Capítulo Uno.

1155 Words
●▬▬▬▬๑۩۩๑▬▬▬▬▬● Años atrás... Recuerdo a mi madre sonreír cuando estaba con mi padre, entonces yo no sabía nada acerca de lo que era amar, de hecho, yo no sabía nada acerca de nada. La mirada de mi madre se posa en mi, una versión pequeña de mi que a su vez la observa curiosa. —¿Qué ocurre florecita? –cuestiona llegando hasta mi. —Quiero ser feliz como tú. –aseguro con esa voz tierna–, quiero un amor como papi. Ella sonríe plenamente y sonríe. —Lo tendrás, sólo que aún no tienes edad para eso. —¿Puedo seguir amando al caracol del jardín? Ella ríe junto con mi padre y asiente. —Mientras no lo beses como mamá lo hace con papi, esta bien. Asiento emocionada, amo a ese caracol aunque no entiendo que es amar de todos modos. Pero mi corazón late muy rápido cuando lo veo en el jardín comiendo jitomates, supongo que eso es. —¿Qué ocurre? Te quedaste muy pensativa. –cuestiona mi padre una vez que mamá camina a la cocina. —¿Qué es amar? Él se pone a mi altura y toma mi mano. —Amar es... Es cuidar a la otra persona, hacerla feliz, ¿sabes que es ser feliz? –cuestiona y asiento–. Es querer verla siempre feliz y sonriendo, es querer darle todo, incluso para mi, amar es dar la vida por ella con tal de verla bien. Es sentir que debes protegerla de todo el mal que habita en esta tierra y pelear con ella la mayor de las guerras si fuera necesario. Amar es eso, aunque tú aún eres pequeña para darle sentido a mis palabras. Y tenía razón, en ese entonces yo era muy pequeña para saber lo que significaba realmente amar. Ahora lo entiendo todo, completamente todo. En el presente; Dharani. ༒ Veo mis manos en el piso, llenas de lo que antes era Daem, ese demonio testarudo de ojos verdes peligro. De reojo puedo ver como Kratto se desvanece justo al lado de Istar, ella se pone de rodillas al lado de su cuerpo lánguido, grita y veo como uno de mi clan llega para ayudar, es el brujo sanador. Trata con sus manos de ayudar a Kratto quien solo se mueve muy poco, esta muriendo. —¡Kratto! –grita ella de manera desgarradora. Todo a mi alrededor es caótico, hay mucha gente muerta y solo ahora es que me doy cuenta de que es por mi culpa. Eyra se pone de rodillas a mi lado, acaricia mi brazo y trata de levantarme pero yo me niego, quiero estar aquí, con lo que queda de él. —Es necesario que nos vayamos de aquí, ellos vienen y no estarán muy contentos con esto. –señala. —No me iré de aquí, no sin él. —Por mucho que queramos ya no hay nada que hacer Dharani, Daem esta muerto. Escucharlo me duele mucho, pero me duele más saber que yo lo maté. —Mi reina es hora de irnos. El clan Didesnis esta por llegar. No reconozco esa voz y me obligo a mirarlo, no conozco a este tipo y tampoco voy a obedecerlo. —Déjenme sola. —Dharani ellos vienen a matarte, se derramara tu sangre y todo esto será en vano. Entonces mi corazón da un vuelco, mi sangre, su sangre, nuestra sangre. —Esta bien, me iré. —¡Dharani no puedes! –me grita Istar histérica. La miro y ella aún con sus ojos llenos de lágrimas me mira y asiente entendiendo un mensaje silencioso. —Quiero que te vayas con Aslak y te lleves a Kratto, Eyra ve con ellos por favor y busca un lugar para nosotros. Quiero al clan en un lugar seguro. —Sí, su majestad. Eyra, Istar y Aslak emprenden el viaje sin mi, me quedo sola con el tipo extraño. —Mi reina, sé que no es un momento apropiado pero es mi deber presentarme. Soy Tarik, tercero en la línea al trono del reino de los Trece, a sus pies, mi reina. –hace reverencia–, mi deber es protegerla de ahora en adelante. —Lamento no decir que es un gusto conocerte justo hoy y que tengas que ver como tu trabajo se va a la mierda. —¿Su majestad? –cuestiona sin entender. En un movimiento rápido quito la espada que se encuentra descansado en su cintura y sin dudarlo ni un segundo corto de tajo mi garganta. Caigo sin que pueda detenerme, la sangre emana de mi garganta a borbotones, veo su cara de pánico, lo veo gritar pero ya no lo escucho, no quiero una vida sin Daem, es por eso que mi cuerpo yace junto a los restos de mi demonio. No quiero estar en el paraíso sin el demonio indicado, por que justamente ahora, el paraíso me sabe amargo. ●▬▬▬▬๑۩۩๑▬▬▬▬▬● Personaje aún desconocido narra. La sombra cubre el bosque que antes le pertenecía al clan de las Raganas, Marlen Lev, madre de Dharani, corre hasta el cuerpo sin vida de su hija, su llanto es tan desgarrador que el cielo llora con ella también. Tarik, nuestro reciente conocido trata de regresar a Dharani a la vida, pero su poder no es tan grande aún, Marlen es separada de su hija por los miembros que quedan del clan Phoenix, Dharani no pertenece más a el, de hecho nunca perteneció si hacemos un recorrido por el poco pasado. Dharani nació para ser una Ragana Dvigubai, líder del Reino de los Trece, hasta que eligió la oscuridad de Daem Dorcha, su amor, y su muerte. Él amor nos hace débiles dicen por ahí, pero a ella la hizo fuerte, tan fuerte y poderosa que ella misma mató ese amor, cegada por el poder que la sangre de dicho hombre le brindó. Ahora ella está muerta y él también, tal vez tanto como su efímero amor. Aunque... Sería una locura que ella al dar su sangre en sacrificio él vuelva a la vida, ¿no lo crees? Y voilá, ellos viven felices para siempre, rodeados de bebés con genes endemoniados y corazón noble como ella, ¿qué tan probable es eso? O puede que nada de eso suceda, que él no vuelva a la vida, y ella tampoco, que nada de esto sea posible por que no siempre se tiene un final feliz y debemos aprender a vivir con ello, ¿pero, quién soy yo para decir semejante cosa? Quizás te preguntes, pues yo soy Abraham Miller, en esta vida claro esta, en vidas pasadas he luchado una y otra vez con ese maldito demonio de pacotilla por ella, pero esta vez todo fue diferente, pues él no recordaba quien era yo, y ella... Ella simplemente es otra mujer. ¿Ansiosa de saber más? Si tu respuesta es sí, reconsideralo, por que vas a odiarme.
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