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2896 Words
Vuelvo a darle una vuelta al comedor siguiendo cada paso de mi madre para que de alguna forma u otra haga caso a mi petición. - Por favor mamá - Volví a mencionarle por cuarta vez - Es la fiesta de inicio de clases - No me respondió nada durante unos breves segundos. - Ya te dije que no Melissa - Me respondió de regreso -  No confío nada en ese tipo de fiestas, imagínate que te pueda pasar algo.  - Mamá - Me detuve frente a ella - Voy a ir con Anthony, Rebeca y su hermana, no me va a pasar nada estando con ellos - Agarré sus manos entre las mías, las cuales se encontraban en su regazo - Dame permiso por favor. - Melissa - Quitó sus manos de mi agarre y empezó a recoger la mesa, la cual se encontraba con los platos que habíamos utilizado para la cena.  - Nancy - Le dije a mi mamá por su nombre, al mismo tiempo que me cruzaba de brazos -  Es la fiesta de mi último año, los otros años me dejaste ir, ¿por qué no me dejas este año? - Si - Asintió - Cuando iba yo contigo, tu tenías 15 y nosotras las madres podíamos ir para observar que no hicieran una tontería desde lo lejos, ahora ya tienes 17 y me pone nerviosa que vayas a esas fiestas, imagínate que quedas sola por un momento y te hacen algo.  - Pero van a ir Rebeca y Anthony - Volví a mencionar a las personas con las que asistiría - No me van a dejar sola durante la fiesta y si uno lo llega a hacer, me quedó con el otro - Le dije ya llegando a suplicar - Por favor- Suspiró - Aparte, tú bien sabes que ya tenía mi vestido y tenía todo listo desde hace dos semanas. Me di cuenta que era el momento de mantenerme en silencio para no hacer las cosas más difíciles o meter la pata y decir algo que no deba. Mi madre caminó a la cocina para dejar todo lo que quedaba en la mesa mientras yo la seguía por detrás callada. En esos momentos en mi mente llegaron los posibles escenarios de como reaccionaría si no me dejaba ir y no eran nada agradables tanto para mi mamá como para mí. Un gran castigo de meses podría llegar a mí.  - Cómo te gusta complicarme las cosas Melissa - Volteo a verme ya sin nada en sus manos, por lo que se cruzó de brazos - Si te llego a dejar ir - Sonreí y negó, por lo que en seguida borré esa sonrisa de mi rostro - Si es que si te doy permiso, quiero que me ayudes en la casa durante 4 semanas seguidas y tienes que tener muy en cuenta que este año es el último antes de asistir a la Universidad - Asentí en silencio - Por lo que, irte acostumbrando a ir a fiestas y saber como debes comportarte, no se me hace una mala idea  - Ahora mi sonrisa ya era demasiado notoría por la repuesta que se avecinaba de su parte - Puedes ir.  - ¡Gracias, gracias! - La abracé extasiada por el momento, a lo que ella me rodeó con sus brazos - Te amo. - Tú sabes que yo también a ti - Se separó de mí y señaló al techo  - Yo creo que ya es momento que vayas a arreglarte, se te hará tarde - Asentí.  Antes de subir las largas escaleras que dan al segundo piso le di un fugaz beso en la mejilla a mi madre, como una muestra de agradecimiento al permiso que me dio. Al llegar al segundo piso, me metí a mi cuarto para dirigirme rápidamente al baño y sacar de unos cajones mi plancha del cabello, para así empezar con mi sencillo alisado para la fiesta. Al terminar con mi cabello me  dirigí a ponerme mi vestido, el cual se encontraba  la parte de arriba de mi armario.  Al ya tenerlo en mis manos aprecié el vestido negro durante unos momentos. En la parte de arriba en donde se encuentra el busto y la cintura tenía una delicada forma de corazón, y en la parte de la falda era un tanto pequeña, con una altura de nueve dedos por arriba de mi rodilla.  Ya para terminar, abrí mi armario y agarré una caja en donde se encontraban mis zapatillas de tacón de un color negro. Agarré la bolsa de mi maquillaje y procedí a maquillarme lo más tranquila posible para no excederme y no verme como un payaso.  Una vez terminando todo, agarré mi celular el cual desde unos minutos antes se encontraba vibrando constantemente a causa de mensajes nuevos.  "Ya estamos abajo " - Rebeca 21:12 pm  "Anthony solo me esta jaloneando para que ya toqué a tu puerta, pero no soy mensa, si lo hacemos, tú mamá va a empezar a arrepentirse y neh " - Rebeca 21:18 pm " BAJA YAAAAA" - Rebeca 21:22 pm Reí mientras leía los mensajes imaginando la escena que deben de estar causado fuera de mi casa. "Deja me pongo el labial, voy al baño rápido y bajo, no tardo nada:)" - Melissa 21:23 pm Durante mis ya casi tres años de preparatoria empecé a dejar atrás el crush que tenía con Anthony. Ahora a sus 21 años, dejó atrás todas las niñerías de andar con cuanta niña se le pase enfrente, por lo que ahora tiende a pasar más tiempo con nosotras, a lo que para mí eso me ayuda mucho con mi mamá, la cual conoce a Anthony desde que él era pequeño y de alguna u otra forma eso le da confianza al momento de yo salir a fiestas o comidas. Una vez lista agarré mi bolsa y la colgué en mi hombro mientras bajaba las escaleras donde se encontraba mi mamá esperando por mí.  - Ya llegaron por mí mami - Le avise al momento de estar enfrente de ella.  - Que hermosa te ves Melissita - Me sonrió y yo lo hice de regreso - Que te vaya bien, recuerda no aceptar bebidas de desconocidos y cuídate mucho por favor - Se acercó a abrazarme fugazmente.  - No aceptaré nada de nadie mami, no te preocupes - Caminé a la puerta de entrada y la abrí a la mitad - Al ratito regreso, te amo. Salí de mi casa después de darle la última sonrisa a mi madre y me encontré con los rostros sonrientes de Anthony y Rebeca. - Hola - Los saludé alegre mientras caminaba hacia ellos - ¿Nos vamos? - Asintieron. - Te ves hermosaaa - Mencionó Rebeca al abrazarme efusivamente - Nos la vamos a pasar increíble - Reí y asentí. Voltee a ver a Anthony, el cual en esos momentos se veía demasiado bien. Me sonrojé levemente al notar que se encontraba mirándome desde que salí de mi casa. - Oh - Se sonrojó al darse cuenta que lo estaba viendo de regreso, a lo que yo solo reí - Perdón y también coincido con Rebeca, te ves hermosa pequeña - Se acercó un poco a mi y me sonrió  - Y siempre lo haz sido - Le sonreí. - Gracias Anthony, lo mismo digo - Al pasar de los segundos Rebeca tosió atrás de nosotros. - Vámonos - Se iba a subir en el asiento del co-piloto, pero Anthony la detuvo - ¡Hey! - Lo siento Rebeca pero tú ya te subiste adelante, ahora le toca a esta  hermosura que ves aquí subirse adelante conmigo - Rebeca rodó los ojos para luego subirse atrás. - ¡Si no te apuras y arrancas el coche yo manejo y te dejo aquí! - Le gritó y los dos reímos. Me subí al asiento del co-piloto, mientras  él se subió al lado mío - Metió la llave y empezó a poner en marcha el coche. - ¿Sabes Anthony querido? - Le dijo Rebeca con una voz más aguda de la normal  - Espero con todo mi corazón que te enfermes del estómago tan feo y no puedas salir de tu casa durante un mes - Yo miré por la ventana para que no notaran la sonrisa que tenía en los labios. - Beca linda e ingenua - Le contesto este con una voz igual de aguda - Espero con toda mi alma que te baje durante todo un mes querida - Le guiñó un ojo y Rebecca solo le sacó la lengua.  Rebeca y Anthony son primos y la razón por la que me llevo tan bien con ellos. Al crecer, Anthony era el que cuidaba de Beca, por lo que los dos se aman como hermanos y se molestan como tal. Empecé a ver por la ventana. Los árboles pasaban rápidamente por el movimiento que mantenía el coche dirigiéndose hacia la casa donde sería la fiesta.  Anthony se estacionó detrás de una camioneta, al mismo tiempo que mis oídos comenzaban a escuchar la música proveniente de una casa que se encontraba a unos cuantos metros de donde nosotros nos encontrábamos. - Llegamos señoritas - Dijo Anthony mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad y apagaba el coche. Nosotras asentimos y nos dirigimos a abrir la puerta de nuestra derecha - Alto ahí enanas, si alguna de ustedes se siente mal nos buscan a alguno de los dos para  poder llevarlas de regreso - Volvimos a asentir - Bueno, a divertirse - Nos sonrió para después salir del coche y esperarnos fuera. Bajamos del coche y Beca me agarró de la mano con rapidez. - Hoy vamos a ir en búsqueda de los chicos guapos nena - Me dijo y yo solo me limité a reír. - Oye ¿y tu hermana? - Alcé un poco mi voz por culpa de la música al momento de ya estar dentro de la casa. - Llegó con un amigo antes - Se encogió de hombros y me llevo hasta la barra - Dos shots de tequila por favor - Le pidió beca al chico que estaba allí - Este solo asintió. - ¿Dos? - Le pregunté. - Si dos - Agarró los vasos, para luego guiñarle al chico y voltearse a mi con ellos en las manos - Toma, uno para ti y otro para mi - Me lo dio. - Rebeca - Le dije seria- No voy a tomar - Esta solo negó y me sonrió. - Por favor Melish, solo uno - Rió - Diviértete, es la primera fiesta del año, vamos a empezarlo bien. Agarré el vaso con mi mano derecha y la miré seria - Solo uno - Le dije y asintió emocionada. - Ya anda vamos a tomarlo para poder salir a bailar - Vi como se lo tomaba de un solo trago - Hazlo, te va a gustar - Cerré  lo ojos e hice lo mismo. Sentí como un líquido quemaba mi garganta, a lo que tosí.  - ¡Excelente! Ahora vamos - Me jaló con unos chicos que estaban sentados en la sala de dicho lugar - ¡Hey! - Los cuatro nos voltearon a ver - ¿Quieren bailar? - Asintieron a la petición de Beca y se pararon.  Al estar los cuatro en la pista empezamos a bailar y a reírnos con los pasos que dos de ellos empezaban a hacer junto con el compás de la música.  La melodía de Ivory por Tez Cadey  resonó en mis oídos, por lo que comencé a moverme junto con el ritmo de la música, la cual en esos momentos endulzaba mis sentidos. - ¡Benjamin! - Gritó Beca al muchacho güero que se encontraba junto de mí  - ¿Ya conocías a Melissa? - Le sonreí y el negó sonriendo.  - No, no había tenido el placer de hacerlo - Me agarró de la mano e hizo que diera una vuelta en mi lugar - ¡Mucho gusto! Me llamo Benjamin. - El gusto es mío - Me reí, a lo que pude observar su muy bella sonrisa. - ¡Vamos por más shots! - Los 4 chicos se rieron por la efusividad de Rebeca y asintieron siguiéndola junto conmigo a un lado de ellos.  Al volver y ver a los otros tres que se encontraban con nosotros en esos momentos pude reconocerlos por estar en nuestra clase. Eran la bolita de los populares en el salón por ser capitanes de un deporte diferente en la escuela.  De nuevo en la barra Rebeca pidió 6 shots, a lo que me volteó a ver y negué hacia ella. No iba a tomar más. Me senté en un banco y vi como los 4 comenzaron a tomar como si fuera agua, por lo que sonreí y negué.  - Están locos.  - ¿Tus amigos? - Una voz puramente varonil resonó en mis oídos, por lo que voltee curiosa a ver de quien se trataba.  - Si, mis amigos - El chico misterioso me sonrió sin mostrar los dientes - Soy Melissa, un gusto - Le tendí mi brazo para que nos estrecháramos las manos.  Durante unos segundos - los cuales se me hicieron eternos - me miró con suma atención sin apartar en ningún momento su mirada con la mía, hasta que por fin decidió alzar su brazo y juntar nuestras manos en un cálido apretón. - Dominic - Alzó mi mano a la altura de sus labios para así darme un pequeño y casto beso en mi mano - Y créeme que el gusto siempre ha sido todo mío Melissa.  - Perdona por la pregunta - Mencioné al escuchar su respuesta - ¿Nos conocemos de algún lado? Sus manos descansaron al interior de los bolsillos de su pantalón, mientras me seguía viendo muy atento.  - No sabré del todo si mi respuesta te complacerá pero, ¿hubieras querido conocerme? - Yo fruncí el ceño.  - Eso no es una respuesta, realizaste una pregunta a la que yo te hice - Sonrió y asintió.  - Claro que lo hice - Volteó a ver a la barra y le habló al muchacho que se encontraba detrás con un ademán para que se acercara a donde nosotros nos encontrábamos - Me sirves un whisky en las rocas.  - No tenemos Whisky, solo tequila o vodka - Se cruzó de brazos esperando la respuesta de Dominic.  - Pues más te vale ir a buscar uno - Se acercó más a la barra y la miro seriamente sin parpadear - Se me antoja un whisky en las rocas y es lo que me vas a dar ¿escuchaste? Abrí los ojos sorprendida al escuchar lo grave que su voz se convirtió en ese momento y miré al chico, el cual se encontraba callado frente de nosotros.  - Si, ahora vuelvo - Dio una vuelta a su izquierda y se perdió de nuestra vista al momento de entrar a la cocina.  - No tenías por que ser así de mandón, si no tenían lo que querías hubieras pedido otra cosa - Me crucé de brazos.  - Es una fiesta la cual tanto tú como yo pagamos - Señaló la pulsera fosforescente que se encontraba en mi muñeca - Nos ofrecían cierto tipo de bebidas alcohólicas y el whisky era una de ellas.  Decidí no responderle y agarré mi bolsa para poder sacar mi celular para ver si tenía alguna llamada o mensaje de mis amigos o mamá.  - ¿Te enojaste o algo? - Pude percibir un tono un tanto burlón de su voz - Vamos, no te enojes, yo solo te contesté a lo que me dijiste ¿no querías que hiciera eso? - No estoy enojada y claramente no contestaste lo que yo te pregunté unos minutos atrás.  Me detuve de hablar al ver que le habían traído la bebida que había pedido anteriormente, a lo que este le dio un sorbo gustoso.  - Ya que te veo muy complacido con tu bebida - Me paré del banco en el que me encontraba - Yo creo que me iré con mis amigos - Voltee a ver la pista en donde ahora aparte de Rebeca y los cuatro chichos, estaban Anthony y dos amigas.  - ¿No quieres preguntarme algo más? - Recargó su espalda en la barra mientras le daba otro sorbo a la bebida y me retaba con la mirada.  - ¿Me volverías a contestar mis dudas con otras preguntas? - Se encogió de hombros.  - Si me complace lo haré, si no, si te responderé con todo gusto - Bufé ante su respuesta y me crucé de brazos aún parada frente de él.  - Ahora no sé si si fue un gusto el conocerte - Se rió y dejó el vaso con la bebida ya casi terminado a un lado, para después acercarse peligrosamente a mí.  - ¿Segura? - Tuve que alzar la mirada por culpa de mi altura para que nuestros ojos pudieran encontrarse.  - Si, estoy segura - Contesté sin titubear.  Dio un paso más al frente, por lo que nuestros cuerpos se encontraban demasiado cerca. Su mano derecha se acercó a mi cintura, para quedarse un momento detenida en dicho lugar de mi cuerpo, mientras se inclinaba para poder tener su boca a la altura de mi oido.  - No, no lo estas - Suspiró y una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo - Hay personas que se fueron de nuestras vida y siempre las recordaremos, pero en este caso Melissa, yo vine para quedarme.  - ¿A qué te refieres? - Susurré y se separó de mi junto con el agarre que mantenía en mi cintura.  - Esa es mi respuesta a tu pregunta.  - No entendí a que te refieres con lo que me acabas de decir Dominic.  - Pero lo harás - Me sonrió levemente - Nos veremos muy pronto, hasta luego pequeña princesa.  Después de mencionar lo último caminó hacia la salida de la casa en donde lo llegué perder por completo de mi vista. 
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