Parte 2 - Capítulo 2

1628 Words
[Adela] Entonces aquí estoy en una habitación de hotel, huyendo de mi acosador y cuidada por Han, un guardaespaldas que Gael piensa que es buena idea que se haga pasar por niñero de mis hijas para no levantar sospechas y, aunque no estoy totalmente de acuerdo de meter a cualquier extraño a nuestra familia, juré que confiaría en él y que le daría a Gael el beneficio de la duda. Salgo de la habitación y Han se encuentra sentado en la silla en frente de la puerta, al verme se pone de pie ― ¡Señora Carasusan! ― dice él de inmediato.  ―Ven entra ― le ordeno con educación.  Han entra detrás mío y se queda lejos de la cuna ― no, acércate ― le indico ― necesito que las reconozcas, son gemelas idénticas y puede que sea difícil.―  Él va a la cuna y se acerca, al verlas sonríe instintivamente ― esta es Sara y ella es Elena, sólo debes fijarte en los lunares, además Sara es un poco más pequeña que su hermana ― le explico.  ―Son hermosas, se parecen a usted ― responde.  ―Gracias,  sí son hermosas, nacieron un poco más temprano de lo normal y ahí van recuperando peso ― le digo orgullosa ― tu trabajo será cuidarlas mientras Gael y yo tengamos que salir, o cuando salgamos los cuatro juntos, quiero que estés atento a ellas mientras caminamos por la calle, que siempre estés alerta cuando ellas duerman su siesta o si yo estoy en otro lado de la casa y no puedo verlas, no puedes quitarles los ojos de encima ¿entendido? ― sentencio.  ―Entendido ― dice serio ― ¿Y usted? El señor Gael me dijo que también debía de cuidarla, con mi vida.― ―Sólo quédate a mi lado cuando te lo pida y estaré bien ― le digo sin explicar más.  Voy hacia la cama y me siento en la orilla, él me sigue y se pone de pie frente a mí ― Señora, no soy nadie para decirle esto pero me gustaría saber a qué situación de "acoso" me enfrento. Sé que puede ser algo horrible volver a repetirlo, pero, necesito estar preparado ¿ha habido amenazas de muerte? ¿contacto físico? ¿O sólo son cartas y regalos? ― me pregunta.  Suspiro ― todo  menos las amenazas de muerte, pero como veo la situación no creo que tarden en llegar ― contesto mientras veo la cuna con las niñas dormidas ― antes era fácil, me cuidaba sola y me sentía fuerte, pero ahora, desde que soy madre, desde que salí del embarazo me siento tonta, débil y tengo la ligera impresión de que Gael piensa que estoy loca.―  ―No señora, no piense eso ― me dice firme.―  ―¿Crees? Ayer por la madrugada vi que me tomaban fotos desde la calle y él no encontró a nadie, tal vez el miedo me provocó esto, ya no sé, a lo mejor estoy alucinando.―  ―¿Está seguro que es un “él”? ― me pregunta ― ¿podría ser ella? ― sugiere. ―¿En serio me meterás dudas ahora?  ― y me río por alguna razón.  ―Es mi trabajo, sólo quería saber si tenías sospechas.―  ―No, estoy segura que es hombre, trató de abusar de mí meses atrás, casi pierdo a mis bebés ― y tan sólo recordarlo me da un escalofrío por todo el cuerpo.   ―Lo siento señora ― me contesta.  ―No pasa nada ¿qué más necesitas saber? ―  digo tratando de seguir con la conversación.  ―¿Confía en mí? ― pregunta.  Lo veo a los ojos y niego con la cabeza ― No eres tú, la verdad es que últimamente desconfío hasta de mi sombra Han, y ahora más que estas nenas están en mi vida ― le confieso.  Él sonríe ― ¿Qué debo hacer para que confíe en mí? ― me pregunta sincero.  ―No lo sé, en realidad no lo sé ― le digo sincera ― ¿qué me puedes  ofrecer tú para que lo haga?.―  Han saca de su cartera una foto con dos niños ― Ellos son mis hijos, Luke y Leah .― ―Wow, si que eres muy fan de esa película ― le comento. ―Sí, mi padre era fan, yo soy fan, espero mis hijos lo sean ― y me río ― Todas las noches que me salgo a trabajar me voy preocupado porque sé que a pesar de que no corren peligro, algo les puede pasar y no estaré presente para defenderlos sin embargo, estaré con ustedes protegiendo a esas nenas, y no es que sea una queja señora, pero yo estoy aquí porque sus hijas corren peligro si no, no hubiera una necesidad de llamarme ¿cierto?.  ―Cierto.―  ―Estoy aquí para ayudarla, no para perjudicarla, arriesgaré mi vida por ustedes ¿qué más confianza necesita? ― me dice viéndome a los ojos.  ―Cárgalas ― le pido. ―¿Disculpe? ― ―Cárgalas, cara a las nenas.― Él se aleja de inmediato y se acerca a la cuna, él carga a las dos con cuidado y las saca de ahí aún dormidas, después me mira. Yo espero unos segundos y veo que todo está en calma ― vuelvelas a poner dentro de la cuna ― le pido. Cuando sus manos están libre voltea a verme ― Sara, ella es muy sensible ― le comunico ― si alguien le molesta o no le cae bien su presencia se despierta de inmediato o empieza a moverse de una forma muy rara, sólo se deja cargar por mí y por su padre y ahora veo que por tí. Si, mi hija confía en tí ¿por qué no habría de hacerlo yo?  ― y él sonríe.  ―¿La pequeña Sara me hizo conservar mi trabajo? ― me pregunta.  ―Sí, agradéceselo a ella ― y sonrió.  Gael entra por la puerta de la habitación y Han voltea ― Señor ― le dice educado.  ―Dime Gael, Han ― le dice en tono cansado.  ―Los dejo.―  ―Han, a partir de mañana las niñas dormirán en la habitación de al lado, tenemos una puerta que conecta con esa habitación, nuestra puerta estará abierta pero la de ellas no, la única manera de acceder será través de aquí. En caso de que necesites entrar por alguna razón, éste será el único camino― le explico ― y sólo pasarás si es necesario o yo te lo pido, ¿entendido?―  ―Entendido ― contesta.  ―Por ahora dormirás en el sofá- cama de la sala, después acondicionaremos una habitación para tí.―  ―Gracias― con permiso y cierra la puerta.  ―¿Haciendo pases con el niñero - guardaespaldas? ― me dice mientras comienza a desvestirse.  ―Sí ― digo mientras veo la escena y esquivo mi mirada como adolescente avergonzada al suelo. No es que no haya visto a Gael desnudo, pero en este momento me ha dado mucha vergüenza.  ―Me daré una ducha ― dice de inmediato.― estoy rendido pero tengo muchas cosas que contarte ― y se mete en bóxers al baño.  Yo corro hacia la maleta y saco mi camisón blanco que tanto me gusta y mientras se ducha me cambio y me peino el cabello frente al espejo. Que haya pasado esto no quiere decir que no me quiera ver bonita para él, sobre todo ahora que estamos retomando nuestra relación.  Termino de cepillarme el cabello y lo veo pasar detrás mío con la toalla amarrada en la cintura, su reflejo en el espejo es lo más sexy que he visto en mi vida y fijo mi mirada aprovechando que no me ve.  ―Adela, has visto mi maleta ― me pregunta voltea a verme al espejo y yo muevo mi mirada.  ―Está en el armario ― le digo mientras finjo que acomodo mis cosas.  ―¡Vale! Gracias ―  reponde.  Gael saca un bóxer de ella, después se lo pone por debajo de la toalla, la quita e inmediatamente se pone un pantalón de pijama de rayas.―  ―Hoy por la tarde estuve hablando en el lobby con un policía ― me dice provocando que voltee de inmediato a verlo. ―¿Qué dices? ― pregunto.  ―Sí, le pedí que vigile el edificio, sobretodo a John mientras no estamos, le di nuestras fechas aproximadas de viaje  y él sabe que estamos en este hotel. Lo vigilará para descartar si él es quien te acosa o no.―  ―Pero Gael― le digo asustada.  ―John no se entrará, pero necesito a alguien que nos ayude. En caso de que nos ataquen hoy por la noche y él se encuentra en su piso entonces se va de la lista de sospechosos, pero si pasa algo y él no está, hay mucho que decir.―  Gael va a la cuna y se acerca a las nenas, se inclina para besarlas ― Buenas noches mis nenas, las amo ― y las cubre con la cobija, dándome la imagen más tierna ― aunque sé que hoy no pasará nada, sólo es para prevenir mi amor ― y al decirme así me sonrojo.  ―¿Ya soy mi amor?  ― le bromeo y él sonríe levemente.  ―¿Adela? ― me pregunta tierno.  Se acerca hacia a mí y me toma de la cintura, sus manos frías provocan que mi piel se erice al contacto ― tus manos están frías ― le digo mientras las tomo y las llevo a mi boca para darles un beso. ―Tus labios están calientes ― observa, se acerca a mí y pega su nariz contra la mía, te amo ― me murmura y me da un ligero beso en los labios.  ―Yo también te amo ― le contesto  ―En unos días estaremos en España y descansaremos, te lo prometo.―  ―Lo sé ―  ―Y tendremos nuestra cita, que no creas que se me olvida ― y le pega ligeramente a mi nariz con su dedo. ―Nada elegante por favor, posiblemente huela a fórmula de bebé y a talco ― y él se ríe.  ―Sólo con que lleves tus labios rojos como antes, está bien ― y me da un beso en la frente ― Sólo unos días mas Adela y nos iremos de este infierno para tener un poco de paz ― ¿Me crees?  ―Te creo ― le contesto ― y le doy un beso en los labios y nos vamos a dormir, guardando esa noche nuestros deseos más profundos que sé se podrá descubrir después. 
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