Narra Anna Él era un desgraciado, infeliz, idiota, miserable y arrogante! Era un monstruo completo. Una persona horrible por obligar a alguien a realizar lo que él deseaba. Aún no podía creer que me iba a casar con él. Con ese ser despreciable. Pero debo admitir que todo esto lo haría por mis sueños. Dicen que todo requieren un sacrificio. Estaba en mi habitación arreglándome para ir hablar con mi madre. Suspiré frustrada, sabía que mi madre aceptaría, bastaba con que le dijera que era millonario y que le daría dinero a cambio. Era suficiente para que le firme los papeles que desee. Me puse algo casual; un jeans azul roto, una remera roja, y converse rojas. El cabello lo deje suelto e hice unas ondas y por último me puse un labial rojo. Me observé en el espejo, estaba lista para en