CAPÍTULO 2. Me gustas.

1137 Words
—No, ¿Y dónde está tu jefe?, ¿Cuándo me dejarán ir?, empezaré a gritar por ayuda si no lo llamas de inmediato, ¡Auxilio!, ¡Ayuda! ¡Auxi…. La chica se quedó callada al ver al hombre que la miraba con el ceño fruncido, empezó a sentirse mareada, lo señaló con su dedo índice y casi gritó. —Tú, ¿Cómo se atreve a secuestrarme?— preguntó ella a punto de perder la poca calma que aun le quedaba. —Es un poco raro que seas informal y que después recuerdes tus modales— dijo aquel caballero con seriedad. —Quiero irme—dijo Reen y empezó a caminar en busca de la salida, ahora sabía que debía de huir rápido. Kai no hizo ningún intento por detenerla y la dejó que anduviera por la casa, se sentó con tranquilidad en la mesa y una de las asistentes le sirvió un poco de vino y también le sirvió comida en el plato limpio frente a él. Mientras tanto, Reen corría desesperada en busca de una salida o de alguna manera de comunicarse con el exterior, la única puerta estaba cerrada y las ventanas eran todas falsas, era inútil no había a donde ir, miró las escaleras a la segunda planta y estaba por ir hacia ellas cuando él X-97 se paró frente a ella impidiéndole subir, Reen tragó en seco por el miedo y la garganta le dolió un poco. Kai estaba comiendo cuando miró a Reen entrar al comedor, se veía molesta y al llegar junto a él golpeó con una mano la mesa demostrando su enojo. —Exijo que me dejes ir, ¡Ahora!. —Ella lucia muy aterradora, pero no lo suficiente como para intimidar a Kai. —No, por ahora serás mi invitada, así que toma asiento y come algo, soy muy estricto con las horas de comida, come ahora o no podrás comer hasta el desayuno. La invitación de Kai sonaba más como una advertencia, Reen desvió su mirada hacia los deliciosos platillos sobre la mesa, tenía mucha hambre y siempre había sido una persona de buen comer, respiró hondo y fue a sentarse en la silla reservada para ella. Una de las asistentes se apresuró a servirle comida en un plato y le sirvió un poco de vino en una copa. Ella empezó a comer en silencio mientras pensaba como escapar de aquel lugar, de aquella locura que parecía una jodida pesadilla, no estaba muy segura de sí tenerle miedo a Kai o no, así que tenía que indagar, pues después de todo ella no lo conocía realmente. —¿Dime que es lo que quieres?— preguntó ella de la nada mientras cortaba un pedazo de carne, Kai se limpió la boca con elegancia y dejó de comer, en su mente tenía la respuesta, pero si la decía tal y como la pensaba seguramente iba a asustar mucho a Reen. —Que te enamores de mi, o yo perder el interés por ti, cualquiera de las dos es una buena opción para mi— respondió él y se quedo atento a las expresiones de Reen. Le era muy difícil saber que era lo que las personas expresaban a través de gestos o movimientos, por tal razón nunca supo si su madre lo felicitaba o lo regañaba, tampoco nunca supo que su progenitora le tenía miedo, o que su padre nunca lo quiso cerca. Reen miró al hombre delante de ella y sus pestañas aletearon un par de veces. —¿Qué?— preguntó pensando que tal vez lo había escuchado mal, los hombres como Kai no se enamoran de las personas, eso era lo que ella pensaba. —Por alguna razón me gustas y mucho, no logro entender ¿por qué?, no pareces una mujer muy prudente, eres ruidosa, y tampoco pareces muy culta, además eres muy joven y con todo respeto pareces un poco…, torpe. Las venas en la frente de Reen parecían querer estallar mientras Kai hablaba. Ella nunca antes había conocido a alguien que dijera lo que pensaba sin miedo a herir al prójimo. —Pues discúlpeme usted por ponerme histérica y olvidar mis modales, pero un idiota me secuestró, y en cuanto a la edad, o yo soy muy joven o tú eres muy viejo, estoy segura que es lo segundo— dijo ella mientras cerraba los ojos negándose a ver a ese hombre sin escrúpulos. Kai frunció el ceño y se dio cuenta de que otra vez había usado mal sus palabras, la mujer se veía enojada, pero no sabía que tan enojada, para él era mejor medir los sentimientos de los demás con números, así sabía cuando era mejor dejar de hablar, por ahora ante sus ojos y su crítica, ella tenía un nivel de enojo de dos , un tres tal vez. —Tal vez no me comprendas, tal vez yo me estoy dando a entender mal, solo déjame averiguar que pasa conmigo, es que a veces no me dejas pensar y eso me molesta. —¿Yo no te dejo pensar?, bien… Antes pensaba que eras raro, ahora se que eres raro y que estas loco, ahora por favor ¿podrías dejarme ir?, tengo cosas que hacer en el mundo exterior, tengo que ir a la Universidad y tengo un trabajo que mantener. Kai se rascó una ceja, y se molestó de que esa mujer no entendiera sus palabras. —¿Por qué me odias tanto?, ni siquiera hemos hablado lo suficiente, y ya arreglé todo. A qué se refería él con, “ya arreglé todo“. —Eres un engreído, eres presuntuoso, no tienes remordimientos, estoy segura de que no tienes empatía por las personas y me sorprendería que siquiera tuvieras sentimientos, a veces creo que eres un robot más, no te das cuenta o no te importa lo que le haces a la humanidad con tus magníficas…. “creaciones”— dijo Reen conteniendo el aliento. —Explica— ordenó Kai. —Todos saben que tus robots serán armas en un futuro, la gente se está volviendo loca, ¿Y adivina quienes serán los más afectados?, la gente con más bajos recursos, gente que no se pueda defender, mira como vives, ¿Alguna vez te has parado en los barrios pobres?, los hospitales se volvieron un lujo, un lujo que algunas personas no se pueden costear y todo gracias a ti. —Para qué mis “robots “ sean armas tendría que haber alguien que sea más inteligente que yo, y aunque lo hubiera tengo un modo de seguridad para eso, que no creo que deba explicarte ya que no eres lo suficientemente lista como para entenderlo, y en cuanto a lo otro…. —Señor tiene una llamada de Cesar Cho— informó Kira interrumpiendo a Kai.
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