DELAYLAH. Pasé por mis brazos un suéter, me calce unos zapatos y tome un arma, salí junto con Valentín. Lena también había salido y Harrison con su novia, los niños y Donatello con su prometida. Nos mirábamos entre sí, todos sin saber que rayos había sucedido. hasta que me atreví a salir de la casa, había mucho humo y las alarmas de los autos se encendieron. Mi corazón se aceleró y comenzó a latir con mucha fuerza, cuando al final logré divisar la casa de mi padre hecha escombros, había explotado, pero lo que más temía era saber quiénes estaban dentro. —¡Lía!—gritó Donatello y corrió despavorido hasta su casa, lo seguí haciendo un esfuerzo. Aun me dolía un poco la heri