Ardiente Venganza

Título: Ardiente Venganza Escrita por: Alexandra Figueroa Exclusiva de Dreame. El sudor corre por mi espalda dándome la sensación de triunfo, estamos a unas cuadras de alcanzar el coche que aguarda por nosotros para huir de este mugroso lugar. Mis mejillas duelen de tanto sonreír, pero no es para menos, hoy por fin seré libre. Miro hacia atrás y veo a Liam con problemas para alcanzarme, sonrío por qué jamás fue bueno para el deporte y para correr menos. Me detengo en lo alto de un edificio y siento el aire helado colarse debajo de mi sudadera. —¡Tienes que darte prisa! –le grito y solo recibo una mala cara de su parte. A veces olvido que es un idiota pero lo amo tal y como es, Liam ha sido por mucho lo mejor que la vida pudo ponerme enfrente. —No todos podemos correr como tú. –asegura y toma una larga respiración. —Si piensas robarle al hombre más jodidamente rico del puto mundo debes por lo menos querer hacerlo. —No te voy a permitir que... Las sirenas interrumpen su posible discurso de ego herido, sigo caminando y subo una pequeña barda, él lo hace con algo de dificultad pero lo logra. Llevábamos meses planeando este robo, y no estoy hablando de algunos miles de dólares sino millones, los cuales por supuesto me van a dar la solvencia económica que necesito para largarme de esta ciudad y continuar con mi sueño. Obviamente no estoy sola, hay dos personas más a parte de él y yo haciendo este trabajo pero ellos aguardan en el auto que va a ser nuestra huida. La policía está más cerca de nosotros y él es incapaz de seguirme el ritmo. Estiro mi mano para que suba pero la rechaza y sube a penas con mucha dificultad. —Yo puedo solo, no necesito que me ayudes. –espeta furioso. —¿Por qué mierda te pones así? Solo quiero ayudarte. —No te pedí tu ayuda Savannah, ¿Crees acaso que eres más fuerte que yo? No hubieses podido levantarme aunque quisieras. Solo mírate, flacucha y débil, mínimo una uña se te pudo romper. –escupe con rabia cada palabra. —¿Qué carajos te pasa? ¿Por qué estás actuando tan idiota conmigo? –le pregunto y mira hacia otro lado–, ¡responde! —Tú eres la que se comporta como tonta. ¿Crees que esto es una competencia entre tú y yo? Se supone que estamos haciendo esto juntos, ¿No? Y no has hecho más que correr por ahí demasiado rápido dejándome atrás. —¡Estamos huyendo! ¿Quieres que caminemos como en el jardín de los recuerdos? Tenemos que correr, acabamos de robar y la maldita policía nos persigue, ¿Puedes entender eso? —Claro que puedo, lo que me molesta es tu jodida actitud de mujer poderosa. —¿Eso que tiene que ver? ¡Soy poderosa! Yo planee todo, yo investigué las mejores rutas y yo descubrí como burlar a seguridad. ¿Qué hiciste tú? ¿Traernos hasta acá y ya? —No hubieses podido hacer esto sola Savannah, sin un hombre que te protegiera de las consecuencias de... El ardor caliente de una bala atraviesa mi pierna y sin poder evitarlo caigo al suelo cubriendo mi boca para no gritar. Observo mi pierna y veo mucha sangre salir de ahí, Liam se acerca hasta mi y observa la herida, la presiona y cierro los ojos para no gritar de dolor. —Así ya no sirves, no podrás correr y la operación fracasará para todos aquí. –señala y toma la mochila del suelo–, es mejor que continúe sin ti. —¡Estás loco! Es mi dinero el que llevas ahí, mi esfuerzo, mi... —¡Nada! Ya no eres nada, Savannah. –asegura y antes de irse patea mi pierna causandome mucho dolor. Yo como puedo me levanto detrás de él e incluso con mi pierna herida y adolorida puedo darle alcance y jalo la mochila evitando que siga adelante. Comenzamos a forcejear y logro quitarle la maleta llena de billetes, corro como puedo hacia una dirección diferente, siento que me jala y lastimo más mi pierna, le tiro un golpe y él me lo devuelve pero soy más rápida y apenas logra rozarme. —¡No te vas a salir con la tuya Savannah! Si es posible voy a matarte. —Tú no tienes el valor para hacerlo, te falta mucho todavía para siquiera amenazarme. ¿Acaso ya se te olvidó quién eras antes de mi? Por qué aun estás muy lejos de dejarlo en el pasado. —No te creas tan importante, solo eres una chica loca con ínfulas de mujer poderosa, pero en realidad solo eres una niña estúpida, ladrona y que fue abandonada por su padre por qué su madre era una maldita adicta de mierda. —No hables de mi madre cuando la tuya no es mejor. Escoria barata igual que tú. –señalo y río por qué se lo mucho que le afecta que diga eso. —¡Estas muerta! –grita y sin darme cuenta tira de la mochila y me empuja haciendo que caiga al vacío. Puedo ver sus ojos abiertos fijarse en mi y los míos están fijos en la mochila. Mi futuro se queda ahí, colgando de sus manos mientras caigo posiblemente a lo que es mi muerte, lo siguiente que siento es que golpeo con algo y el dolor paraliza mi cuerpo. Mis ojos se mantienen abiertos y veo como mete su mano a la mochila y arroja un fajo de billetes hacia mi y luego se va. Con la poca consciencia que me queda puedo oír a los policías moverse a mi alrededor y las luces de las camionetas alumbran el callejón en el que acabo de caer. Esto es todo, mi fin y ni siquiera pude despedirme de mi madre. —Femenina de 25 años aproximadamente, signos vitales casi imperceptibles, lesiones graves en el 90 por ciento de su cuerpo, será llevada al hospital en calidad de detenida. –murmura una voz femenina junto a mi. —Es testigo valioso, hagan lo que puedan para salvarla. –ordena una imponente voz. Mi corazón se detiene poco a poco y lo último que puedo hacer es tomar una bocanada de aire antes de que por fin mis ojos, mis oídos y mi cuerpo dejen de ser testigos de lo que sucede a mi alrededor.