bc

Muñeca Rusa. +18

book_age18+
3.7K
FOLLOW
21.2K
READ
FBI
goodgirl
mafia
drama
tragedy
mystery
city
lies
secrets
crime
like
intro-logo
Blurb

Khatia Markova, es una inspectora Rusa de belleza increíble e inteligencia superior a cualquiera, muy reconocida en su país, pues gracias a ella es que las calles están libres de peligro y debido a ello es llamada a la ciudad con más índice de violencia. Sin muchos ánimos de irse pero sin armas para negarse, ella accede dejando con nostalgia aquella ciudad que la vio crecer junto a su amigo y colega Nikolai, lo que ella no sabe es que su vida cambiará y quien sabe si es para bien o mal, pues tendrá la oportunidad de demostrar que no es solo una muñeca rusa, sino, el infierno andante.

Está historia incluye lenguaje soez, escenas de violencia, uso de armas, sustancias ilícitas y escenas de sexo explícito, se recomienda discreción.

chap-preview
Free preview
Capítulo Uno; Adrenalina.
Antes de empezar con esta historia quiero aclarar ciertos puntos importantes. °Se utiliza lenguaje soez. °Alto contenido sexual. °Uso de armas. °Uso de alcohol y sustancias ilícitas. °Violencia moderada. °Códigos policíacos que no siempre voy a traducir. Trataré de no usarlos mucho. Si todo eso está bien para ti, bienvenida/o ahora eres parte de la familia de mis Criaturas bellas. Sin más que decir, disfruta de esto. (Aún no hay días destinados a su publicación) இ═══════இ Siempre imaginé que mi vida estaría llena de emociones, aventuras y mucha adrenalina. Pero jamás pensé que fuera mi estado las 24 horas del puñetero día. Mi nombre es Khatia Markova, tengo 29 años y soy parte del departamento de policía de Rusia, específicamente, la inspectora encargada del escuadrón anti mafia del Comité de Investigación de Rusia, o la fbi Rusa como mejor se conoce. He luchado mucho por este puesto, y si estoy aquí es por que supe destacar entre tantos, ¿por qué? Por que yo no me dejé sobornar como todos. Mi colega y amigo Nikolai, siempre ha estado ahí para protegerme y ayudarme... Y con ayudarme me refiero a no perder la cabeza. Pues suelo ser demasiado impulsiva, un defecto que heredé de mi difunto padre. —Calle siguiente, casa abandonada con puerta trasera resguardada, hay dos hombres armados, ve con cuidado inspectora. –me pide la voz del otro lado del auricular. Hago la seña a mi escuadrón para que se movilicen hacia la parte trasera del lugar, Nikolai y yo nos mantenemos alerta y caminamos con cautela hacia la puerta. —Si los detenemos esta vez, prometo hacerte un oral. –asegura mi compañero. Rio por su comentario pero asiento segura por que él siempre cumple lo que promete. Nikolai es el típico ruso guapo de ojos oscuros y profundos, cabello castaño mieloso y un cuerpo digno de comer con pan... O sin el. Tal vez te estés preguntando, ¿acaso no es que los rusos son rubios y de ojos azules? Pues no, por lo menos no en el lado de Rusia del que viene Nikolai. Los rusos rubios de ojos azules somos los que vivimos en la parte europea de Rusia. Pero eso no le quita ni un gramo de sensualidad a mi fiel compañero, es un adonis, casi perfecto, pero lee bien, dije casi. —Hecho. –acepto el trato antes de caminar hasta la puerta en donde él se encarga de derribarlo de una patada. —¡Policía de Rusia, al suelo! –ordeno mientras uno de los tipos corre al verme y el otro suelta lo que considero yo es mucha droga. Por fortuna para mi, su arma esta lejos de su alcance, Nikolai no se mueve pues sabe que la puerta trasera esta cubierta. —¡Al suelo! –ordena mi compañero. Él tipo se levanta demasiado rápido y yo como buena Inspectora lo apunto con mi arma. —No dispare, por favor. –suplica. —Al suelo, despacio. Él tipo se arrodilla mientras Nikolai lo esposa, me acerco a la mesa en donde se encuentra una gran barra blanca, no hay que ser muy inteligente para saber de que se trata. Pongo un poco del polvo blanco en mi dedo índice y luego lo coloco en mi lengua, su sabor es inmediato. —Que calidad tan impresionante tiene. ¿A quién pertenece? –le pregunto al tipo en el suelo. —No lo sé. –asegura. Camino por la habitación en la que nos encontramos y puedo ver muchas cajas con grandes empaquetados de cocaina. —¿Estás seguro? –tomo una botella de vodka y me echo un chorro en la boca. —Seguro. —Pues no te creo, ¿y sabes por qué? –niega con la cabeza visiblemente asustado–, porque yo sé que sí sabes. Y si no me dices te voy a encerrar. —Estaré afuera en veinticuatro horas. –se burla. —Y entonces el dueño de todo esto te va a matar. Sus ojos se abren con sorpresa, le hago una seña a mi compañero quien entiende. Lo sienta en una silla mientras se aproxima a mi. Deja un beso tibio en mi cuello y sus manos tocan mis senos a través de la ropa. —El sujeto está en nuestras manos, diviértete inspectora. –escucho decir a mi conciencia. —Ya cayó, es hora de divertirse. –le digo a Nikolai quien no duda en ponerse frente a mi y desabotonar mi pantalón, lo baja solo lo suficiente para sus fines, todo bajo la atenta mirada de nuestro rehén. Su lengua ávida toca mis pliegues mientras mi cabeza se lanza hacia atrás, escucho como el individuo se levanta y acciono mi pistola. Sé detiene congelado y me mira. —A tu lugar. –ordeno mientras siento como mi vientre se contrae, sigo apuntando con mi pistola al tipo y clavo mis ojos en él. —Eres Deliciosa, Khatia. –murmura en español junto a mis labios. —Lo sé, milaya. (cariño) –murmuro entre jadeos. Los ojos de nuestro delincuente no se apartan de mi, y eso debo confesar me excita de una manera increíble. Enredo mis dedos en su cabello dirigiendo sus movimientos a donde lo necesito. Mi placer se expande por todo mi vientre y desaparece muy rápido. Nikolai me sonríe desde abajo y me ayuda a subirme el pantalón. Camina a lo que supongo es el baño. Mi pistola nunca se apartó de su objetivo. —Eso estuvo bien. –señala la voz en mi oído. —Maldita sea, que estúpida. –me reprendo–, lo siento. —No hay problema, yo no escuché nada. —Vittorio. –suelta de repente nuestro acompañante. Pongo mis ojos en él alentandolo a que siga hablando. —Vittorio, lo apodan "padshiy" él es el dueño de la mercancía. —¿Crees que soy tonta? Vittorio es italiano, no ruso. —Exacto. Él tiene muchas "Doma" (casas) como estás. –asegura con un ruso muy marcado, cosa que no presentó al inicio–, y si ustedes destruyen esta será su fin, yo puedo darles un mapa de ellas. —¿Por qué voy a confiar en ti? –me acerco a él y pongo mi pistola en su frente. —No pierdes nada. —¿Qué quieres a cambio? Sé que no me lo dirás sin pedir algo. —Y en eso tienen razón. Nikolai se acerca a la mesa. —En ese cajón de ahí, –señala detrás de mi–, esta un mapa, ahí encontrarás todos los datos, nombres, direcciones, datos de los bancos y cuentas. Si te organizas y lo hacen todo al mismo tiempo, habrás acabado con toda una mafia aquí en Rusia. —¿Por qué demonios me dices esto? —Por qué eres una perra cazadora. Nadie se te va de las manos, Khatia. —¿Cómo sabes tanto? —Por qué yo estuve en tu lugar, pero no aquí, conocí a un ruso muy inteligente hace tiempo, no hay que hacer tanta memoria para saber el lazo que los unía. Yo fui agente especial junto a tu padre, y sé que eres mejor de lo que el fue. Siento palidecer. Este hombre no pudo conocer a mi padre, ¿eso significa que él estuvo en cosas sucias? —Mi padre... –me tiembla la voz–, él estuvo en... —No, –interrumpe –, él siempre fue correcto, por eso esta siendo devorado por los gusanos. Sin pensarlo mi mano reacciona y abofetea la mejilla del hombre que tengo enfrente. —¡Khatia! –susurra mi compañero. —Busca lo que dice. –ordeno. —Mátame inspectora, eso es lo que quiero a cambio. Nikolai busca detrás de mi y jadea sorprendido al ver que efectivamente, todo está ahí. —Él tiene razón, todo está aquí. Nombres, direcciones, estados de cuenta. ¡Todo! Tomo el radio que descansa en mi cintura y hago reporte. —Markova. —Aquí kozlov, 10-7 —Necesito un 10-81 a la brevedad para un 10-12. —10-4 —¿A dónde me vas a llevar muñequita rusa? –cuestiona con una sonrisa en su fea cara. —Al infierno, idiota. Nikolai lo agarra mientras me entrega los papeles que debo llevarle a mi superior, debo asegurarme de que esto es verdad, ya después, quizás lo mate. —Bien hecho Markova, cambio y fuera. Caminamos hasta la puerta de salida, si esto es real por fin habré terminado con lo que mi padre no pudo. Es mi momento, es ahora o nunca.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Seduciendo a Lucifer

read
63.6K
bc

(+18) 40 Días de Sexo - Quédate en Casa

read
190.3K
bc

Mi vida como la esposa del duque

read
580.4K
bc

Maestro privado del placer

read
255.3K
bc

(+18) Sweet Candy - SEX HARD 1

read
190.6K
bc

SUMISA POR ACCIDENTE

read
352.3K
bc

El Rey de la Mafia

read
1.8M

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook