde. —no esperé su respuesta, simplemente terminé la llamada.
Sé que ella esta preocupada por mi, pero no debería estarlo, estoy bien y no necesito un amigo o algo más para estar mejor.
Una vez que terminé de tomar el desayuno, caminé hacia la puerta de entrada y la abrí, no creía que mi vecino siguiera allí, pero de estarlo, no dudaría en llamar a la policía y denunciarlo por acoso.
Pero él no estaba, en su lugar había un bonito girasol, con una nota encima. Lo tomé y entré nuevamente, preparada para leer lo que había escrito.
“Lamento si te espanté, pero tiendo a ser honesto con los demás. Me gustaría conocerte, pero para lograrlo debes dejar de esconderte, ya te hemos visto Allison, ya te vi y muero por volver a hacerlo. Si sientes que es mucho, simplemente considérame solo un amigo, pero ya no te escondas”.
¿Qué no me esconda? No lo hacía, bueno a excepción de hoy, solo llevo mi vida como siempre.
Preferí ignorarlo y dejar la nota sobre la mesa, mientras ponía el girasol en agua. Era muy bonito y no quería que se echará a perder.