—Esto es hermoso —dijo Anastasia, contemplando el anillo de compromiso dorado en el dedo de Isabella y Megan, que estaba junto a ella, tampoco pudo evitar emocionarse. Todo había comenzado cuando terminaron de resolver las cosas y lograron que Valery se quedara dormida, después de eso, Anastasia había notado el anillo y había estallado como un volcán, gritando a todo pulmón. —No puedo creer que estés comprometida —dijo Anastasia, mientras Isabella sonreía suavemente. —Pensar que la antigua Isabella, que no se atrevía ni a mirar a un hombre después de regresar, sería la primera en comprometerse —bromeó Megan, sacudiendo la cabeza de manera juguetona. —Bueno, esa era la vieja yo, esta soy la nueva yo, creo que es seguro decir que este cambio fue para mejor —se defendió Isabella, observan

