Todos estaban con la boca abierta en especial Hans, él recordaba aúna adolescente delgada, si, bonita, de ojos impresionantes, pero ahora, tenía delante de él a una mujer con todas sus letras, se había cortado el cabello, usaba maquillaje y se veía madura y refinada, tenía unos labios rojos impresionantes, usaba un vestido ajustado n***o y unos tacones que le daban sensualidad a su bonita silueta, ya no era una adolecente, y Hans lo pudo ver. —Oh, les presento a mi nueva abogada, la señorita Gallur, pero por lo que veo ya la conocen. —Nora… ¿Qué haces aquí?, no esto no puede ser— dijo Ian y se puso de pie, casi sentía que le estaba dando algo. —Cálmate Ian, deja el drama— dijo Nora de un modo poco amigable. Hans se puso de pie y se acomodó el saco, parecía que iba a salir huyendo.