Alice- De repente, después de ese grito de satisfacción la realidad cae como una cubeta de agua helada, el horror se implanta en mis ojos de inmediato. Veo a Said agitado saboreando como si fuese un exquisito manjar el líquido sobre su mano y lo empujo fuertemente para separarme de él, arrepentida de lo que hice. Mi pecho sube y baja, con la mirada cristalizada… estoy jodidamente a punto de llorar. Tiemblo al ver su mirada feroz y por un momento lo veo preocupado por mí. — Alice –intenta acercarse — ¡No me toques! –levanto solo un poco la voz para no alertar a mi tía ni a nadie en el exterior de la oficina- Solo… solo vete –le suplico apartando mis ojos de él — Pero Alice… -intenta tomarme del brazo pero no lo logra. Me giro y mirándolo directamente a los ojos le digo- ¡No! N

