Capítulo 10

412 Words
Narra Anna  No le hables así, ten cuidado como le hablas, escuchen todos que no lo repitan otra vez. —Todas las trabajadoras presentes lo miraron con cierto temor —Ella es la Señora de la casa, por lo tanto se hace lo que ella dice y la respetan. Y el que se atreva a desobedecerme —sacó un arma dorada, desorbité mis ojos al darme cuenta del material. Era oro. —Ya saben lo que pasa —sonrió malévolo— Vamos princesa. Salimos de la cocina y caminamos hasta una puerta de cristal, el abrió y esta da al jardín y una piscina.  El jardín era bastante hermoso, lleno de naturaleza y ese pasto verde lo hacían lucir alucinante. ¿Te gusta? —Preguntó —Me encanta, es realmente hermoso. Todo tan natural— dije asombrada —Mi madre se ha encargado de gran parte de este lugar.  —Esto es realmente hermoso. No me cansaré de decir eso. —Podrás estar aquí las veces que desean. Si te portas bien, claro está Miré alrededor, había un montón de hombres armados. Demasiada seguridad, en mi opinión. —Veo que te gusta bastante lo extravagante. No tienes idea. Tu habitación está lista, ¿Quieres ir a verla? —Si, vamos. Entramos en la casa nuevamente y subimos las escaleras desviándonos al ala izquierda, él abrió la puerta, hizo un ademán para que entrara. Cuando lo hice no podía creer lo que tenía, era hermosa, las paredes estaban pintadas de color coral y los muebles eran todos de color beige. La cama era enorme con sábanas rojas y almohadas beige.   Habían dos puertas, una sería ser el baño y la otra el armario. Abro la primera puerta maravillándome al ver la cantidad exorbitante de ropa, calzado, carteras, de todo. —A caso ¿Todo esto es mio? —Pregunté volteando a verle. —Todo princesa, por allí está el maquillaje y algunas joyas. La otra puerta es el baño. Ven a mostrar dónde está mi habitación ubicada y salió, lo seguí, detuve al final del pasillo, frente a una puerta. —Esta es. Si ocurre algo, aquí estaré, no se te ocurra entrar sin mi permiso, ¿entendiste? —Ya lo habías dicho. Con su permiso me retiro —A las 12 bajas para almorzar  —Allí estaré— le confirmamo Caminé de regreso a mi nueva habitación, estaba un poco emocionada. ¿Qué digo? ¡Estoy muy emocionada! Tal vez está era una oportunidad que me estaba dando la vida, aunque me cueste admitirlo, debo agradecerle a él, por esto, si bien, en una habitación normal, esto nunca ocurrirá.  Aprovecharé esta oportunidad, no la desperdiciaré por nada del mundo.  Un vago recuerdo vino a mi cuando me dijo su nombre  —Bonito nombre, el mío es Leandro.
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