11 de septiembre Es muy difícil el juntar a mi familia para decirles lo que les diré, pero al menos ellos merecen saberlo. Mi hermano entra a nuestro departamento y cierra la puerta fuerte haciendo que lo mire sería como reclamándole. —¡Ale, que no es giratoria! — Le grito desde la cocina y ríe. —Lo siento hermanita. — Se disculpa mientras camina hacia mí. — ¿Qué cocinas? — Pregunta husmeando en la cocina. —Un arroz con mariscos, papá y mamá han de llegar pronto. — Explico y puedo notar su mirada clavada en mi con dudas. —¿Y porque le has hecho venir un martes a casa? — Me pregunta confundido y sé que todo esto le ha de parecer muy extraño. Él tampoco sabe nada, recién hoy se enterará de mi plan. —Es que tengo que contarles algo, pero tú tranquilas que no es ni que me voy a casar, ni