52

2177 Words

— ¿Qué haces con una sala de torturas en tu casa, Stefan? – Le preguntó con los ojos abiertos, mientras lo miraba con miedo. – ¿Tenías pensado en utilizarla conmigo? – Él la miraba, sin saber qué contestar. – La gente que tiene una sala de tortura son gente mala… mafiosos… extorsionistas… ¡Delincuentes! ¡Gente que se dedica hacer daño a los demás, sólo para conseguir el temor de unas pobres personas que no tienen la culpa de que ellos sean unos asquerosos delincuentes! ¡La gente así tiene que estar en la cárcel! ¡Lo único que son unos asquerosos delincuentes! ¡Y no sólo eso! ¡Son personas terribles, horrorosas! – Se abrazó a sí misma y miró hacia otro lado pero lo miró después de unos minutos en silencio. – ¿Tú eres como ellos? Stefan le miró impasible. No sabía si debía decirle la verda

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD