Anastasia estaba sentada en la silla más alejada de Lloyd escuchando todo lo que su asistente había decidido contarle sobre la situación.
Sí, había aceptado el trabajo. ¿Por qué? Bueno, era simple: el dinero, la cantidad que le ofrecieron por encargarse de este caso era más que suficiente para comprar una isla entera.
¿Quién era ella para rechazar una oportunidad así? Definitivamente no ella, y mucho menos por alguien llamado Lloyd Riley.
—Y ese es el caso —concluyó Kareem.
—Ya veo —murmuró Anastasia, asintiendo mientras procesaba la información.
Por todo lo que había escuchado, aprendido y logrado reunir, la situación actual había surgido por un empleado que había robado archivos confidenciales de la empresa y los había llevado a una compañía rival, vendiéndolos.
Pero la empresa ri
