Cirilla...
Estoy en la sala de médicos descasando un poco ya que llevo más de veinte horas en el hospital y me tocó el turno de descansar. Mientras cierro los ojos un instante, viene a mi mente Aleksei y todo lo que me contó. Quizás por eso la atracción entre los dos es tan fuerte, porque él a mí me encanta y los besos que nos hemos dado me dejan con ganas de más, aunque trato de controlarme y controlarlo porque aún está herido. Dentro de una semana es mi cumpleaños y estoy triste porque mi familia está al otro lado del mundo y muy probablemente esté trabajando ese día. Escucho que la puerta se abre, pero no me molesto en apartar mi brazo de mis ojos por que debe ser uno de mis compañeros o algún médico.
- Puedo notar que no estás dormida – abro los ojos como platos y aparto el brazo ráp
