Adelante- Capitulo 6.

2414 Words
-No lo sé, es que todo esto suena tan descabellado- La chica se llevo las manos a la cabeza y empezó a caminar alrededor del balcón que era en demasiado realidad pequeño para lo que ella quería hacer Muy en el fondo quería huir, quería alejarse de todo aquello, de lo que su madre le había impuesto y de lo que todo el mundo había esperado siempre de ella, estaba cansada de tener que verse obligada a encajar en un maldito molde que en realidad nunca había sido a su tamaño y dimensiones, estaba harta de tener que seguir con las exigencias de todo lo que las personas creían ella podía hacer con su vida “Vas a ser una excelente abogada” “No existe otra cosa más aparte de esto para” decían y proclamaban a voces mientras le estrechaban la mano con formalidad y le decían palabras que debían ser de aliento pero que a ella le sonaban mas a condena que a otra cosa, ¿Y que si es no era lo que ella quería? ¿Y que si su vida no estaba en un congreso lleno de gente como su padre de la que ella nunca había gustado? ¿Eso no importaba? ¿No podía elegir? El accidente de Chris lo había puesto todo en perspectiva, le había permitido darse cuenta de esos detalles de su vida que sobre los que ella no tenia control, eran simplemente casi que ordenes que Amanda debía cumplí y ya estaba, porque así debía ser ella, así había sido siempre, la chica perfecta, con el novio perfecto, los padres perfectos viviendo en la mansión perfecta, daba asco tanta hipocresía Y luego se aparece, aquel chico lleno de desparpajos y de locuras que le pedía una noche, sin siquiera conocerla del todo bien, que se fuera con él a un lugar desconocido, ciertamente la oferta sonaba como algo tentador, pero es que justo ene se momento, Amanda no sabia de que quería escapar con precisión, si de su madre y el mundo al que durante tanto tiempo había pertenecido, oa los sentimientos que Mike evocaba en ella Él parecía ser ese tipo de persona que se convertía en huracán, en ese que dejaba un desastre tras su paso y se llevaba consigo toda la vida de las personas, él parecía bueno, pero es que esas personas eran las peores, eran las que más dolían al marcharse, lo sabía, porque Chris también había sido una de ellas Y eso la asustaba, porque, aunque sabía que el corazón le iba a arder cuando todo aquello acabara, sus piernas lo único que querían hacer era correr mientras gritaban a todas voces que seguirían a Mike hasta las estrellas si así lo quisiera No siempre se aquella aquella conexión, y Amanda no sabía que hacer con todo eso -Ese es el punto, princesita-El chico la siguió a través del balcón y la tomo por los brazos- El punto es que sea descabellado, pero que a pesar de eso lo hagamos- Le pidió -¿Pero porque yo? - Le pregunto la chica con intriga- No me conoces de nada, no sabes si voy a cortarte en pedacitos al dormir -Puedo correr el riesgo- Mike levanto los hombros con indiferencia, la verdad era, que muy dentro de si había querido decirle que era porque debería compensarle lo que había hecho en el pasado, que debía buscar la redención a eso que lo había dejado dormir en tanto tiempo y que lo despertaba en las madrugadas sudado y con pesadillas Sabia que soltarle eso de sopetón a Amanda la asustaría, y no era eso lo que Mike buscaba, no en lo absoluto, ya se lo diría después, con mas tiempo, mas calmados y cuando menos demonios se atravesarán por su cabeza, por el momento quería llevarla lejos de allí Quería que dejara de sentirse sofocada y que se diera cuenta que aun había un final del arcoíris el cual buscar, iba a desnudar su alma, hasta el punto en el que ni ella misma se reconociera, porque ya suponía el chico, que esa persona encerrada en eses caparazón de cobardía no era ella Tenia la necesidad, no de cambiarla, si no de darle otra vida Una que a ella le resultase mejor, y mas divertida, una en donde no tuviera porque cohibirse ni cubrirse sus, una en donde ondeara su cabello con altanería y diera su punto de vista con fuerza, una en donde volviera a ser la misma Amanda que él había observado en alguna ocasión a través de un cristal que había resultado demasiado grueso como para lo que él quería hacer Tocarla y sentirla -No soy tu experimento, Mike, perdóname que te lo diga, pero tienes cara de ser todo un casanova, y yo no me convertiré en la siguiente en la lista, yo no quiero ser la siguiente chica a la que llevas a vacacionar, para pasar unos días, follartela y después dejarla tirada, no quiero eso, de verdad que no -Amanda, yo no quiero solo follarte y dejarte tirada, no voy a hacer eso -También dijiste que no ibas a besarme -Eso, bueno, fue imposible no hacerlo- El chico se rio levemente mientras ponía su mano en la parte trasera de su cuello y miraba con coquetería a una Amanda que estaba embobada con esa imagen -También va a ser imposible no follarme- Le reprocho con descaro -No te creas tan irresistible, princesita, no es que como si fueras Cleopatra, ¿De acuerdo? Amanda lo miro confundida, y entonces soltó un suspiro pesado -Ya que queda claro que no soy Cleopatra, y que no vas a follarme quiero poner un par de reglas más- Sentencio -¿Reglas? - Mike la miro algo amargado -Si, reglas, ya ves, ni siquiera te he dicho cuales son y ya estás haciendo mala cara -Aquí entre nosotros, nunca he sido bueno con eso de las reglas, nunca se me dieron bien, ni con mis padres, cuya casa abandone a la primera oportunidad, ni en la escuela, de la que me corrieron en más de una ocasión -Bien, pues yo tengo mis reglas, ¿Las quieres escuchar o no? - Pregunto diciéndose a si misma que no iba a negociar aquello, no cuando esas reglas las iba a establecer con el único propósito de protegerse… De proteger a su lastimado corazón -Adelante- Mike rodo los ojos y se desplomo en un pequeño silloncito en el sofá -No puedes volver a besarme- Espeto, mientras Mike sonreía divertido, volver a besarla era algo que en definitiva quería volver a hacer, Amanda era jodidamente sensual, ese cabello de ella, esas curvas y esos pantalones ajustados eran lo suficientemente eróticos como para que él se dejara llevar -Tampoco quería hacerlo- Soltó con una mueca -Perfecto- Contesto ella con una ceja alzada- Tienes prohibido coquetearme -¡Por Dios, pero que arrogante eres! - Exclamo- No voy a coquetearte, ni a volver a besarte, no voy a acercarme a menos de por lo menos un metro de distancia -Lo digo porque lo has estado haciendo desde el momento en el que nos conocimos, y si es que se trata de algo involuntario, entonces contrólate -Ustedes las chicas no saben diferenciar entre coquetería y amabilidad -Si lo sabemos, por eso te hago la advertencia- Sonrió- Tercera regla, si quiero volver, necesito que prometas que me traerás de vuelta, no quiero tener que pedir un aventón por ahí a cualquier desconocido -Siempre podrías pedirle a papi que te vaya a recoger- Dijo con desdén -No más chistes a cerca de mis padres, no quiero necesitar de ellos, y tampoco creo que quieran ayudarme, así que, ¿Lo prometes? -Si, si, te traeré si decide echar a perder el viaje -¡Ey! Sin reproches, no fui yo quien se invitó, y es enserio cuando digo que nada de padres, si estamos muriendo de hambre solos ya la deriva entonces tenemos dos opciones, o nos las arreglamos, o morimos, pero ellos no son una opción -Esta bien, princesita -Y deja de decirme princesita me hace sentirme estúpida, como privilegiada -De acuerdo, princesita -¿Ya ves? No vas a cumplir las reglas, eres un puto cavernícola sin escrúpulos -No voy a discutir al respecto- Sonrió con arrogancia -Después de todo Mike Thousand, ¿A que se dedican tus padres? - Inquirió con curiosidad -Mi madre se dedica a la meditación, y mi padre es un pequeño empresario- Soltó con desinterés mientras se ponía en pie, el tema de sus padres era algo que no le gustaba tocar mucho, se le ponían los vellos de punta y algo extraño corría a través de su espina dorsal -¿Y tu hermana? Valentina, dijiste que se llamaba, ¿Dónde está? Mike apretó la mandíbula y sus nudillos se pusieron blancos al apretar los barrotes del lugar, la sangre corría con velocidad a través de su cuerpo, y se sintió inundado de adrenalina, tal cual a como sucedía siempre que se acordaba de aquello -Amanda, te lo preguntare una sola vez, ¿Vas a ir conmigo o no? - Cuestiono con rabia La chica se quedo absorta en el modo en que su cuerpo se había convertido en una roca que parecía indestructible, la forma en la que su rostro había cambiado de algo juguetón a una imperturbable expresión que alcanzaba incluso a darle un poco de miedo, y sin embargo ya pesar de eso, soltó la respuesta que ella también quería oír salir de sus labios -Si, voy a ir contigo -Bien, y ahora déjame entrar, el puto frio me está matando- En esta ocasión, Mike no le pidió permiso para moverse hacia su habitación, simplemente se movió hasta la puertecilla, la abrió y entro en ese lugar que se veía pulcro demasiado para una chica de la edad de Amanda -Por supuesto, sigue- Murmuro ella con sarcasmo mientras iba tras de él, aun no estaba muy segura de que no fuera un psicópata -Bien, arreglare mis maletas, dime como es adonde vamos -Hay árboles, casas, agua, vegetación -Si, si, supongo que oxigeno también, hablo enserio Mike, es cálido, frio, ¿Cómo es? -No sé cómo estará en esta temporada, solo lleva un saco por si hace frio, y unos pantaloncillos por si hace calor, no es algo por lo que debas matarte la cabeza -¡Hombres! - Soltó con una mueca de fastidio Amanda comenzó a caminar de su vestidor hasta la cama en donde había abierto una pequeña maleta rosa, y entonces comenzó a llevar cosas de diferentes tipos, suponía que iba a necesitar cosas para diferentes ocasiones, para nadar para ir de fiesta, para ir a una cita, y quien sabe, tal vez y solo tal vez a una cita Mike la vio llevar y traer ropa con desinterés, sin embargo se quedo sumido en su cabeza en cuanto vio un par de prendas de lencería roja fuego, de inmediato su mente comenzó a volar a lugares a los que se suponía que no debía ir, vio las prendas, vio el encaje, y se imagino aquello puesto sobre la piel morena de Amanda, sin duda debe verse de infarto Amanda, quien se dio cuenta de aquello, soltó una risa con picardía y se mordió el labio inferior con descaro mientras lo veía con los ojos encendidos -¿Te gusta? - Le pregunto señalando la ropa -Es excitante- Soltó con la voz ronca -¿Quieres ver la que traigo puesta? - Amanda desabrocho el botón de sus pantalones, dejándolo ligeramente descubierto, para que así Mike alcanzase a ver la tela morada oscura que cubría su sexo -¡Joder, Amanda! - Sentencio mientras se acomodaba el pantalón, en donde un bulto se había formado en su entrepierna -Y no querrás ver la que guardo para ocasiones especiales- Susurro walking con descaro hacia él Amanda se movió hasta la silla donde estaba Mike, y entonces se sentó a horcajadas sobre él, moviéndose sensualmente hacia adelante y hacia atrás sobre sus pantalones, Amanda era fuego puro, ya Mike le encantaba eso, el problema era que la ropa aún se interponía entre ambos y necesitar tocarla por todas partes, necesitar sentir su piel desnuda contra las yemas de sus labios Amanda metió sus manos bajo la camisa de él mientras el enredaba sus dedos en el largo y n***o cabello de Amanda, quien aprecia una puta diosa proclamándose reina allí encima de él -Házmelo- Le susurro mientras le mordía el lóbulo de la oreja con descaro -¿Qué te haga qué? Mike se quedó esperando a una respuesta, sin embargo Amanda parecía estar suspendida en el tiempo, o en su imaginación, mejor dicho -¿Te sucede algo? - Pregunto la Amanda de carne y hueso quien permanecía totalmente cubierta a metros frente al chico -No, no, ¿Dónde está el baño? - inquirió con la boca seca mientras intentaba cubrirse -Eres un maldito pervertido- Le dijo ella mientras lo miraba con el ceño fruncido- no voy a prestarte mi baño para que hagas tus porquerías, así que ve al de fuera, en el pasillo hacia la derecha- Le señalo -Gracias- Mike se puso en pie sin soltar palabra alguna, se sentó sumamente apenado, estaba acalorado y había estado fantaseando con una chica no se había siquiera acercado a él, Amanda lo descolocaba de formas que no sabia como iba a poder controlar Tras echarse agua helada sobre el rostro, el chico salió de la habitación y entonces se dispuso a sacar a Amanda a como diera lugar de aquella habitación, no le convenía estar ahí con ella, no era bueno para su salud mental y debían irse antes de que ella terminara de elegir que llevar y que no -Nos vamos ya- Sentencio tomándola de la mano en cuanto entro al cuarto de la chica -¡Que no! No podemos irnos ya, no he terminado de hacer mis maletas -No voy a esperar a que eso suceda, porque algo me dice que entonces no saldríamos el día de hoy -Mike no es justo, no puedo irme simplemente con lo que llevo puesto -En el camino comparemos ropa -¿En dónde? -Yo que se, ¿Walmart? -Ay por Dios -Vamos princesita, no pasara nada si tu fina piel toca el poliéster de Walmart -Eres un cretino, a mi no me importa eso- Refunfuño -Entonces demuéstralo -Odio seguirte el juego- Siguió hablando mientras aceptaba la mano de Mike y comenzaba a bajar las escaleras únicamente con una pequeña mochila en la que había empacado algunas cosas de aseo Aquello le iba a costar caro a Mike, aun no sabia como, pero se iba a vengar de aquel reto al que ella no se había podido negar -¿Tu no iras a casa por nada? -Todo lo que necesito esta aquí, así que despídete de casa Amanda- Soltó -Adelante- Aseguró Amanda Ya no había marcha atrás.    
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