Capítulo 2: Charlas profundas.

2389 Words
—¿Qué diablos? —dice Harry. —¿Y qué acaba de suceder? —Neil pregunta mientras bajo las escaleras. Sonrío, repitiéndolo en mi cabeza. —Nada importante. Estoy seguro de que Nat te lo contará todo. Me siento junto a Meg. Todos intercambian miradas. Meg me patea en el costado. —¿Para qué era eso? Porque esa sonrisa en tu rostro me dice que acabas de hacer algo muy, muy malo... —¿Cómo qué? —Pregunto tan inocentemente como pude. —Quién sabe de dónde sacas tus ideas... —Gracias, pero creo que puedo manejarlo. Cuando veo a Harry, me sonrojo furiosamente y me siento en el asiento más alejado de él. Lo veo mirarme y sonreír mientras trata de concentrarse en su comida. Me di cuenta de que estaba tratando de ocultar su sonrisa, pero no estaba funcionando. Se aclaró la garganta. —Nat, ¿podrías pasar el pimiento por favor? —pregunta, sonriéndome inocentemente. Le lanzo una mirada y la deslizo por la mesa—. Gracias, amor. Él estaba sonriendo descaradamente. —No me llames así —murmuro. —¿Qué es eso, amor? No podía escucharte ahí, amor —Hago una bola con los puños. Quería borrar esa sonrisa de su rostro. —Dije, no me llames así —le digo con los dientes apretados. —Lo siento, nena. No lo haré más —Me guiña un ojo y entrecierro los ojos. Intento ignorarlo mientras como mi cena. —Um ... nunca llegué a presentarte a los chicos —dice Meg, cambiando de tema—. Natalie, estos son Luka, Lincoln, Neil y Zack. Los miro y sonrío, sin sentirme de muy buen humor. Zack tenía la piel un poco más bronceada y cabello oscuro con un mechón rubio en el frente. Tenía grandes ojos marrones, y honestamente creo que sus pestañas pueden haber sido más largas que las mías. Llevaba una camisa a cuadros roja y negra. Neil era el único rubio. Sus ojos azules se destacaron más para mí, y estaba en una simple camiseta blanca sin mangas con una gorra roja en la cabeza. Sus frenillos reflejaban la luz cuando sonreía y su acento irlandés me aliviaba un poco el humor. Lincoln tenía el pelo castaño, un color similar al de Harry. También tenía ojos marrones y vestía una camiseta azul marino. Estaba un poco ocupado apartando la cuchara de él, lo que me pareció un poco extraño. Pero no hice ningún comentario. Luka parecía el más divertido de todos por alguna razón. Sus rayas, tirantes y los zapatos de TOM de color rojo brillante acababan de emitir esa vibra que le gustaba bromear. Su cabello era castaño y caía hacia un lado, y sus ojos eran de un color gris azulado. —Encantada de conocerte —murmuro. Cuando termino de comer rápido, limpio mi plato y me retiro a mi habitación. Me conecté a Skype con la esperanza de encontrar a Ryan. Estaba en modo "ausente". Suspiré y comencé a enviarle spam. Natalie: Ven, es urgente. Segundos después, aparece su respuesta. Ryan: ¿Y ahora? Natalie: ÉL. ME. DESESPERA. Envié cada palabra como un mensaje separado. Finalmente recibo un mensaje. Ryan: Cálmate, chica. :( Apreté llamar y él respondió de inmediato. —¿Qué está pasando? —él pide apenas responde. —¡Es tu maldito primo! ¡No puedo soportarlo! ¡Él acaba de llegar hace ni dos horas, y me está volviendo loco! ¡Es como si me cabreara fuera su droga o algo así! ¡Lo disfruta tanto y nunca se detiene! —¿Qué hizo él? —¡¿Qué no ha hecho?! —Entro en mí en la ducha, revisó mi cuerpo al menos cincuenta veces, siendo una de ellas cuando estaba jodidamente desnuda, y no deja de llamarme sus estúpidos apodos como 'amor' o 'nena ' ¡y todo me está poniendo seriamente de los nervios! —No puedo esperar hasta que se vaya mañana. Paso una mano por mi cabello color miel. —¿No vas? —No si lo es. Ryan suspira. —No vayas solo por él. Su objetivo es molestarte. No dejes que lo logre. Finge que no te molesta. —¡No puedo! —Inténtalo. Funcionará —asegura. —¿Cómo lo sabes? —Porque conozco a Harry. O mejor aún, regresa el favor. Si él puede presionar tus botones tanto, entonces estoy seguro de que tú puedes hacer lo mismo con él. Pienso en esto por un momento. En realidad, no es una mala idea... —¿Estabas mirando mi trasero? —Pregunto con incredulidad. Él se encoge de hombros. —Quizás. Le entrego a Meg la bolsa que me pidió y me acerco a él. Me quedo cerca. Me doy la vuelta, azotándolo en la cara con mi cabello. —Apesta para ti —Sonrío inocentemente y él me devuelve la mirada. Pienso en el consejo de Ryan de anoche. Necesito averiguar qué enoja a Harry. Y necesito resolverlo pronto. —¿Listo? —Pregunta el tío Dave mientras cerramos el maletero. Todos asentimos. Tan listo como siempre lo estaré—. Está bien, no podemos acomodar a todos en un auto, así que ¿qué tal la tía Liz y cuatro de los muchachos y luego quienquiera que quede puede viajar conmigo, Natalie y Megan?. Todos intercambiamos miradas. Harry y yo nos miramos a los ojos y le lanzo una mirada asesina. Él sonríe. —¡Viajaré con Megan y Natalie! —se ofrece como voluntario con entusiasmo. Gimo y me arrastro hasta el coche. —¡YO EN EL FRENTE! —Megan grita, corriendo hacia el asiento del pasajero. —¡Te pusiste al frente el año pasado! —Me quejo. —No, no lo hice. Eso fue el año anterior. —Eso es exactamente lo que dijiste la última vez —protesté. —No, no lo es —argumenta. El tío Dave entró corriendo a buscar sus llaves. Aparto mi brazo del de Harry y entro en el coche. Cuando me siento junto a la ventana, se acerca. —No me llames Harrison —dice, frunciendo el ceño. —Entonces no me llames bebé. —¿Qué te pone de mal humor, princesa? —Me empuja de nuevo y aparto su mano de una palmada. —¡No soy tu bebé, no soy tu amor, no soy tu princesa, no soy tu nada! ¡Déjame en paz! —chasqueo. Él sonríe. Dejé que volviera a lograr su objetivo. Puaj. Necesito mejorar en esto. Él solo mantiene esa sonrisa en su rostro mientras se desliza hacia su lado. —Meg, ¿podemos cambiar de asiento? —No. Gimo y saco mi iPod. Enchufo mis auriculares y lo subo completamente. Miro por la ventana mientras el tío Dave regresa y enciende el auto, saliendo del camino de entrada. Este va a ser un verano interesante ... (...) —Estás bloqueando mi puerta. —Puedes rodearme. —En realidad, no puedo. Muévete —ordeno, esperando a que Harry saque su maleta anormalmente grande de la puerta. Se queda parado en el pasillo, con esa sonrisa característica suya. Suspiro y recojo su bolso. Pesaba muchísimo, pero no me importaba. Salí al porche trasero y dejé caer la maleta por el borde. Aterrizó en el camino de entrada de abajo. Harry lo miró fijamente, con la mandíbula abierta. —No acabas de hacer eso —afirma con incredulidad. —Pero lo hice. Iría a buscar eso antes de que lo hicieran los mapaches —le aconsejo, guiñando un ojo y caminando a su lado hacia la casa. Segundos después, estaba corriendo escaleras abajo hacia el camino de entrada. Observé a través de mi ventana mientras cargaba con su maleta todo el camino de regreso al piso de arriba. Me hizo sonreír, verlo luchar. La casa del lago era bastante grande. Como Megan es una amante de los caballos, hay un establo en la parte de atrás. De hecho, tengo un caballo propio aquí. Lo monto en el verano. Su nombre es Sterling y el de Meg se llama Prince. A veces, temprano en la mañana, ella entraba y me despertaba, pidiéndome que la llevara. Trotábamos por el sendero escondido de los árboles con nuestros caballos uno al lado del otro y hablábamos de todos nuestros problemas que a nadie más le importaban lo suficiente. Solo otra cosa para amar de los veranos de la casa del lago. La casa también tenía cinco dormitorios. Claramente no es suficiente para todos nosotros. La habitación de Meg está decorada exactamente a su gusto con paredes rosas y cortinas y cama con estampado de cebra. Tiene una personalidad bastante salvaje. También decoré mi propia habitación con paredes de color azul claro y una cama negra y gris. Una de mis paredes tenía pintado un mural de un koala, que me encantó. También tenía una forma de acceso al porche envolvente, mi propio baño y mi propio vestidor, pero cada habitación tiene estas cosas. Todo lo relacionado con la decoración fue elegido por mí. Cuando comencé a venir con Meg y su familia todos los años, la tía Liz y el tío Dave decidieron que era hora de que tuviera mi propia habitación. Harry y Luka se alojaban en la habitación de Ryan, que tenía una litera y básicamente las mismas características adicionales que tenían todas las habitaciones de la casa (porche, baño, vestidor, etc). Zack, Lincoln y Neil se quedaban en la habitación. habitación libre que tenía dos literas. Era una casa muy bonita y me encantó quedarme aquí. Sin embargo, no había televisión, excepto una en el dormitorio principal que nunca se usa. La tía Liz y el tío Dave dicen que el verano es para estar al aire libre, por lo que no hay una computadora o televisión para nuestro uso, y siempre nos dicen que guardemos nuestros teléfonos. —¡Almuerzo! _La tía Liz llama a los escalones. Salgo de mi habitación y bajo las escaleras donde Meg ya estaba sentada. —¡Oye! ¿Dónde están los chicos? —pregunto, sentándome a su lado y sirviéndome un sándwich de queso asado en el plato frente a mí. —Arriba, supongo. Probablemente me perdí. Ambos reímos. —No nos perdimos —oigo decir a Niall detrás de nosotros. —Simplemente no sabíamos dónde estaban las escaleras", agrega Zack, sonriendo y sentándose al otro lado de mí. Luka y Lincoln los siguieron y todos empezaron a comer. Harry bajó momentos después. Sentí que mi teléfono vibraba y lo busqué en mi bolsillo. Meg: "¿cabalgámos más tarde? Tengo que hablar " Miro a Megan y veo que me estaba mirando. Asiento y guardo mi teléfono. Me pregunto de qué tiene que hablarme. Veo a Harry notar esta pequeña interacción entre nosotros y nos mira con curiosidad. Lo ignoro. Cuando terminamos, me dirijo al granero con Meg. —¿Entonces, qué hay de nuevo? —pregunto cuándo estuvimos lo suficientemente lejos en el campo como para que nadie pudiera escucharnos. Aunque claramente no había nadie alrededor, miró hacia atrás. —Te lo diré en el camino. —Dímelo ahora —insisto. Ella me mira. —Está bien —le digo, levantando las manos en señal de rendición. En el rastro, cuando llegamos al granero, me acerco a Sterling. —¡Oye, amigo! Te extrañé. ¿Cómo te trató Lucy? Lucy es nuestra cuidadora de caballos. Durante la temporada baja, cuando no estamos cerca, ella viene una vez al día, ya que vive cerca y los alimenta, asegurándose de que todo esté bien y de que estén sanos. Subo y espero a que Meg y Prince se pongan al día. Mientras comenzamos el camino, espero a que ella me explique. Megan toma una respiración profunda. —Luke no vendrá este año —me dice. La miro con incredulidad. —¿Estás bromeando? —pregunto, no muy segura de haberla escuchado bien. Ella niega con la cabeza—. ¿Cómo lo sabes? —Él siempre está aquí al menos una semana antes que nosotros. Me escabullí a su casa antes. Todavía está cerrada. Yo suspiro. —Supongo que está bien. Quiero decir, después del verano pasado ya ni siquiera sé lo que somos. No estamos juntos, simplemente ... nos conocemos. —Entiendo lo que quieres decir. ¿Quién sabe? Quizás vendrá más tarde en el verano. Démosle unas semanas. Asiento con la cabeza. —Tal vez sea algo bueno —me río—, al menos no tendrá que conocer a Harry. Luke podría tener una idea equivocada con él y sus comentarios pervertidos. Luke es nuestro vecino de la casa del lago. Su familia siempre ha hecho lo mismo que nosotros; bajar durante todo el verano. Estamos uno al lado del otro, así que todos nos hicimos amigos. Amigos de verano. No hablamos durante el año escolar, pero siempre estábamos felices de reunirnos cada verano. El año pasado, él y yo nos acercamos un poco más. El ejemplo perfecto de una aventura de verano. Una aventura secreta de verano en eso. Las únicas personas que lo sabían eran él, yo, Meg y Ryan. La última vez que lo vi fue cuando me dio un beso de despedida justo antes de que su familia se fuera, y no hemos hablado desde entonces. Un verano sin él es como un verano sin helados, sin nadar y sin broncearse. Ya sea que estemos saliendo o simplemente amigos como solíamos ser, un verano sin él no es un verano en absoluto. Es solo un momento en que el clima se vuelve un poco más cálido. Después de aproximadamente una hora regresamos. Caigo en el sofá de la sala de estar, exhausto sin ningún motivo. —¿Dónde has estado? Miro hacia arriba y veo a Harry mirándome con curiosidad. —Eso no es de tu interés —Me levanto y lo empujo, subo las escaleras y entro en mi habitación. Tan entrometido. Para cuando terminé de ducharme, sin que me acompañaran a esta hora, y de vestirme eran casi las nueve de la noche. Estaba cansado de tanto conducir y del paseo por el bosque con Meg. Me estrellé en mi cama, sin siquiera molestarme con la cena. Mañana planearía mi primera forma de vengarme de Harry. Pero voy a necesitar ayuda.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD