Cirilla... Me observo en el espejo muy nerviosa después de que salieron los que me estaban arreglando para la boda. Me observo y sonrío. ¡Me voy a casar! El vestido que elegí es bellísimo, es sencillo de seda, sin escote y dejando ver mis hombros, tiene un corte de princesa. Me peinaron con un moño bajo y colocaron sobre este una hermosa peinetilla de platino y diamantes que me regaló Oleg, junto a los hermosos pendientes a juego. Me peinaron con un moño bajo y colocaron sobre este una hermosa peinetilla de platino y diamantes que me regaló Oleg, junto a los hermosos pendientes a juego. Escucho que tocan la puerta e instantes después aparecen mis padres que sonríen mientras sus ojos se llenan de lágrimas. - Por Dios – dice mi madre viniendo hasta mi – estás hermosa princesa. – me abra

