Cherry estaba sumida en un sueño profundo. Se encontraba en la playa mirando las olas y sintiendo el viento mover su pelo. Escuchaba risas detrás suyo y se giró para ver a Ángel sosteniendo en sus brazos un pequeño niño que reía feliz mientras Ángel le hacía cosquillas. El pequeño niño la miró y ella ahogó una exclamación al ver que tenía el mismo color de ojos que ella y se parecía a Ángel. Era su hijo. Él estiró sus pequeños brazos hacia ella y Cherry caminó hacia ellos para acercarse pero no podía llegar. Sus pasos no avanzaban y cada vez Ángel se alejaba más con su hijo. -¡Esperen! -gritó ella intentando correr. Niebla comenzó a aparecer hasta que los perdió de vista. -¡No! -gritó ella despertando. Sudor cubría su cuerpo y tenía la respiración agitada. Intentó calmarse un p