Capítulo 6

1718 Words
Así que, ¿tarea fácil? ¡¿Qué tiene esto de tarea fácil?! ¿Sabe él lo difícil que es convivir con humanos? ¡Esto parece un castigo! Y yo no hice nada para merecerlo. ¡Es injusto, no quiero vivir junto alguien más, sobre todo si ese alguien es un inservible humano! ¿En qué momento cambio mi misión? Yo solo debía vigilarla y solucionar sus problemas. Obviamente yo no hacía ese trabajo, lo dejaba encomendado a mis subordinados; malditos, nunca mencionaron que la tipa era una completa loca. Pero, todo era culpa de esa estúpida humana. ¿Cómo es que a su corta edad ya andaba con problemas de financiamiento? ¡¿Y por qué no lo solucionaba ella misma?! Si fuera sí no estuviera aquí, en este mundo del que no me terminaba de acostumbrar. Tampoco tenía la opción, ni la intención, de mentir u ocultar el informe diario de aquella muchacha a mi Rey. Lo que no me esperaba es que hallará como solución enviarme a mí a vivir con ella. ¡ES TAN JODIDAMENTE INJUSTO! Podrías dejar de maldecir y golpear al puto árbol. Todo el mundo te está viendo. Sí, estaba hablando con un árbol, bueno técnicamente, la verdad es que me estaba descargando con él; ya que cuando llegue a reportar todo lo sucedido con las humanas, no podría mostrar mi molestia. Y bueno, nadie que aprecie su vida quisiera verme molesto, no a alguien como yo. Malditos humanos, ¿no saben que es disimular? Porque eso les enseñan en la escuela básica. Como los detestaba, ¿será por ese motivo qué me fastidiaba aún más esta misión? Bueno es que esta para nada es una misión, más parece un servicio de niñera. Como sea no tenía otra opción, el consejo lo había dictado, para ser más preciso el que gobierna este clan, Klauss. Él me había tomado cariño o al menos parecía ser así, y en realidad no quería decepcionarlo, esa es la razón real por la que acepte esta ''misión''. Yo no soy de cumplir las reglas si no me parecen correctas, es decir, vivo con mis propios principios, y este clan tiene mucha similitud con los míos, es por eso que me uní a ellos. Por eso cuando escuché acerca de esta misión me negué en un principio, no vigilaba a humanos a menos que estuvieran involucrados con nuestros enemigos; y esto que me había encomendado no era relacionado al clan, más parecía un favor personal, así fue. “Eres el único en quien confió plenamente, Whitemore”, es la frase que había utilizado para convencerme. Sabía que jamás lo iba a defraudar. Siempre he cumplido todas las misiones que me han encomendado, salvo el día que me encomendaron quitarle la jeringa y el medicamento, con los cuales sobrevivimos al sol, a un pobre chico de ¿15 años? y llevarlo a la cumbre más alta al amanecer, uno de nosotros no puede aguantar más de cuatro horas al contacto con el sol, es decir, era obvio que no lo iba matar, pero si le iba a hacer un gran daño, que luego de algunos días se le curaría por completo. ¿Y cuál era el crimen que había cometido este niño, cómo para merecer ese castigo? Pues al parecer nunca antes había recibido uno; su error fue simplemente llevar comida a su pequeña hermana, en horas no permitidas, pero vamos, ¿quién no lo haría? Su pequeña hermana de apenas 5 años no sabía cazar, tenía que hacerlo, nosotros no podemos vivir sin alimentarnos al menos una vez al día, dependiendo a la categoría a la que pertenezcamos; así que según mi juicio no era un crimen, por lo que no les hice caso, y como castigo me mandaron a mí a la cumbre a la debía llevar a aquel niño. Cuando sentí el calor conectarse con mi cuerpo, agradecí no haber traído al pequeño hombrecito. Aún puedo recordar el dolor que sufrí en todo mi cuerpo, a pesar de sanar en menos de un día, mi mente grabo los estragos que había dejado los rayos del sol aquella mañana. Después de la única misión que no cumplí, el consejo decidió que no se me podía confiar más misiones. Seguí siendo parte del escuadrón que protegía al Rey, pero ya no me incluían en las reuniones; veía como mis compañeros salían y regresaban de cuanto en cuanto y yo solo podía trabajar a ciegas, sin saber lo que ocurría con nuestros enemigos. Trabajar así estos dos últimos años, era una tortura. Mi posición de general del escuadrón principal me había sido arrebatado, mi orgullo había sido pisado por el consejo y no podía hacer nada, nadie podía ni el mismo Klauss; bueno no directamente, puesto que tenía que mantener la armonía del clan. El único motivo por el cual no había salido de su reino fue porque él me lo impedía con la promesa de encontrar una formar de acabar con esa tortura impuesta por el consejo. El Rey sabía cómo me sentía con todo ello, por eso cuando escuché que me buscaba para una misión supuse que tramaba una solución para aquel castigo. Flashback —   ¡Pueden dejar de tocar el puto timbre! ¿saben al menos que hora es? Son las 7: 00 am, ¡¿Quién mierda se levanta a esas horas?! — grité a voz en cuello a pesar de que sabía nadie me respondería. Baje las escaleras de mi enorme casa, gritando, frustrado por interrumpir mi descanso, quien sea que fuera pagaría por esto. Si bien no me había ido del clan, me estaba tomando un tiempo para mí fuera del reino. Abrí la puerta, y sorpresa, tenía a dos mensajeros del consejo (o perros de consejo, como yo les llamo) en mi puerta. “¿Qué mierda se les perdió por aquí?”, fue lo primero que pensé. — Buenos días. — dijeron al unísono— Tenemos un mensaje para usted. — habló uno de ellos, para colmo eran gemelos no sabía quién mierda era quien— El consejo ha pedido su presencia, lo estarán esperando para la cena de esta noche— luego de este mensaje, y sin dejarme siquiera responder, desaparecieron. Putos perros del consejo. No quería ir, de hecho, estaba pensando en la idea de no obedecer esta orden, al fin ¿qué podrían hacerme ahora? No pueden matarme, según nuestros derechos eso sería un crimen, mientras no haya incumplido las reglas que merecieran tal castigo; y mis vacaciones habían sido autorizadas por el Rey. Faltar a este llamado probablemente denominaba algún castigo sencillo así que no sería la gran cosa para un general que había sido quitado del cargo; sin embargo, como si él supiera lo que estaba tramando, vino a mi casa y me convenció de que fuera con él. ¿Tan importante era lo que me dirían? Aun no lo sabía, mas cuándo llegue al lugar no había nadie más que nosotros dos, entonces entendí, esto era algo más personal; y por supuesto, sea lo que fuera lo iba a apoyar. Eso fue lo primero que pensé. Grave error. Al escuchar cuál era mi nueva misión, caí en estado de shock momentáneo, él me estaba pidiendo que vaya al mundo humano, que viva entre ellos y todo para cuidar a una humana ¡Una insignificante humana! A pesar de que para nosotros el tiempo pasará demasiado rápido, yo no podía estar al contacto con los humanos, a menos que los quiera para mi cena. Y él lo sabía, sabía que tenía una clase de fobia hacía ellos. —   ¡No, no y no! — me levanté del sillón en el que estaba, aventándolo en el proceso—  Ud. no me puede mandar a un s******o, sabe lo que ellos causan en mí— “Los mataré en cuanto los vea”, pensé dejando que él lo escuchará. Sí mataba a un humano que estuviera en su casa o en cualquier lugar público era una falta gravísima; es decir, podíamos matar humanos, pero perdidos o que ya no tuvieran señal de querer seguir viviendo; esto último era casi imposible, por qué no era como que vas preguntando “¿Ey, puedo beber de ti? Es que veo que no quieres seguir en este mundo.” El último caso realmente se daba muy pocas veces, y muchas veces era tema de debate en el consejo; quien atacaba a esta situación casi siempre tenía que mostrar mil pruebas si no quería terminar siendo disecado o con el corazón arrancado.  — Cálmate. — se paró de su lugar, con tal tranquilidad que a veces lo envidiaba por aquello— Te ayudé a controlarlo ¿Lo recuerdas? ¿No es momento de comprobar si eres capaz de controlar tus impulsos? — lo miré como si él estuviera loco. No es que fueran mi deseo por la sangre como ocurría con los del último rango, era repulsión hacía ellos lo que me llevaba al deseo de querer desaparecerlos. —   No creo… No creo que pueda. — comencé a hablar más calmado— No soy la persona adecuada para esta misión, busque a alguien más. Yo solo podía imaginar las próximas noticias haciendo ver como el asesino serial de este mundo. Él negó tranquilamente, no podía ver sus pensamientos a diferencia suya. —   Creo lo contrario. Esta misión será de gran ayuda para que regreses a tu cargo original. — él sabía que amaba todo lo que demanda ser un general del reino— Solo debes vigilarla. —   ¿Por qué molestarse por una humana? — quise entenderlo. —   Ella es muy importante para mí— sinceramente era la primera vez que escuchaba hablar al Rey de esa forma acerca de un humano. A pesar de que no lo aborreciera como yo, jamás los había defendido. Y según mi conocimiento, su único ser importante para él era la Princesa. —   ¿Se trata de alguien importante para usted? — cuestioné para mí mismo. Él asintió; si era alguien importante para él, las cosas cambiaban. —   Necesito tu ayuda, como te dije antes esta misión es personal, si no aceptas lo entenderé— su mirada cambió, en sus ojos tenía cierta esperanza, probablemente en mí Sabía que el Rey no hacía las cosas sin pensar, probablemente había algo más detrás de todo esto. Pero, no podía someterlo aún interrogatorio, sabía que en su momento el mismo me lo haría saber. La gravedad del asunto. — Si es importante para Ud. así lo haré mi señor— bajé la cabeza guardando reverencia. Y aquí estoy, frente a un árbol, casi arrepintiéndome por tomar aquella decisión, casi; porque yo nunca retrocedo cuando decido avanzar. Oh claro, olvide comentarlo, soy un vampiro.    
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD