La mujer que quiero

CAPÍTULO 3. Itsuko.

Él miró a Reen y se quitó sus gafas para ponerlas en la mesa, él siempre se veía tan calmado, tan perfecto, era irreal, también siempre se veía aterrador, tenía una mirada que hacía que las personas se sintieran poca cosa, parecía que él desaprobaba a todos sin la necesidad de hablar.

—Responderé en mi estudio— dijo Kai y se puso de pie.

Reen sólo lo miró, Kai lucia muy elegante, cada movimiento en él era perfecto, ahora entendía por qué había tantas especulaciones de que él era un Cyborg, sólo un rostro implementado por la empresa Itsuko, no sabía si era verdad o no, lo que sí sabía era que el tipo estaba loco, tenía que encontrar la manera de comunicarse con la policía o con quien fuera.

—Dime—ordenó Kai mientras se sentaba detrás de su escritorio el cual estaba lleno de papeles.

—Kai, los de la junta directiva están pidiendo el nuevo prototipo de Centauri X, no se que decirles, ¿Por qué no viniste hoy a la oficina?, se que eres el dueño pero…, desde hace 6 años no te tomas un día libre, ¿Estas bien?.

—Diles qué si tanto les urge que lo hagan ellos, no son mis jefes, lo tendré listo cuando lo tenga, ahora estoy ocupado con otro asunto.

—Está bien, no te molestes, yo me encargaré, es solo que Xao ha estado de mal genio, al parecer secuestraron a su prometida, la chica bonita que tiene una campaña en tu contra, Reen Fang.

—¿Su prometida?.

—Si, al parecer hizo un acuerdo con su padre, pero estoy seguro de que esa chica jamás iba aceptar casarse y como tú no viniste, él a estado ladrando todo el día, en fin te dejo con tu otro asunto.

Kai colgó la llamada y se quedo sentado pensando, sabía muy poco de las mujeres, ¿Qué les gustaba?, ¿Qué no les gustaba?, fue en busca de Kira y miró a su alrededor.

—¿Dónde está ella?.

—La señorita Fang se fue a su habitación después de llamarme idiota, dijo que si se atrevía a entrar a su habitación sin permiso iba a cortarle los…— Kira se quedó pensando un momento y no sabía si decirlo como Reen se lo dijo, se escuchaba un poco vulgar para su gusto —En teoría amenazó con amputarlo.

—¿Todas las mujeres son así?— preguntó Kai.

—Me temo que su pregunta es un poco absurda, es imposible responder.

—Tienes razón, sólo asegúrate de que ella esté cómoda, y no la dejes salir o hacer llamadas.

—Si señor.

Mientras tanto la chica iba y venía dentro de su habitación, era imposible salir de esa enorme casa, ni siquiera sabía dónde estaba, ni tampoco entendía que era exactamente lo que quería Kai, tal vez le tenía odio por todo lo que ella hacía en su contra, se sentó en la enorme cama con sábanas rojas y se puso a llorar en silencio, el sueño le ganó y se durmió sin darse cuenta, no despertó hasta que sintió que alguien la observaba, abrió los ojos y se sobresaltó al ver a Kira con sus ojos azules brillantes fijos en ella.

—Buenos días señorita Fang, el señor Xuen me pidió que le trajera el desayuno— dijo Kira y señaló la charola con comida que había puesto a lado de su cama.

—¿Qué hora es? —preguntó Reen mientras se frotaba los ojos.

—Son las seis de la mañana.

—¡Diablos!, es muy temprano, ¡Cielos!, ustedes están locos, ¿Y que espera el Señor Xuen que yo haga tan temprano?, dile que se meta su desayuno por el….

Kai tenía el entrecejo arrugado mientras escuchaba a Kira. —¿Ella dijo eso?— preguntó dudoso de qué una joven tan bonita tuviera un vocabulario tan vulgar.

—Si señor.

—Déjala dormir entonces, espera a que ella baje a la cocina y ofrécele algo de comer—dijo Kai y sintió que estaba dando un paso hacia adelante, ahora sabía que Reen odiaba levantarse temprano, —Me voy a la empresa, si ocurre algo llámame.

—Si señor.

Kai subió a su Bugatti de última generación, era azul con negro, realmente era una belleza de auto y solo se habían fabricado tres autos de ese tipo, no necesitaban ser conducidos personalmente, eran un lujo, un lujo que no cualquiera podía costear.

En Itsuko todo era majestuoso, sólo los empleados tenían el placer de disfrutar de lo último en tecnología, y para poder entrar al edificio, no había otra forma que ser empleado o invitado, había tres guardias cuidando la entrada del edificio principal, estaban acompañados por hologramas que daban los buenos días a todo el que cruzase la entrada, había una enorme sala de espera donde había algunas mujeres que estaban deseosas de conseguir el puesto para recepcionista, había un enorme mostrador de color negro* y plateado con enormes y hermosos floreros, con un letrero que decía “Itsuko Ind.” Y detrás del mostrador dos recepcionistas con un traje blanco impecable, eran bonitas con hermosas sonrisas, eran la imagen de Itsuko, todo parecía un sueño para todos, hasta que el presidente llegó.

—¡Llegó el presidente!—dijo uno de los guardias de seguridad alertando a todo el mundo, las recepcionistas se pusieron de pie y se acomodaron el traje blanco, los empleados que esperaban por el ascensor se pusieron firmes, todos sabían que Kai Xuen odiaba la suciedad, hacia unas semanas atrás despidió a un hombre porque tenía una mancha de café en su abrigo, parecía algo ridículo, pero todos dentro de la empresa se tomaban muy enserio el aseo personal.

Kai entró al edificio y los guardias hicieron una reverencia.

—Buenos días señor.

El frío hombre no respondió al saludo y continuó su camino hacia la recepción.

—Buen día señor Xuen—dijeron ambas mujeres mientras hacían una reverencia.

Kai ni siquiera las miró y continuó su camino hasta el ascensor privado, él odiaba tener que esperarlo o compartirlo, así que nadie excepto él podía usar ese ascensor, cuando el ascensor cerró sus puertas con el jefe dentro, todos parecieron poder respirar aliviados.

—Es aterrador ¿No lo crees?— preguntó una de las recepcionistas mientras regresaba a su lugar.

—Si, siento que mi sangre se pone helada de solo verlo, ¿Será gay?.

—Yo también lo he pensado, con ese cuerpo y ese rostro, podría tener a cualquier mujer que él quisiera.

—Su carácter no le ayuda.

—Tienes razón, mira— dijo la mujer y mostró su brazo, —Me pone la piel de gallina.