Ly no se molesta ni siquiera en oírla, se da la media vuelta y regresa a su zona segura, la cual es su habitación, ese siempre ha sido su refugio, al igual que lo es de la chica de su historia. Esa misma que huye y cree que su cuarto aleja todos sus problemas, se encierra, se hace un ovillo sobre la cama y cierra los ojos en espera de que los gritos por fin cesen.
Durante su vida ha estado cansada de esa situación, esa misma que la hace verse a sí misma como si no fuese nada, como si nunca fuera a ser algo importante. Una trágica historia de una joven que no obtiene el amor que buscaba con desesperación, mucho menos el cariño de su hogar que tanto anhelaba tener desde joven.
Un libro que encierra más sobre su vida que sobre la fantasía, uno que al leerlo puede hacerte sentir el dolor d
