Punto de vista de Lilith
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Realmente quería esperar a que Atlas llegara, pero no podía más con esta incertidumbre. No sabía dónde estaba mi hijo y algo me decía que estaba en gran peligro. Llamé a la persona que menos pensé llamar, pero que mi intuición me decía que estaba implicada en todo este embrollo.
—Lilith, no me digas que me extrañas. — Resonó su voz burlona.
La furia y la ansiedad me envolvían, pero me forcé a mantener la voz controlada mientras hablaba. No podía permitirme mostrar debilidad, especialmente no frente a alguien como Damián. Él era un hombre astuto, siempre buscando una forma de obtener ventaja, y lo último que quería era darle poder sobre mí en un momento tan crítico.
—No te ilusiones, Damián —le respondí con frialdad, mi tono dejando claro q
