-¿Y hacia dónde vamos exactamente? - Pregunto intrigada la chica, sentía que debía hablar porque de no hacerlo entonces iba a quedarse dormida y aun no confiaba lo suficiente en Mike como para quedarse dormida en un auto en movimiento que precisamente él conducía
-Un pueblo hacia el este, MainTown se llama
-¿Y porque justamente allá?
-Porque la casa la construyeron allá- Sentencio con obviedad
-Entiendo, ¿Y que los hizo elegir ese lugar para construir?
-No lo se Amanda, lastimosamente no estaba allí cuando tomaron esa decisión, así que tendré que decepcionarte diciendo que no tengo ni puta idea
-¡Vaya, pero genio! - Ella rodo sus ojos
-Estoy un poco tenso, y verte pelear con el sueño me desquicia, no había ninguna parada por aquí cerca, y me estas enloqueciendo
-Yo no estoy peleando con el sueño
-Por supuesto que sí, llevas media hora bostezando, estirándote y se te nota la pesadez en los ojos, me desesperas
-¿Por qué? ¿Por qué no te hago fácil el trabajo de secuestrarme y llevarme Dios sabe a dónde?
-Pensé que ya habíamos superado el tema del secuestro, violación, extorsión, o cualquier otro fin dañino para el que yo quisiera usarte
-Tal vez para ti, pero yo sigo en el auto de un desconocido sumida en medio de la nada
-Bueno, tampoco es que tengas mucho que hacer en caso de que decida raptarte, ¿O sí?
-Puedo gritar
-Nadie va a oírte- Él se burlo
-También tengo piernas, puedo correr
-Soy más alto que tú, das paso de duende Amanda, sería más que fácil alcanzarte
-Buen punto, mejor detén el auto, me iré antes de que puedas picarme en pedacitos
-Definitivamente te falta un tornillo- Soltó Mike- Ya duérmete, ¿Quieres? Te llamaré en cuanto lleguemos a un servicio de 24 horas oa una tienda departamental
-¿Y eso es en más o menos cuánto tiempo?
-Si mi memoria no me falla, alrededor de dos horas
-Suficiente para llevarme a tu guarida
-Está bien, Scully [1], ya duérmete o me desquiciaras
-Mike- pidió entre balbuceos, realmente estaba cansada
-¿Qué quieres ahora?
-Prométeme que no me dejaras tirada a mitad de camino- pidió con los ojos cerrados
-No, a ti no te dejare- Afirmo mientras sentía como ese algo que lo atormentaba a diario se instalaba nuevamente en su pecho, se negaba a dejar a Amanda, no podía hacer lo mismo que había hecho meses atrás, se sentó moralmente impedido, y por eso era que la iba a proteger a como diera lugar
Y es que viéndola allí, al lado suyo, durmiendo apaciblemente, respirando rítmica y pausadamente, sintió que no había imagen más bonita que ella, Amanda le recordaba a su hermana, valentina
Ella también solía ser así de desparpajada y al mismo tiempo cohibida, Mike podía ver el mismo miedo que había visto en valentina en los ojos de Amanda, ese de sentirse incapaz de continuar con la vida tras una tragedia, ese que le gritaba al mundo que estaban librando una guerra interna que a veces les ganaba, ese mismo que había pedido auxilio en Valentina y que sin embargo todos y cada uno de las personas a su alrededor trabajo ignorado
Eran dos errores los que Mike tenia que enmendar, un par de cosas que no lo dejaban continuar en paz, donde han sido aquellos acontecimientos los que lo hacían sentirse en deuda con Amanda, los que lo obligaban a intentarlo, quizás para Amanda no era demasiado tarde , quizás para ella aun había una oportunidad
No podía dejar que Amanda se perdiera, no cuando él era en gran parte responsable por su tragedia, ella con sus mejillas morenas y sus grandes ojos negros iba a tener una segunda oportunidad, sin importar nada, sin importar que, iba a entregar su vida a cambios si es que aquello fuera necesario, le iba a dar los mejores días de toda su jodida vida
Amanda, quien se movió hacia la derecha del auto, no pudo evitar caer rendida, el clima estaba delicioso, el ambiente era tranquilo y aquella canción que sonaba ligeramente por los altavoces de Mike la estaba arrullando, todo aprecia de ensueño, todo parecía correcto
Incluso el Chris que empezaba a ver en sus sueños parecía lo suficientemente real como para reconfortarla
-¿Me dejas invitarte a un café? - Pregunto con coquetería al oído de la pelinegra quien salía de la escuela con sus libros en la mano y sus amigas a cada uno de sus lados
-Si, creo que estaría bien- Sentencio ella pasándose un mechón de cabello por detrás de la oreja
-Entonces vamos- Le extendió la mano, mientras ella lo miraba confundida
-¿Así? - inquirió con risas mientras bajaba la mirada hacia su uniforme, color verde oscuro, poco favorable y de un largo que le molestaba
-¿Por qué no? - La insto él, sonriendo, siempre sonriendo
-No lo sé, yo creo que debemos cambiarnos…
-Amanda deja de pensarlo tanto, solo vamos, prometo que no te demorare- Dijo, aunque aquellas palabras están sin duda en una promesa que él no había cumplido, porque después de esa tarde, Chris le había demorado la vida completa, y ella se habría quedado gustosa con él por siempre
-Esta bien- Acepto, tomando su mano y entrando en el deportivo color rojo del chico, al fin y al cabo, afuera parecía que iba a llover, y no quería mojar su cabello n***o recién arreglado
-Hay un Starbucks cerca, ¿Te apetece ir?
-Ya se que hay un Starbucks cerca, hemos ido un millón de veces, solo no entiendo porque el formalismo de hoy- Se burlo
-Porque hoy es especial- Él encendió el estéreo del auto y comenzó a tararear el rap de Eminem que sonaba
-¿A si? ¿Qué lo hace tan especial? - Ella levanto una ceja con incredulidad
-No lo sé… - Levanto los hombros
Ambos chicos condujeron hasta la cafetería, sin embargo incluso antes de llegar un aguacero comenzó a azotar la ciudad afuera, no se veía nada gracias a la lluvia y era difícil incluso aparcar en el estacionamiento del Starbucks
-¿Y ahora qué hacemos? - Pregunto Mike
-Yo quiero mi café caliente- Se quejo Amanda
-Entonces vamos por ellos
-¿Cómo vamos a conseguir llegar?
-Corriendo- Amanda sabía que no podía decirle que no a Chris, él era persistente, demasiado persistente, y la verdad era que ella también se moría por ese Cappuccino caliente con leche de almendras
-Vamos- Ella sonrió
Chris salió del auto, dio la vuelta y abrió la puerta de Amanda quien se preparó para atravesar la tormenta junto a él, nuevamente el chico la tomo de la mano y entonces se enfrentaron juntos a la tormenta torrencial, corrieron como un par de pequeños en apuros, sin embargo parecía que la lluvia iba a ganarles, el Starbucks estaba escandalosamente lleno, y había mucha gente fuera escampando de la lluvia, de querer ir, les iba a tocar esperar afuera, y Amanda tampoco se creía capaz de quedarse ahí a la merced de la madre naturaleza
-¡Chris volvamos! - Exclamo ella
-¿Qué dados?
-Que volvamos al auto, estoy empapada- Señalo su uniforme, sin embargo Chris solo se quedo observándola, le tomo la otra mano y se puso frente a ella
-¡Amanda! - Dijo
-¿Que? - Grito ella en respuesta, aquello le parecía gracioso en exceso
Quería pedirle que fuera su novia, lo había estado planeando durante todo el ultimo mes, había estado meditando en la manera correcta de hacerlo mientras iban en el auto, pero en ese momento en que la tenia ahí, frente a si, mojada de los pis a la cabeza y con los ojos brillantes entendía, que no había un modo correcto, no había un manual que dictara hacerlo como bien, él solo sintió que debía besarla, allí bajo la lluvia y que ya después sabría como hacer el resto
-Mike, debemos volver, no quiero enfermarme justo para los exámenes finales- Se quejo, sin embargo la única respuesta que obtuvo por parte del chico, fue un beso, un beso que le había parecido el mas dulce que había recibido en toda su vida , un beso que la había tomado por sorpresa y que le había gustado mucho mas de lo que se habría imaginado
-Se mi novia- Le pidió al separarse
Amanda lo miro fijamente a los ojos y entonces sonrió, una sonrisa que le salía from el corazón, una sincera, y una que él amaba ver en ella
-Si- La chica asintió
Por supuesto que sí, la respuesta para Chris iba a ser siempre si, sin importar que
-Amanda, despierta- Mike la movió dentro del auto, acababan de encontrar un Walmart, ya casi amanecía, y la chica estaba llorando dormida- Amanda, debes despertar- Dijo
Ella se movió ligeramente en el asiento, sin embargo se estaba haciendo de todo sus esfuerzos para no despertar, no quería hacerlo, no quería abandonar aquel sueño que le recordaba cómo he sido las cosas al principio, no quería dejar de ver a Chris, no perder esa capacidad de tocar su piel incluso aunque no se sintiera como lo había vivido en la vida real, no quería dejarlo que se fuera
No hacer lo mismo que había hecho en aquella noche en que él se había marchado, necesitar pedirle que no se fuera, que se quedara con ella y que no la abandonara
-Amanda, ¿Qué sucede? - Inquirió Mike tocándole la frente que estaba llena de sudor y limpiándole las lagrimas que caían a borbotones de sus ojos cerrados- Princesita despierta, no me asustes de esta manera
La voz de Mike se volvía cada vez mas fuerte y la imagen de Chris se veía segundo a segundo un poco mas distorsionada, era mas fuerte la realidad, y en algún momento debía volver a ella, pero nunca había sentido tanta rabia por una persona como por Mike en ese momento
-¿Qué quieres? ¿Por qué me despiertas? - Le pregunto con rabia entre sollozos
-Estabas llorando- Él le paso los dedos por el rostro, sin embargo ella se alejo de inmediato de su contacto
-No me toques, estoy bien- Siguió llorando desesperadamente, le dolía el corazón, le ardían los ojos, y solo quería volver a dormir… A soñar con Chris- No debiste despertarme, debiste haberme left
-¿Qué estabas soñando? - Le pregunto él con delicadeza
-Eso no te importa- Espeto ella- Nos vemos adentro, necesito comprar un par de camisetas más- Gruño molesta entretanto salía del auto, estrellaba la puerta del copiloto y entraba en la tienda departamental
Al entrar en Walmart, Amanda se sintió perdida, en todos los sentidos posibles en que una persona podía perderse, no sabia a donde ir, a donde dirigirse, el lugar parecía vacío y ella lo único que quería seguir haciendo era llorar, no quería volver con Mike porque en ese momento lo odiaba por despertarse, pero tampoco quería dar un paso adelante, por lo menos no sola, necesitaba a alguien, a alguien que la agarrara y la llevara de la mano, podía parecer estúpido, y en algún punto se sintió de esa manera, pero la chica sintió, que necesitaba quien la sostuviera, porque de dar un paso mas ella sola, entonces sintió que iba a tambalearse e iba a caer
Mike, quien seguía en el auto tratando de entender lo que acababa de pasar, se percato de Amanda quien permanecía en la puerta de entrada dándole la espalda, y entonces como si algo le hubiera dicho lo que tenia que hacer, se bajó del automóvil y fue hasta donde ella estaba
-¿Todo bien? - Pregunto con rudeza, mientras le tomaba la mano con determinación
La chica miro hacia Mike, se fijo en la forma en la que él apretaba su mano con seguridad, y entonces soltó todo el aire que no sabía que había estado conteniendo
-Ahora si- Susurro estrechando sus dedos aun mas con los de él
-Bien, entonces entremos, no compres nada que no sea de verdad necesario, ¿De acuerdo? Te recomiendo que vayas primero por algo de ropa interior
-Claro- Ella contesto sin ganas
Mike y Amanda caminaron hasta los pasillos de la ropa, Mike dejo a Amanda en la sección femenina y se dirigió hasta su derecha a la ropa de hombres, todo sin quitarle la mirada de encima a la chica, quería poder estar ahí para ella si es que lo necesita
Sin embargo ya pesar de que Amanda parecía estar concentrada en lo que hacía, su mirada se veía perdida, su rostro lucia triste y aquello le dolía de alguna forma a un Mike que se había prometido darle los mejores días que podía
El chico encontró la manera perfecta de hacerla reír y la iba a poner en práctica, así que tomo de los estantes un vestuario que nunca se habría puesto en su sano juicio y se dirigió a los vestidores
-¿Cuánto dinero tenemos? Debes saber que no he traído tarjetas de crédito o efectivo- Le pregunto Amanda a un Mike que había visto hacía unos segundos de pie allí donde ella acaba de llegar
De inmediato el corazón de la pelinegra comenzó a latir con velocidad la verse sola en aquel tan grande, no veía a Mike por ningún sitio y estaba empezando a alarmarse ya pensar en todo lo que podía haber sucedido
Quizá él se había dado cuenta que ella suponía una carga que él no pensaba llevar, quizás sus dramas demasiado grandes para el chico, tal vez había hecho justo lo que ella le había pedido que no hiciera
La había abandonado
Sin embargo, la parte optimista de Amanda siguió buscando alrededor de la tienda incluso aunque sus ojos llorosos le impedían ver del todo bien
-Mike, no te vayas tú también- Susurro caminando con preocupación
-¿Qué te parece esto? ¿Tú crees que sea mi talla? - Le pregunto el chico saliendo con un disfraz demasiado ridículo
Amanda se quedó ahí de pie observándolo, no sabiendo que hacer, si golpearlo por haber desaparecido, si reírse de lo mal que se veía, o si correr a abrazarlo por no haberla left
-¿Tu qué crees? Yo opino que la tanga es un poco pequeña, ¿No lo ves así? - inquirió riéndose de si mismo mientras hacia un movimiento exagerado con las piernas
-¡Oh por Dios! No vuelvas a hacer eso usando eso- Amanda opto por la segunda opción, al fin y al cabo, su atuendo superaba todo el resto de cosas
Mike llevaba puesta una tanga narizona de lentejuelas moradas, una capa verde menta y un top n***o que le quedaba demasiado estrecho, se veía ridículo
Y ella solo podía reír
Mike la vio reírse, y entonces se dio cuenta de que aquello valía la pena
Ella lo valía.
[1] Referencia al programa de TV Los expedientes secretos X, donde se estudiaban casos paranormales y misteriosos.