Capítulo 2.

2097 Words
Alessandra. -Nathaniel, las cosas no tienen por qué ser así- Le digo en cuanto salimos del edifico de abogados, la tensión ha sido más que palpable allá dentro, y no planeo seguir de este modo todo un año más, sobre todo porque es un año que no se como voy a soportar, o peor aún, como voy lograr ocultar el secreto que se que pronto será mas que evidente en mi vientre, después de todo, ya tengo casi dos meses de embarazo, hace todo ese tiempo que Nathaniel no ha estado conmigo, y después de él, yo no he estado con nadie mas No falta mucho para que la ropa me delate, si bien se nota una ligera protuberancia, bien podría pasar como que mi estomago esta hinchado, pero después de un par de días no voy a dar la misma excusa, ese bebe crecerá y yo deberé decidir que es lo que voy a hacer -Te espero en la oficina, debemos arreglar esto lo antes posible- Me dice ignorando totalmente a lo que yo me he referido -¿Ya? ¿tan rápido? -Al mal paso darle prisa- Nathaniel se ve afanado, como si no quisiera perder demasiado tiempo conmigo, como si de algún modo, el hecho de estar junto a mi mas de lo necesario lo martirizara, y eso me hace querer llorar, y no se si es producto de las hormonas, o de mi corazón roto, pero me siento mal como pocas veces en la vida me he sentido, y la única persona que puede arreglarlo me esta dando la espalda como si lo nuestro ya no fuera mas que historia Y ciertamente tengo miedo de que el me haya dejado rezagada al pasado, prefiero soportar su indiferencia a su olvido -Jules, ¿Vienes conmigo? - Le pregunta a la morena que camina a mi lado -¿Y Alessandra?- Pregunta con sutileza, y en este momento le agradezco infinitamente que haya decidido dejar su odio atrás y pensar un poco en mí, incluso aunque sea únicamente por mi bebe -No le quedara difícil tomar un taxi- Espeta con seriedad, y sus ojos puestos en Jules, nunca en mi No en mi después de todo el daño que le cause Jules titubea un poco a mi lado y entonces le responde- Yo creo que la acompañare, nos veremos en la empresa Nathaniel parece momentáneamente molesto, sin embargo no le da mas vueltas al asunto y se sube en el auto negro brillante, emprendiendo su viaje lejos de ahí, y de mi -Se porta como un niñato de quince años- Bufo -Esta dolido, eso esto- Ella sentencia estirando su mano hacia el auto amarillo que se aproxima en nuestra dirección -A Ediciones Brown, por favor- Le dice ella al taxista Yo me quedo absorta en el paisaje, sabiendo que, aunque Jules haya decidido acompañarme, no significa que quiera entablar nuevamente una amistad o siquiera una conversación conmigo, ella lo ha hecho por asegurarse que estoy bien y eso es todo, al fin y al cabo ella hace parte de esa lista de personas a las que he defraudado Pero hay una pregunta que no puedo evitar hacer, una que espero ella pueda contestar, una que no deja de rondarme la cabeza ni de atormentarme -Jules- Susurro mirando aun en dirección al horizonte de la ciudad gris -¿Qué pasa?- Responde con brusquedad -¿Tú crees que él en algún momento llegue a perdonarme? -¿Nathaniel? -Si, ¿Crees que él me perdone algún día? -No- Dice en seco Una parte de mi le cree, una parte de mi me dice que soy estúpida por creer que alguien podría perdonarme algo como eso, es esa misma parte que me grita que soy una desgraciada y una estúpida por todos los errores que he cometido, esa misma parte que espera todo el odio del hombre al que más ha amado en la vida, una parte que esta ahí, pero a la que sin embargo y muy obstinadamente yo me niego a creer Porque otro lado de mí, uno incluso mayor me dice que todavía hay algo por lo que luchar, no importa cuan absurdo suene, o cuan ridícula me sienta pidiéndole perdón a Nathaniel, sé que con el pasar del tiempo, el me vera diferente, volverá a ver a la misma Alessandra que conoció en su oficina y que no sabía que guardaba tantas intenciones tras de si Me volverá a ver como lo que soy. La mujer que lo ama y la misma que espera un hijo suyo -Pero no tienes de que preocuparte- Vuelve a hablar ella, mientras yo me volteo levemente para verla -¿A qué te refieres? -Que si lo que te asusta es tu hijo, no tienes porque preocuparte, conozco a Nathaniel, y se que jamás seria un padre como el que él tuvo -¿Por qué estas tan segura? Jules -Porque durante mucho tiempo, lo único que Nathaniel quiso, fue una familia, alguien a quien pudiera acudir cuando tuviera problemas, alguien que lo felicitara cuando hiciera las cosas bien, alguien que le diera una palmada en el culo y le dijera, “Muévete que tienes que hacer algo” Eso es todo lo que el quiso durante la mayor parte de su vida, ¿Y sabes una cosa? Nunca lo consiguió No es hasta que sorbo por la nariz, que me doy cuenta de que estoy llorando y que el taxista, con una gran barba y los ojos chinos, me mira con el ceño fruncido desde el retrovisor -Nathaniel nunca pudo tener eso que tanto quería, su madre murió cuando él era muy chico, y su padre, bueno, creo que todos sabemos la historia del hombre, y se que Nathaniel no querrá convertirse en lo mismo, sé que él no perderá la posibilidad de una familia, de darle a un niño lo que el tanto quiso y no pudo obtener -Nathaniel es bueno -Lo es demasiado, y ese niño que esperas será el mas amado sobre la tierra -Pero es mío, Jules, ¿Qué si eso le hace sentir aversión? ¿Qué si no quiere verlo porque es de la mujer que lo engaño? -Créeme cuando te digo, que muy por encima de ti, va a estar ese bebe, y es por eso que debes decirle, aun les espera un año por delante y dudo mucho que vayas a usar habito con el propósito de esconder tu barriga -Tengo miedo…- Murmuro, pensando en lo que Jules ha dicho, en lo maldita que he sido al dañarlo, y en lo miserable que me siento ahora mismo, quiero creer que Jules tiene razón, pero, ¿Y si él ya no quiere saber nada de mí? ¿Y si no me cree que él bebe es suyo? Después de todo, no tendría porque hacerlo, le he dicho tantas mentiras que es normal que ahora dude incluso de mi nombre -¿Por qué viniste conmigo? ¿Por qué no te fuiste con él? - Inquiero nuevamente -Deja de hacer tantas preguntas, Alessandra- Refunfuña El resto del camino, ni Jules ni yo volvemos a decir palabra alguna, supongo que el ambiente está lleno de demasiados interrogantes que sabemos no se van a resolver ahora, el aire esta cargado de tensión, de desconfianza y de cosas rotas que parecen irreparables El taxi aparca frente a ediciones Brown, y yo siento que vuelvo a ver el edifico por primera vez, me siento como una forastera, en la compañía en la cual viví los mejores meses probablemente de mi vida De repente, siento que el estómago se me dobla en dos, y me voy obligada a detener mi paso, las nauseas me inundan nuevamente y un fuerte dolor abdominal las acompaña, yo me detengo en seco, y Jules voltea verme -¿Estas bien? -Si, solo dame un segundo- Le pido mientras me recompongo -Alessandra, estas muy pálida, y estas helada- Dice tomándome de las manos -Supongo que serán cuestiones del embarazo- Aseguro irguiéndome tanto como me es posible -¿Segura que no necesitas que vayamos a un médico? -Jules, si fuera a un medico cada vez que me dan nauseas te aseguro que no saldría de ahí en por lo menos 5 meses -Esta bien, vamos- Me dice no muy convencida Ambas entramos en el lugar, y de inmediato siento como las miradas se posan sobre mí, una tras otra, todos probablemente enterados de todo lo que he hecho, cosa que me hace sentir desnuda, como si estuviera caminando por esos pasillos con nada mas que mis zapatos de tacón, veo reproches, muecas, cabezas negando, seguramente preguntándose que hago en ese lugar y como es que después de todo me atrevo a poner un pie allí ¡Si tan solo se enteraran que la farsa debe durar por lo menos un año más! -¿Por qué han tardado tanto?- Le pregunta Nathaniel a Jules en cuanto llegamos al último piso, donde solía ser mi puesto de trabajo -Alessandra ha tenido un problema- Ella empieza a hablar, pero se detiene de inmediato- Pero ya esta mejor- Sentencia mientras yo agradezco internamente que no haya dado más detalles del asunto Nathaniel me dirige una mirada rápida con el ceño fruncido, y centra su atención en lo que supongo más importante que yo -Vamos a hacer esto fácil- Dice el caminando hacia el lado contrario de su oficina- He logrado conseguir una oficina para ti aquí -No necesito una oficina, puedo quedarme con mi antiguo escritorio -No lo hago por ti, Alessandra, lo hago por mí, no quiero tener que verte la cara cada vez que salga de mi oficina- Jules se aclara la garganta a mi lado y yo no digo nada -Así que aquí podrás tener tu propio espacio, tus líneas telefónicas están conectadas con las de Jules, y esta misma tarde el encargado de seguridad vendrá a poner una cámara aquí, debo recordarte que no puedes recibir visitas en este lugar, o tomar fotos ni nada parecido, tampoco podrás cerrar la puerta estando aquí -Entendí antes cuando me dijiste que no tendría privacidad, no tienes por qué preocuparte- Le digo con altanería- ¿Y qué hay del baño? ¿También habrá cámaras en el retrete? -Por desgracia la ley federal nos prohíbe las cámaras en los baños, podrás ir, por supuesto, pero tendrás un tiempo límite, si tardas más de cinco minutos en el baño, Jules o cualquier otra mujer de la empresa podrá entrar a averiguar que es lo que pasa -¡Que bien! Tampoco puedo enfermarme- Suelto muy bajito -Por desgracia, Forester, perdiste todos los privilegios que una persona podía tener en el momento exacto en el que decidiste vendernos, la seguridad de mi empresa no es un juego para mí, y es esto o la cárcel, porque siempre puedo llamar al abogado, y decirle que no quieres cooperar -Y de paso pedirle que te informe la manera en la que los acreedores destruirán tu empresa y la volverán un montón de papeles sin valor que remataran a una persona que solo quiera demoler el edificio y construir un hotel, ¿Es eso lo que quieres? - Lo miro fijamente, haciéndole entender que el también gana con este acuerdo, él también debe poner de su parte -¿Cuál será el horario de Alessandra?- Interviene Jules -El mismo del resto de los empleados, eso sí, por nada del mundo ella puede quedarse aquí después de que la mayoría en la planta se hayan ido- Sentencia -No es como que tenga ganas de armar un campamento aquí- Ataco -Tus funciones ya las conoces, ser la cara bonita de la empresa y mostrar tu mejor sonrisa a los autores, necesitamos contratos y tu necesitas tu libertad, ya sabes que si necesitas cualquier cosa puedes acudir a Jules, y ella me informara a cerca de todo durante mi ausencia -¿Ausencia?- Inquiero sonando repentinamente preocupada por la palabra -Si, ausencia- Espeta- Jules, por favor, dejo todo en tus manos -¿A dónde va?- Le pregunta ella -Estaré un par de meses fuera de aquí -Pero no puedes dejarme sola- Suelto, no dándome cuenta de lo inapropiado que ha sonado eso -No necesitas que yo esté aquí para cumplir con tu trabajo, por otro lado, creo que lo mejor para ambos seria no tener que vernos a diario -Pero Nathaniel -Mantenme informado de todo- Él le da un beso en la mejilla a Jules, y me da la espalda nuevamente, tal parece que esa será la imagen a la que deberé acostumbrarme El marchándose y huyendo lejos de mi Nathaniel no quiere estar a mi lado, y para mi es cada vez más difícil entenderlo -Vas a estar bien- Asegura Jules -No lo creo, yo lo necesito- Suelto con la voz quebrada.    
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