Narra Lynette:
Puedo oír el molesto sonido de la alarma que no deja de cantar "tic, tic, tic", cada mañana importante es el mismo sonido, todos los días la misma costumbre, tener que ponerse que pie y sonreír ante la vida, hay ocasiones en las que me cuestiono a mí misma si le sonrió a la vida o a mí, realmente es agotador fingir.
No quiero ir.
No tengo ganas de leer.
No tengo ánimo para sentarme frente a ellos y mantenerme paciente escuchando las explicaciones.
No quiero ser a quien le pregunten y no pueda responder.
Creo que últimamente estoy perdiendo demasiado de mí misma al esforzarme en ambas, no obstante, me niego a dejar lo que me gusta.
Me estoy hundiendo y ninguno de mis padres lo sabe, ¿cambiaria algo si lo supieran? no, ellos no lo entenderian.
Aun somnolienta me esfuer
