50

1903 Words

El castaño miró hacia la salida, tenía una cita pendiente con el cementerio, así había concluido su reflexión que duró toda una tarde, llevando una botella de whisky con él y dos rosas rojas que estaban en la sala consigo. El whisky lo tomaría junto a un Giulio imaginario tal vez para disculparse por haberlo sacado de su mente tan pronto y por no haber hecho lo necesario, pero necesitaba hacerle saber que ya no podía hacer nada; y las rosas eran para sus padres para enmendar el hecho de que jamás les llevó nada. Nunca era demasiado tarde para pagar las deudas espirituales, y nunca era tan tarde como para permitirse visitar luego de tanto tiempo una tumba. … —¿De quién es la fiesta? —preguntaba, Katia mientras iban camino a ella. Estaba sola en la parte trasera, así que estaba cómoda

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD