Capítulo 11

625 Words
Narra Anna  Me encontraba arreglándome para ir al Instituto, hoy iba a volver y lo que más me alegraba de todo es que iba a poder estar con mi amiga.  Tendré muchos trabajos atrasados, tengo que inventar alguna excusa de el por qué de mi ausencia. Pero no era nada que no pudiera solucionar.  Me miré al espejo por última vez. Me veo bien.  Llevo puesta una camiseta roja, un pantalón n***o tiro alto y unos tacones rojos. Una chaqueta negra, un collar y unas pulseras. Tomé mi mochila y salí de la habitación. Me sentía rara al vestir con todas esas extravagancias ya que no estaba acostumbrada a usarlas. Pero no quería engañar a nadie, siempre e sido fanática de la joyería y de la moda. Lo que sucedía era que no tenía los recursos necesarios para poder portarlos. Era la primera vez que usaba un pantalón ceñido al cuerpo, no me avergonzaba de lo que tenía pero tampoco me gustaba exhibirlo. Pero como estaba decidida a cambiar entonces por qué no empezar a hacer lo que antes no hacías.  Bajé las escaleras frente a ellas me esperaba Leandro junto a otro hombre. Me escaneó con la mirada para luego hacer un gesto de indiferencia. Al contrario del otro hombre, me miraba con lascivia, cuando Leandro lo nota su cara cambia a una de enojo total.  —Te quedas, yo la iré a dejar, dile a Marcos que él la vaya a cuidar. Ahora —Si señor, como usted ordene —respondió el hombre yéndose de allí a hacer lo que su jefe le había ordenado. —Vámonos —dijo él caminando a la salida  Yo solo asentí y lo seguí en silencio. Afuera de la mansión un Lamborghini huracán color n***o se aparcó frente a nosotros, un hombre salió de este caminó hacia Leandro y le dio las llaves.  —Aquí está Señor. El susodicho tomó las llaves caminando hacia el auto, abrió la puerta de copiloto e hizo un ademán para que subiera. Le obedecí y subí al auto cerrando la puerta, seguidamente él rodeó el auto y subió de piloto.  Jamás imaginé subirme a un auto como este, simplemente es hermoso.  Condujo en silencio hasta el Instituto, cuando llegamos todos voltearon a ver el auto, admirándolo. Divisé a mi hermana desde aquí, quién miraba el auto con la boca abierta. El aparcó frente al edificio quise salir pero él me detuvo.  Narrador Omnisciente  Todos los alumnos del instituto esperaban con ansias que el dueño de semejante auto saliera. Era cierto que eran hijos de millonarios, pero un auto de estos era difícil de obtener.  Dentro del coche Leandro tomó la muñeca de Anna, impidiéndole que saliera.  —Anna, no busques a Lesly por que se cambió de escuela, sus padres ya volvieron de su viaje y se la llevaron a otra ciudad —dijo Leandro  —¿Como sabes eso? —preguntó Anna  —Te investigué y a tu amiga también. —ella quizo salir una vez más del auto —Espera, voy a abrirte la puerta Leandro bajó del auto, todos los estudiantes estaban a la espera de él, las mujeres le coqueteaban  y le lanzaban piropos.  Leandro con una sonrisa de lado rodeó el auto y abrió la puerta para que bajará Anna. Los alumnos al ver quien era la que bajaba de semejante auto y en compañía de ese hombre tan guapo, elegante e intimidante se impresionaron. Stephanie, hermana de Anna la miraba asombrada y enfurecido, ella sintió envidia de  su hermana al verla al lado de ese hombre guapo y millonario por lo visto.  Anna bajó con timidez del auto, Leandro se acercó a ella y le susurró al oído.  —Vendré a recogerte, princesa —susurró al oído de Anna, logrando que esta se pusiera nerviosa por la cercanía de él —ten cuidado, cualquier cosa me llamas —dijo dándole un celular último modelo. Anna lo tomó y Leandro aprovechando su descuido la agarró de la cintura y la besó.
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