Capítulo 2

1454 Words
Presiono el anuncio, se abre una nueva pestaña en mi ordenador, al cargar de fondo aparece la imagen del diablo antes de que varias letras empiecen a cubrirlo. Cuando la página está cargada al cien por cierto hasta arriba en letras mayúsculas aparece "invocación al diablo" Por favor, como si esas cosas pasaran. Solo la gente ilusa se podría creer esas patrañas sobre invocaciones y demonios. Creo que existe el bien y el mal, pero vamos, ¿Invocaciones? Me salto toda la absurda información y procedimiento para pasar a leer los comentarios. Diablilla69: Esta invocación no funciona, solo son una deshonra para nuestro rey lucifer. Lucifer666: Esto es una estafa no lo hagan, no funciona. ¿Qué clase de nombres de usuarios son esos? Ridículos. —Pues claro que no funciona estúpidos, todo esto es un mito. Es solo para que la pagina obtenga visitas y he aquí a los ilusos que lo creen —ruedo mis ojos Al seguir leyendo me doy cuenta de lo absurdo que son los comentarios de la gente por haberlo creído. Algunos cometarios dicen que después de hacerlo cosas extrañas comenzaron a pasar en sus casas, interesante. Me regreso al principio para leer las instrucciones de cómo hacerlo y me sorprendo al darme cuenta de que realizarlo es muy sencillo, pensé que tal vez necesitaría la cabeza de un cuervo o un animal muerto, yo que se. Aquí dice que tengo que usar ropa completamente negra, hacer un extraño dibujo en el suelo y poner las velas negras alrededor, después tengo que decir la invocación y el diablo aparecerá delante de mí. —¿Qué clase de página es esta? Es absurdo y tonto, ni un niño de cinco años lo creería —ruedo los ojos —Advertencia, no quitar las velas o el demonio podría salir. Si claro, como si los demonios existieran. Observo la hora en mi teléfono, son las cinco y media, todavía falta una hora y media para que Dixon llegue. Vuelvo a observar una vez más la página. Fuera impulso de idiotez, fuera impulso de idiotez... Tomo la computadora para ponerla a un lado de mí, me pongo de pie y me dispongo a buscar todo lo que necesito para hacer esta estupidez, no puedo creer que realmente vaya a hacerlo. Observo toda mi habitación, está un poco oscura. —Bien, encenderé todas las luces porque soy una miedosa. Miedosa, pero no estúpida. Después de prender todas las luces incluyendo las de la sala y cocina. Tomo una tiza, me dispongo hacer el extraño dibujo en mi piso. Cuando estoy a punto de terminarlo la punta se rompe, tomo el cuchillo para poder hacerle una punta más fina. —Maldición —chillo al cortarme —Porque no puede ser como la gente normal y tener un estúpido sacapuntas. Pequeñas gotas de sangre caen sobre el dibujo. Corro por papel para quitar el resto de mi sangre y no estropear mi dibujo, me coloco una bandita y continuo con mi dibujo, coloco las velas blancas alrededor ya que no encontré negras. ¿En serio hare esto? Hace un momento estaba diciendo que esto era estúpido y ridículo, ahora estoy aquí frente a este extraño dibujo a punto de hacerlo. Realmente debo de estar loca o muy aburrida. Muy bien, aquí vamos. Una idea cruza por mi mente, empiezo a dar brincos por todo el circulo mientras canto. —La ventana la ventana, la pared la pared, este baile me da sed, piojosa como usted —suelto una risa —Eres una estúpida Mackenzie, ni una invocación te puedes tomar en serio. Bien, ahora sí, aquí vamos. Leo una vez más mi supuesta invocación antes de tomar una gran bocanada de aire. —De profundis terrae —frunzo el ceño —Que clase de idioma es este, probablemente parezco idiota. Suelto una respiración. Deja de alargarlo y hazlo de una vez. —De profundis terrae. In extremis tenebris. Qui nati ubi tenebrae, ibi lucem perit. Rex tenebris fili ab igne inferni regem. Fratremque vestrum vires ad me: et ego dabo vobis sanguinem meum, anima mea et venter meus intremuit. Imple hebdomadam velle meum vobiscum in sempiternum, et erunt serve meus erit in tua potestate animam tuam in toto corde meo et in labiis meis. Invoco te, stella mane lucifer. Ego lux in tenebris aufer a me: veni mecum viderem ego dimittam vos, Princeps tenebris. [1] —volteo al rededor, pero sigue sin suceder nada Observo el sitio web una vez más para ver si hice lo correcto, tal vez dije algo mal y ni siquiera me di cuenta. Decido apagar las luces de mi habitación, aunque me esté cagando del miedo. Vuelvo a repetirlo una vez más, pero sigue sin suceder absolutamente nada. —Por favor, Lucifer, ven a mi te lo suplico con toda mi alma. Sabía que esto era una tontería, pero aun así decidí perder mi tiempo en esto. Muy bien hecho Mackenzie, muy bien hecho. Apago las velas una a una mientras las voy retirando, si quitas las velas el demonio podría salir, me paralizo durante unos momentos. Sacudo la cabeza, sigo quitando las velas. Por favor ¿Cuál demonio? Ni siquiera apareció ni una jodida mosca en todo este momento. Bajo a la cocina para dejar las velas en su lugar, el ambiente está un poco raro, como si alguien hubiera estado aquí hace un momento, un escalofrió recorre por mi espalda, ¿Qué carajos está sucediendo? Escucho unos pasos en la escalera, como si alguien hubiera subido corriendo, ¿Es que acaso me estoy volviendo loca? No, no estoy loca, todo es parte de una sugestión, todo está bien ¿Verdad? A paso lento me acerco a las escaleras, pero no veo nada, es como si nadie estuviera aquí. Me sobresalto al escuchar el fuerte golpe de una puerta cerrándose. —¿Dixon, eres tú? —pregunto alzando un poco la voz. Apenas pongo un pie en el escalón el sonido de algo rompiéndose en la cocina me sobresalta, a paso rápido me dirijo, pero no hay nadie, solo la jarra hecha añicos en el suelo. Me agacho para recoger los trozos de vidrio cuando por el rabillo del ojo vislumbro pasar una sombra por mi costado dejándome paralizada en el momento. No tengo la menor idea de que es lo que está sucediendo, no debí de haber hecho ese tonto ritual. Voy a morir y no voy a poder decirle a mi mamá que me han suspendido. Que importa la maldita suspensión, voy a morir. Quiero a mi mami. Me pongo de pie y corro lo más rápido que puedo a mi habitación, al llegar recargo mi frente en la puerta. Un escalofrió recorre mi cuerpo completo que me hace temblar. Algo no está bien en mi habitación, el ambiente esta extraño, no debería de sentirse así. Lentamente me doy la vuelta, me paralizo al ver una sombra en medio de mi habitación. La cosa extraña da un paso al frente, suelto un grito aterrada al ver una cara roja con cuernos delante de mí, no puedo evitar soltar un grito. Varias lagrimas caen por mi rostro mientras me dejo caer haciéndome bolita en el suelo de mi habitación. —Quiero a mi mamá, quiero a mi mamá —digo entre llantos —Esto no es real, es solo tu imaginación —abrazo mis piernas. Escucho una risa levemente ronca antes de sentir como alguien se agacha frente a mí. No quiero alzar la vista, no lo quiero ver de cerca, si lo hago probablemente me desmayare y si me desmayo podría hacerme daño. Puedo sentir como se pone de pie y se aleja de mí, escucho el sonido de mi cama así que rápidamente deduzco que se encuentra sentado ahí. He dejado de llorar, pero mi cuerpo sigue temblando del miedo, no sé ni cuánto tiempo ha pasado, pero sigo hecha un ovillo en mi puerta. Todo fue parte de mi imaginación, esto no es verdad. Levanto mi cabeza que estaba escondida entre mis piernas, volteo a mi cama, puedo ver su sombra sentado al borde de ella. No imagine nada, no estoy loca, esto en verdad está sucediendo. —¿Q-qué eres? —pregunto con la voz temblorosa. Puedo sentir su mirada en mí, se pone de pie acercándose a mi —No-no te acerques. Se detiene en medio de la habitación, puedo ver un poco su rostro. Escucho su pesada respiración, suelta un gruñido haciéndome que me sobresalte. Mi corazón está latiendo tal rápido que siento que se saldrá de mi pecho. —Esto me está ahogando —dice pasando las manos por su rostro, me desconcerto al ver como se quita... ¿Una máscara?
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