Capítulo 2: Pesadillas.

1118 Words
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es todo un océano. ▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️▪️ Las despedidas siempre son difíciles, así que lloré cuando me despedí de mi madre, ella tenía que volver con papá, pues ya tenía una vida echa, había insistido en querer quedarse conmigo, pero me negué rotundamente, no podía ser egoísta y arrastrarla a este lugar. Verla irse fue lo más duro por lo que había pasado, pues de algún modo, me había quedado sola. —No estés triste, los cambios son buenos—dijo la Tía Agatha mientras me abrazaba. Ella tenía razón, los cambios a veces son buenos, esto iba a ser una nueva aventura. Regresamos al interior de la casa. —El vecino es un poco extraño —comenté mientras tomaba mis maletas. —¿Oh ya lo conociste?. —En realidad no, solo lo miré. —Si, es muy reservado, pero gracias a él, este pueblo ha sobrevivido, también es el director de la universidad a la que irás, así que gracias a él, podrás terminar tu carrera. —Ah, genial, le agradeceré luego, ¿Cómo se llama?. —Alexander Galloway. —Que apellido tan raro—Murmuré, aunque admito que era muy guapo. —Si, creo que es inglés o algo así, como te dije es muy reservado. Yo no comenté nada más al respecto, el hombre debía de tener unos 38 años, se veía joven, pero también se veía maduro, así que debía de ser un hombre ya adulto, y además se vestía demasiado formal, así que sin duda era alguien con estilo y con una billetera muy gorda, su ropa no parecía económica y siendo el director de una escuela, no podía ser alguien irresponsable. —Está será tú habitación —dijo mi tía. Yo entré a la habitación y miré todo a mi alrededor, solo había una cama, un escritorio y un armario pequeño, y una enorme ventana que daba a la casa del vecino, también había estatuillas extrañas. —Lamento esto, me las llevaré mañana para que te sientas más cómoda —dijo mi tía y tomó una estatuilla que tenía cuernos, como si fuese alguna especie de demonio. —Oh no, está bien, puede dejarlas, no me molesta, de echo me gustan, ¿Qué son?. —Son para mejorar el flujo de energía, y para mantener al mal alejado, se que suena raro, pero si crees que te ayudarán, de verdad lo harán, todo está en la fe— respondió mi tía. —Ya veo, entonces dejémoslas aquí —mencioné mientras ponía mis maletas sobre la cama, mi tía sonrió y asintió. —No tenía cortinas para esta ventana, así que…, deberías de cambiarte en el baño, aunque no creo que el vecino tenga tiempo para espiarte. Yo miré por la ventana y noté que daba directo a una habitación en la casa de aquel hombre, pero la luz estaba apagada, no se veía que hubiera alguien en aquel lugar. —Okey—murmuré. —Mañana iré a comprar cortinas. —¿Vive solo? —pregunté mientras miraba la casa. —No, vive con algunos familiares, pero casi nunca están en la casa, me sorprende que lo hayas visto, yo nunca lo he visto en su casa desde que se mudó. —Oh. —Bueno, dejaré que te instales, mañana te llevaré a la universidad para que la conozcas, no es como la de las grandes ciudades, ó como a la que ibas, espero que no te decepciones. —Mientras obtenga mi título, no me importa—Respondí sin apartar la vista de esa casa. —Esa es la actitud. La tía Agatha era buena onda, así que sabía que no tendría problemas con ella, empecé a acomodar mis cosas y mientras lo hacía me sentía observada, pero…, en aquel lugar no había nadie, no le di más importancia y continúe con lo mío, en aquel sitio la recepción de los teléfonos era mala, así que tuve que recurrir a los correos electrónicos. Le envié uno a mi padre diciéndole que estaba bien, que mamá ya estaba yendo de regreso, que estuviera pendiente de ella, me recosté en la cama y miré el techo, en un abrir y cerrar de ojos, mi grandioso futuro se había ido al caño. ………….. A la mañana siguiente, me sentí un poco mal, tenía un poco de náuseas y un hambre brutal, tuve algunas pesadillas durante la noche y no había dormido muy bien. —¿Cómo dormiste en tú primera noche? —me preguntó la tía Agatha mientras preparaba el desayuno. —Excelente—mentí y sonreí. —Que bueno, me alegro mucho— dijo ella y puso un plato con pan tostado y huevos estrellados frente a mí, los devoré casi de inmediato y me bebí el vaso de jugo, me puse de pie y le ayudé a limpiar la cocina y lavar los platos sucios. —iré a cambiarme — dije y subí a la segunda planta, fui a mi habitación y miré mi ropa, en este lugar parecía que el clima sería frío, así que me puse unos pantalones negros y un suéter de lana color rosa, sujeté mi cabello en un chongo y tomé mi abrigo de color negro, yo no era una chica fashionista, pero me gustaba verme bien, me puse unos zapatos de charol color negro y tomé mi mochila, bajé las escaleras a toda prisa y miré a mi tía ya vestida. Hoy ella usaba un vestido azul con un estampado de pavorreal, y con un turbante blanco en la cabeza, parecía una gitana, digo, no quiero poner etiquetas ni nada, pero esa era la idea que tenia en mi mente. —Que guapa te vez, vas a ser muy popular en este lugar, eres tan bonita como tu abuela— dijo mi tía mientras me observaba con atención. —No la conozco. —No, claro que no, pero yo si la conozco, y créeme eres igual de bonita que ella. —Gracias. —La universidad no está muy lejos, no tengo auto, así que deberás de ir en bicicleta, ¿No te molesta o si?. —No claro que no —respondí, y en verdad no me molestaba, solo que…, no sabía andar en una. —No te preocupes, aquí la mayoría de jóvenes andan en bicicleta, muy pocas personas tienen auto, así que no creas que pasarás vergüenzas. —Bien. —Hoy en la tarde iré por ella, así que, iremos caminando. —Bien. Sin duda, hoy iba a ser un día muy interesante.
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