―Salimos en diez minutos. Levanto la mirada de mi móvil para encontrar a Elliot de pie en la entrada del salón de nuestra habitación en el lujoso hotel de Amir, hijo de perra. Viste de manera informal con pantalones en color beige y una camisa blanca de lino. Y, unas gafas cuelgan de su camisa. ― ¿A dónde? ―Solo ponte ropa cómoda. Lleva uno de tus sombreros y bloqueador solar. Lo que me dice que el paseo será al aire libre. ― ¿Cómo sabes lo que traje…? Cierro la boca cuando me da una mirada brillante. Sí. Soy de las que saca todo de la maleta y deja la ropa esparcida dentro de los armarios de los hoteles. Me muerdo el labio y, pero, me gana la risa ante su mirada. ―Prometo ser más ordenada ―levanto la mano ―Palabra de scout. ―Eso es adorable. Pero sigue siendo mentira. ― ¡Ellio