Cromenia, tres días después...
Un hombre gallardo, de piel morena y fina barba, caminaba por el pasillo, sonreia mostrando la más grande alegría. Hacia mucho tiempo que una carta no le generaba ese tipo de sentimientos. La nota describía a gran detalle el número de bajas que había ocurrido en su ejército tres días atrás, justamente el día de su boda. No lamentaba las vidas pérdidas, pues sabía que no eran más que peones en el tablero del juego que había empezado hace tiempo.
Lo que causaba su gozo era una pequeña nota, en la cual se agregaba que una mujer había sido rescatada del campo de batalla, si bien el ejército cromeniano había perdido en esa ocasión, también habían ganado una pieza clave para conseguir destruir al reino enemigo.
Uno de sus hombres, uno que había conseguido infilt
