Capítulo 2.-SOY UN HOMBRE ADULTO.

1007 Words
—No te preocupes, después vamos— Afirmó Esther. —¿De verdad?. Esther asintió. —Yun me dijo que entraste al grupo de intercambio en tu universidad, debes de ser muy lista. —No tanto como quisiera, pero si, terminaré mi último año de practicas aquí, en el hospital Hong. —¿Trabajarás con Yun entonces?. —¿Qué? —preguntó Kyomi. —¿Oh, no lo sabías?—preguntó Esther y miró a su hermano, Daniel solo bebió de su vaso de agua y se recargó en el lavabo. —¿Qué cosa?—preguntó Kyomi un poco confundida. —Yun, es médico cirujano ahí, y también es socio en el hospital. Kyomi abrió los ojos y miró a Daniel. —¿Qué?, ¿Por qué no me lo dijiste?. —Tu no me lo preguntaste—respondió Yun-Daniel de lo más tranquilo. —Te dije que haría mis practicas ahí, pudiste mencionarlo. —¿Ustedes se hablan en privado? —Preguntó Esther con curiosidad. —No. Si— los dos respondieron al mismo tiempo. —Si nos hablamos en privado —Aclaró Kyomi. —Espera…¿Eres el jefe de cirugía?, Eres socio de ese hospital, eso quiere decir que, ¿Serás mi jefe?. —Si, y si —respondió Yun. Kyomi se abrazó de Esther y negó. —¿Por qué esto me pasa a mí?. —No creo que sea tan malo trabajar para Yun. —Si haces bien tu trabajo, no hay nada que temer— Dijo Yun. —Ni hablar— dijo Kyomi e hizo un puchero. —Puedes quedarte aquí, te prepararemos una habitación— dijo Esther cambiando de tema, pues no quería mortificar más a la pobre chica. —Oh, no gracias, de echo ya tengo un departamento que compartiré con alguien más. —¿Con quién? —preguntó Yun con rapidez. —Con otra enfermera que viene de intercambio, ella vine de Brasil, nos pusimos de acuerdo y compartiremos lugar. —¿Y es confiable?—Preguntó Yun un poco preocupado. —Si. —¿Estas segura que no quieres quedarte aquí?, eres bienvenida cuando quieras—Mencionó Esther. —No, no podría y menos con mi jefe viviendo aquí, habría rumores innecesarios. —Yun, no vive aquí, él tiene su propia casa—Aclaró Esther. Kyomi miró a Yun-Daniel y entrecerró los ojos. —¿Vives solo?. —Ya soy un hombre adulto, por supuesto que vivo solo—respondió él. —Claro. Bueno… me voy, solo vine a saludarte, vendré en cuanto esté instalada, Yun me dijo que vendrán niños de la fundación… —Si, así es. —Oh, pues entonces vendré a verlos— dijo Kyomi con emoción. —Sabes que eres bienvenida cuando quieras— dijo Esther con una sonrisa. —¿Podría uno de tus choferes llevarme?. —Yo te llevaré — dijo Yun mientras se enderezaba, su hermana sólo lo miró con una sonrisa y él solo se mantuvo serio. —Okey — dijo Kyomi. Salieron de la enorme casa y subieron de nuevo en aquel bonito auto. Kyomi le dio la dirección a Yun y se recostó en el asiento. —¿Por qué me niegas?. —¿Qué? —preguntó Yun sin entenderla. —Cuando Esther preguntó si nos hablábamos en privado, ¿Por qué dijiste que no?. —Para evitar chismes. —¿Qué chisme podría inventar Esther?, además es tu hermana. —No quiero que me moleste eso es todo, además no hablamos tanto. —Es cierto, ¿Somos amigos Yun?. Hubo un silencio y luego Yun asintió. —Si. Una sonrisa se formó en el rostro de Kyomi. —Entonces invítame a comer. —¿No estas cansada?. —No, además tengo a un doctor justo a mi lado, si me desmayo se que tu cuidarías de mi. —Mis servicios son muy costosos— dijo Yun-Daniel sin quitar la vista del frente. —Esta bien, puedo pagarlos. —¿Estas segura de eso?. Kyomi solo sonrió. Fueron a un restaurante y entraron a una sala privada, Kyomi veía con atención a Yun, él era tan perfecto que en su rostro no había ni una sola imperfección, ni una sola pestaña fuera de su lugar, sonrió y negó. —¿Qué? —preguntó Yun. —Nada, sólo… te vez más… maduro, eso de algún modo te sienta bien, dime ¿En verdad sales con la mujer que estaba contigo hace rato. —Estamos en algo—respondió Yun, en realidad ellos dos no eran nada. —¿Tu se lo pediste o fue ella?. —¿Eso importa?, ¿Tu sales con alguien?. Kyomi negó. —Me gustan los hombres asiáticos, tal vez me enamore y me quede a vivir aquí. —¿Tu padre lo aprobaría?. —Tal vez. —Si te gustan los hombres asiáticos, ¿Eso quiere decir que yo te gusto?. —No caeré en tu trampa, pero…solo diré que eres guapo. —La belleza física no vale nada. —Dile eso a las personas que se dedican al modelaje. —Sabes lo que opino sobre las modelos. —Pero si tu pareces uno, apuesto a que en el hospital todas quedan enamoradas de ti, inclusive aquí, ¿No viste como te miran las mujeres? Yun solo la miró. —Dejemos algo en claro de una vez, lo personal yo no lo mezclo con el trabajo— dijo él cambiando de tema por completo. —Entiendo, no tienes que decirlo, es mas, que nadie se entere de que tu yo somos amigos, seamos completos extraños en el trabajo. Yun-Daniel asintió. Comieron y conversaron un poco más, Yun no entendía como es que esa mujer lo hacía sentirse tan cómodo, pero se alegraba de que fuera así, pues a veces se sentía un poco sofocado de sí mismo y tener a Kyomi cerca era gratificante. La miraba comer y platicar y lo único que esa chica lograba hacer, era cautivarlo más y más, y ni siquiera se daba cuenta, ella era tan tonta.
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