Malik estaba petrificada por aquel beso, fue algo inesperado, y no sabía cómo reaccionar, los labios de su jefe estaban tibios y extrañamente él olía bastante bien, y no solo eso, Malik empezó a sentir un montón de cosquillas en su vientre, y se sentía muy confundida,
Los labios de Oliver se abrieron sólo un poco y atraparon el labio inferior de Malik, aquel beso inesperado, se volvió raro, pues Malik en lugar de alejar a Oliver, lo que hizo fue abrir sus labios, correspondiéndole, para ella no había nada extraño en eso, él era un hombre guapo, era alto, fornido, tenía un hermoso cabello, siempre vestía y olía muy bien, era perfecto,
Pero después recordó algo, ella no era ella, ella era él, alejó a Oliver con todas sus fuerzas y lo miró un poco avergonzada, confundida y aterrorizada,
—¿Qué cree que hace? —preguntó ella con los nervios a flor de piel,
Oliver se veía muy confundido, y sorprendido de sí mismo, por lo que había iniciado, ¿Por qué lo hizo?, ¿Y con qué intenciones?, ni siquiera él mismo lo sabía o lo comprendía,
—Llamaré a un taxi… para que venga por ti… no, sabes que, puedes llevarte el auto, yo… llamaré a mi chofer mañana… así que… —Oliver miraba cualquier lugar que no fuera a ese chico, simplemente dio media vuelta y se fue a su habitación, dejando a Malik aún en shock.
………….
—Malik…. ¡Malik!.
Yo miré a Annet y ella solo me veía con atención, —¿Qué te ocurre?, parece que viste un fantasma.
—No… es que… ¿Crees que Oliver sea… gay?.
Annet frunció el ceño y alzó los hombros, —No tengo idea no lo conozco, pero… ¿Por qué lo preguntas?, acaso…—ella se tapó la boca con ambas manos y me miró muy sorprendida, —¿Paso algo entre ustedes, no es así?.
—¿Qué?, no— dije un poco nerviosa, ¿Cómo es que Annet podía ser tan perspicaz?.
—Vamos, dime la verdad —ordenó ella,
Yo solo respiré hondo y terminé de ponerme mi suéter, —Pues es que él… me besó—confesé no muy orgullosa.
—¿Qué?, ¿Te besó?, ¿A ti… bueno a ti, siendo él?.
—Si.
—¡Oh por todos los cielos!.
—Pero, estaba ebrio… debió de ser eso, ¿Verdad?.
—Honestamente no tengo ni idea, lo que si se, es que no debes de darle esperanzas, si te enamoras de él, estarás arruinada.
—¿Enamorarme de él?, claro que no, eso no pasará, él sólo estaba muy borracho, cansado, estresado, y confundido, esto no es nada, no significa nada, segúramente mañana se disculpará y dirá que fue un error y… todo será como antes, él me odia.
—Pues… eso lo sabrás mañana.
A la mañana siguiente….
—Malik no olvides llegar temprano a casa para ir a la fiesta de tu prima—dijo mi madre mientras hacía el desayuno, ella trabajaba como camarera en un hotel, siempre había sido una mujer muy trabajadora,
—¿Por qué hacen una fiesta en Martes?, es absurdo.
—Si, y también será absurdo que no vayamos, así que… llega temprano.
—Trataré— respondí.
—Dile a tu jefe que no sea tan maldito, y que te deje salir a las ocho.
—Si mamá —dije y empecé a desayunar, creo que hoy sería un día muy largo.
……………
Salí de mi habitación y miré el estante donde estaban las llaves de mi auto, ese niño se había ido en taxi, aun no podía creer lo que hice, ¿Cómo fui tan estúpido?,
Ni siquiera lo pensé, no se que me pasó, era solo que él estaba ahí, luciendo tan inocente y tan…tan… no lo sé.
A veces olvidaba que estaba ante un chico, y mi cordura se volvía tonta,
Nunca antes me había pasado algo así, esto era nuevo para mi, pero tenía que ponerle fin a lo que fuera que esto era, ¿Por qué sólo me pasaba con Malik?, tenía muchas preguntas sin respuesta, y honestamente no quería ponerme a investigar, tenía que olvidarlo.
Mi teléfono empezó a sonar en mi bolsillo y lo saqué para ver el identificador, era mi hermano menor, Liam.
—Dime.
—Ábreme, estoy afuera de tu departamento, se que estás aquí, vi tu auto.
—Muy bien, espera— dije y colgué, le abrí la puerta y fui a la cocina a hacerme un café en lo que él llegaba, no quería lidiar con los problemas familiares, pero tampoco podía huir de ellos.
Liam llegó hasta mi departamento y al verme solo sonrió,
—¿No te alegras de verme? —preguntó mientas se quitaba el abrigo n***o que estaba usando,
—Honestamente no, ¿Qué haces aquí?.
—Me echaron de mi departamento, al parecer papá congeló mis tarjetas de crédito — respondió Liam.
—Pues busca un empleo.
—Hice las cosas mal, lo sé, pero estoy tratando de repararlas, solo… ¿Podrías ayudarme?.
Yo respiré hondo y miré a mi hermano, él era un completo desastre, y temía que yo cometiera los mismos errores que él,
—Busca un trabajo Liam, hazte responsable de tu hijo, y ocúpate de esa chica, después de que hagas eso puedes venir a buscarme.
—Yo no amo a esa mujer.
—Si, pues debiste de pensarlo antes de dejarla embarazada, ocúpate de ella, y de esa demanda que puso en tú contra, justo ahora tengo mucho estrés sobre mi, voy a tomar el mando de Rosters y tengo a mi padre ladrándome en el oído todo el día y a mi madre insistiendo en que me case con Brisa, no tengo tiempo para ocuparme de tus cosas.
–¿Por eso te escondes aquí?.
—No me escondo de nada, necesito un respiro de vez en cuando, en especial desde que decidiste declararte gay, tuve que encargarme de los rumores y los chismes, en las entrevistas no hablan de otra cosa… mira Liam, no tengo nada en contra de tus preferencias, pero no lo hiciste de la manera correcta.
—Lo lamento…No tengo a donde ir, por favor, déjame quedarme solo unos días—
Yo suspiré y asentí, —Esta bien, quédate solo unos días, hasta que busques que hacer—
—Gracias Oliver, por favor perdóname, perdóname por dejar todo este peso sobre tus hombros—,
—Puedo con esto, pero no me hagas preocuparme más de la cuenta —
—¿Te casarás con Brisa?.
—No lo sé.
—Ella no es la mujer indicada para ti, no te cases con ella.
—Ya lo veremos— dije y fui a mi habitación a alistarme para ir a trabajar, tomé mi teléfono y le marqué a Lorenzo,
—Dime hermano, ¿Qué ocurre?.
—¿Recuerdas la asistente de Donovan? —pregunté,
—Si, ¿Qué con ella?.
—Llámala, dile que hay una vacante como asistente de presidencia, que si le interesa que venga a mi oficina, hoy a las diez.
—Oliver, ¿Hablas enserio?, ¿Qué hay del chico?.
—Hablamos cuando llegue a la oficina, te veo en un rato y haz lo que te pedí, por favor.
—Esta bien, voy a localizarla.
Al llegar a la oficina Lorenzo me interceptó, y me siguió esperando una explicación, claro que yo no iba a darle mis verdaderas razones,
—¿Y bien?, ¿Vas a despedir a Malik? —
—No, pero necesito a alguien que esté aquí todo el día y no solo por las tardes —respondí,
—Pero Malik lo está haciendo bien, tú secretaria se ocupa de las llamadas, no entiendo por que quieres contratar a una asistente.
—Escucha, Eleanor es buena en su trabajo, tiene experiencia, ya ha trabajado con nosotros, Malik puede seguir trabajando aquí, hasta que termine su pasantía, si quiere un puesto fijo, pues ya hablaremos de eso en su respectivo momento, necesito a alguien aquí que este todo el día, te lo había dicho.
—Creo que estás exagerando, se que el chico no te agrada, es por eso, ¿No es así?.
—No.
—Eleanor va a causarte problemas, sabes a que me refiero, la mujer será buena en su trabajo, pero… no tiene la mejor reputación del mundo.
—Se lo que hago —dije con firmeza.
—Muy bien, si es lo que quieres — dijo Lorenzo con cierta molestia.
………..
Al llegar al trabajo, saludé a las chicas de recepción quienes siempre me recibían con una enorme sonrisa, subí al elevador y al llegar a la oficina saludé a todos con educación,
—Hola Malik, ¿Estas libre el viernes?, iremos a un bar, ¿Quieres venir?.
—Voy a revisarlo, estoy estudiando para un examen, pero yo te aviso, gracias por la invitación.
Por el momento no quería saber nada más de personas borrachas, llegué a mi escritorio y noté el bolso que estaba sobre la silla, ¿Y ahora que?, dejé mi mochila a un lado y fui con la secretaria de Oliver.
—Hola Suzy… — dije cuando llegué hasta ella.
—Hola Malik— dijo ella y me entregó las llamadas y los pendientes del día.
—¿Sabes de quien es la bolsa que está en mi escritorio?.
—Contrataron a una nueva asistente.
—¿Una asistente?, ¿Pará quién?.
—Pará el señor Baruch, ¿Acaso… hiciste algo?.
—No… no que yo recuerde… ¿Van a despedirme?.
—Pues yo espero que no— respondió Suziy,
“Carajo “, solo eso me faltaba, que me despidieran, me acomodé la corbata y fui hasta la oficina del jefe, toqué a la puerta y entre después de obtener permiso.
Miré al orgasmo sentado detrás de su escritorio, y aúna mujer muy guapa sentada en uno de los sofás.
—Buenas tardes— dije con cautela,
—Buenas tardes— dijo la mujer mientras me examinaba.
—Ella es Eleanor, Eleanor él es Malik —
Yo saludé a la mujer de mano y ella sonrió.
—Eleanor será de ahora en adelante mi asistente personal, tú seguirás ayudándome, serás mi segundo asistente.
Aquello me cayó como balde de agua helada, “Perfecto “.
—Esta bien.
—No tienes ningún problema con eso, ¿O si? —preguntó el jefe.
—No, no señor.
—Perfecto, ve a trabajar, necesito los estados de cuenta del restaurante Bongos.
—Si señor, enseguida se los traigo.
Bueno, al parecer lo que ocurrió anoche se le había borrado del cassette, ¿Eso era bueno, malo?, no tenía ni la más mínima idea, ¿Por qué contrató a otra asistente?, técnicamente me había degradado, ahora era la asistente de la asistente del jefe, no era exactamente lo que yo quería, pero al menos aún ganaba bien.
…………….
—El chico es muy guapo— comentó Eleonor mientras se acomodaba la falda de tuvo, Oliver ni siquiera la miró, estaba concentrado en su trabajo.
—No te contraté para que me digas lo guapos que son mis empleados, ahora… recuerda lo que hablamos, y ni una palabra a nadie, firma esto— dijo Oliver y le entregó un contrato.
Eleonora sonrió y firmó, —Yo no diré nada — afirmó ella y le regresó el contrató firmado.
Esa misma noche…
—¿Y entonces?.
Malik tragó saliva, pues no sabía que hacer, estaba ante una situación muy extraña, y una chica lo veía esperando una respuesta,
—Lo lamento Vía, yo tengo novia.
La chica agachó la cabeza avergonzada, pues en su corazón se formó la esperanza de que podía tener alguna oportunidad con aquel guapo joven, pero todo se derrumbó en tan solo unos segundos,
—Oh… bueno… no te preocupes… yo… —a la chica se le quebró la voz y de pronto unas lágrimas empezaron a salir de sus ojos.
Malik se sintió muy mal por aquella reacción, —No, no, por favor no llores, eres muy bonita, y estoy seguro de que alguien te va a querer mucho, eres simpática, tierna, inteligente, eres amable, y yo… yo no estoy a tu nivel de todas formas, por favor no llores por mi culpa — dijo Malik, ella solo decía lo que esperaba que cualquier hombre le dijera en este tipo de situaciones, y al parecer funcionó, pues la chica que se le había declarado tan solo unos instantes antes, dejó de llorar,
Se limpió las lágrimas y sonrió, —Eres un niño muy dulce, tu novia debe de ser muy afortunada.
“Si, mi novia”.
Mientras tanto Oliver estaba al final de aquel pasillo, recargado en la pared, escuchando aquella conversación, la cual le resultó un poco… interesante,
—Gracias Malik, nos vemos mañana.
—Si, hasta mañana.
Malik solo miró como la chica se fue, y solo se limpió la frente, —Uff—, miró su teléfono y se apresuró a ir por los archivos que Oliver le pidió, pero al llegar al final del pasillo, pegó un grito al ver a su jefe ahí de pie.
—Me asustó—dijo ella mientras se daba de palmadas en el pecho para calmarse,
—No, de echo te asustaste tú solo, lleva los archivos a mi oficina y te veo en el estacionamiento.
—De echo señor… mi horario laboral ya terminó y bueno… usted no me avisó nada de horas extras, y ya hice planes.
—¿Ya hiciste planes?.
—Lo siento — dijo Malik mientras retrocedía un poco, pues Oliver empezaba a entrar a su espacio personal.
—Escucha niño, estas en la cuerda floja, pero está bien, tienes razón, entonces te lo preguntaré de este modo… ¿Quieres horas extras, si o no?.
……………..
Y bueno, él tipo supo jugar bien, pues aquí venía yo, en su auto, llendo a quien sabe donde, mi mamá iba a matarme, pues ella odiaba a su familia, y estar sola con ellos, solo significaba que sería comida viva.
—¿A dónde vamos? —me atreví a preguntar.
—Ya lo verás.
Ya lo veré, tenía miedo, pues últimamente las cosas se habían puesto muy raras entre el orgasmo y yo.
Y todos mis miedos se hicieron realidad al llegar a un gimnasio, ¿Y ahora que?.
—Ven —ordenó él.
Al entrar me di cuenta de que no era un gimnasio cualquiera, era un gimnasio solo para los que entrenaban peleas vale todo, lo supe por que había un cuadrilátero, donde había dos chicos peleando, había otros entrenando en máquinas, y también por que había un enorme cartel que anunciaba una pelea,
Al parecer era un lugar que Oliver concurría pues todos lo saludaban, me sentía como en una carnicería, pues había carne por todos lados.
Músculos por aquí y por allá, hombres sudados, enormes muslos, y algunos hombres que se veían muy bien… dotados, mi mirada se detuvo en un hombre alto y bien formado, no traía camisa y se podían ver sus enormes brazos, si había un paraíso, debía de ser este, de pronto unos dedos tronaron frente a mis ojos, yo salí de mi trance y miré a mi jefe.
—¿Qué tanto vez? —preguntó.
—Ah… pues… el color— dije y me llevé mi dedo índice a mi mentón, —El color de la pared es muy bonito, ¿Qué color será?.
—Es blanco, ahora muévete que es tarde—dijo él y me dio de empujones.
“Tarde, ¿Tarde para que? “.
Había un vestidor enorme, y el orgasmo empezó a desvestirse delante de mí, y yo no sabía que hacer, ¿Salirme?, ¿Quedarme?, ¿Voltearme?, ¿Mirarlo?, ¿Qué?, ¿Qué debía de hacer?.
—Ponte esto— dijo él y de un casillero sacó un short deportivo y una camisa negra,
—¿Qué?, ¿Para qué?.
—No vas a entrenar así —respondió él,
—¿Entrenar?, Oh no yo no, yo…. Yo soy asmático… — dije y empecé a toser tratando de fingir una enfermedad.
—Apúrate—ordenó él sin creerme mucho, y de pronto, sin aviso, él orgasmo se quitó la camisa, y dejó a la vista su abdomen marcado y su pecho que parecía estar tan duro como el caparazón de una tortuga, “¡Oh… por… todos… los… cielos!.