bc

Bailando con el Diablo

book_age18+
6.2K
FOLLOW
30.3K
READ
billionaire
sex
CEO
boss
billionairess
drama
brilliant
office/work place
enimies to lovers
rejected
like
intro-logo
Blurb

Mi madre me contaba una historia cuando era pequeña, sobre una chica bailarina, que una noche mientras daba su mejor espectáculo, un elegante hombre la veía, tan guapo y misterioso que cautivaba las miradas de todos, aquella joven bailarina quedo enamorada de aquel tipo misterioso, y una noche, mientras la joven bailaba en un club nocturno, aquel misterioso hombre se acercó a ella y la invitó a bailar, ella hipnotizada por sus labios rojos y carnosos, y esa belleza impecable tan irreal, aceptó. Bailaron toda la noche, hasta que de un momento a otro, la bailarina miró a su alrededor, y se dio cuenta de que flotaba en el aire mientras que bailaba con aquel guapo caballero, cuando miró sus piernas, pegó un grito al ver que las piernas de aquel hombre eran las piernas de una cabra, horrorizada, se dio cuenta de que, había bailado toda la noche, con el mismo diablo.

chap-preview
Free preview
Capítulo 1. Rose.
©Jazmin Flores. 2022 Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito del autor. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual. •••••••••••••• Los ojos de Rose estaban fijos en una sola cosa, aquel tuvo metálico, el cual se había convertido en su mejor pareja de baile, respiró hondo y se sujetó de el mientras que se impulsaba para llegar a la cima, se sujetó con las piernas y se soltó de el mientras que se dejaba caer. Escuchó los aplausos y se sintió en el mismo paraíso, mientras que mantenía los ojos cerrados y giraba, solo en ese momento ella se sintió realmente feliz. ……….. —Estuviste fantástica Rose. —Gracias Mili. —Nos vemos mañana. —Si, hasta mañana. Rose se quitó la peluca y se miró al espejo que estaba frente a ella, suspiró y empezó a desmaquillarse, trabajaba en un club inclinado al entretenimiento masculino, aunque también había clientas femeninas, Rose era una bailarina profesional, a la cual no le había ido tan bien en la vida, y a sus 26 años había aprendido a lidiar con los problemas del día a día. —Rose, no pude meterte para mañana— informó el organizador de aquel Club. —Mike necesito esto, por favor. —Lo siento, tengo como veinte chicas que también tienen que bailar. Rose suspiró un poco frustrada. —Mira, tengo solo para piso— dijo él sin importarle mucho la preocupación de la chica. —Olvídalo— dijo Rose. —Es lo que hay. —Nos vemos el próximo fin—dijo ella dando por terminada aquella conversación, trabajar en piso significaba atender a clientes ebrios y ser manoseada sin parar, ella no era ninguna prostituta, así que no quería ser tratada como una. —Es difícil, ¿No?. Rose miró a una de las bailarinas que también se desmaquillaba y asintió. Aquella mujer desconocida era bonita y Rose nunca antes la había visto en el club, pero eso no era algo extraño, todo el tiempo llegaban bailarinas nuevas. —Miré tu numero, fue genial, eres muy buena— dijo aquella mujer mientras arreglaba su labial. —Gracias. —¿Te gustaría ganar mas dinero?. —¿Cómo?—Preguntó Rose con curiosidad. Aquella mujer sonrió y se puso de pie, se acercó a Rose y le entregó una tarjeta negra. —Mi nombre es Ángela, soy reclutadora del club De Luna, y déjame decirte que sería un honor que trabajaras para nosotros. —No me prostituyo. Ángela sonrió y negó. —Ya tenemos muchas de esas, estamos buscando algo mas de Élite, solo tendrías que bailar, igual que aquí, solo que con un salario fijo y mucho mas alto, nuestros clientes son personas muy importantes y pudientes, no quieren ver mujeres desnudas moviendo las caderas sin control, quieren ver números espectaculares como el que acabas de dar. Rose sintió que aquella era una muy buena oportunidad, no podía decir que no, necesitaba más dinero y esto le había caído como anillo al dedo. —¿Cuándo tendría que presentarme?. —¿Puedes mañana?—Preguntó Ángela con una sonrisa que inspiraba confianza. —Si. —Ven temprano, los jefes tienen que ver que lo que será presentado sea de calidad, como te dije, nuestros clientes son personas con dinero. —¿No van a venderme o si?. Ángela se carcajeo y negó. —No, puedes investigar si quieres, es más, puedes venir acompañada, pero el club tiene una regla de cero novios o parejas durante las horas laborales, es por seguridad de nuestros clientes. —Entiendo, gracias, estaré ahí. —Pues no se diga más, nos vemos ahí. Rose llegó a su casa y sonrió al ver a su hermana Susi haciendo tarea. —Hola pulga. —¡Rose!—Exclamó Susi con alegría. —¿Cómo te fue hoy?. —Excelente, ¿Y a ti?. —Me dejaron tarea como para veinte días, es horrible. —¿Y nuestra tía?. —¡Aquí en la cocina!. —Se tapó un tubo— Susurró Susi. Rose asintió y dejó sus cosas en un sofá viejo, caminó hasta la cocina y miró a su tía con un destapa caños como arma de guerra y con un tiradero de agua por todos lados. —Estúpida cosa, no funciona. —Déjame ayudarte— dijo Rose y tomó el destapa caños. —Necesitaremos un plomero. —No tengo dinero Tia. —Creo que yo tengo un poco, y… —No, mira, voy a lavar los trastes afuera en una cubeta, solo hasta el jueves que cobre, ya no gastes más, ya gastaste mucho en el uniforme de Susi. —Querida, lamento esta situación. —Yo te estoy agradecida por ayudarme, no es tu deber y aun así lo haces. —Tu madre hubiese querido que viajaras junto con la compañía de danza, o salir en un video musical, y mírate, todo tu talento tirado en ese club lleno de borrachos pecaminosos. —Las cosas pasan por algo, no vale la pena lamentarse. La tía de Rose dejó caer sus hombros y sonrió con ánimos. —Prepararé la comida. Rose asintió y tomó todo para salir afuera, se sentó en un banco de madera y se puso a lavar los trastes sucios del día, esta no era la vida que soñó, pero tampoco podía quejarse, pues las cosas pudieron haber salido peor. Después de la comida, se fue al cuarto que compartía con su hermana, una niña de apenas catorce años que había quedado huérfana desde los diez y que aun así era muy lista y madura, Rose estaba agradecida de que Susi entendiera que su situación no era la mejor, pero no dejaba de ser una niña como las demás. —Oye Rose, se que ahora no puedes, pero….cuando puedas ¿Podrías completarme para un celular?, o yo puedo trabajar, en la tienda de la esquina… —Susi…ya hemos hablado de eso, dedícate a la escuela y yo a traer dinero a casa. —Si, pero es que, todas mis amigas tienen celular y ya no se que mas escusas dar por no tener uno. —No es el fin del mundo. Susi agachó la cabeza y asintió, Rose la miró y suspiró. —Encontré un nuevo trabajo, en cuanto me paguen, te completo para comprar uno económico, ¿Te parece?. Susi alzó la cabeza y asintió con alegría. —Gracias. Esa noche Rose no pudo dormir, pensando en que pronto iba a llegar el recibo de la luz, el del agua, la colegiatura de Susi, la despensa estaba por terminarse y la renta venía detrás de todas esas deudas, ¿Cómo podía descansar tranquila?. Su tía no podía trabajar debido a una lesión en la cadera que no la dejaba estar mucho tiempo sin dolor, así que no podía esforzarse mucho y solo dependía de una pensión que su esposo le dejo antes de fallecer. Sus padres nunca pensaron que tendrían un accidente así que jamás contrataron un seguro de vida y todo lo que dejaron para Rose, fueron deudas. La pobre estaba al limit pero aún no se podía rendir. A la mañana siguiente salió de casa, subió en un autobús y se bajó cerca de su destino, había buscado información sobre el club De Luna, era un lugar exclusivo, a donde solo asistían tipos ricos. Al llegar, un guardia enorme la miró de pies a cabeza. —Me dijeron que viniera aquí temprano, me dieron esto— dijo ella y sacó la tarjeta que esa tal Ángela le dio. El enorme hombre se hizó a un lado y la dejó entrar. —Subiendo las escaleras— dijo con una voz gruesa. —Gracias. El lugar era impresionante, era enorme, había mesas y salas con sillones aterciopelados, de noche sin duda se vería increíble, había una barra enorme, miró el escenario, estaba bien equipado, mucho mejor que en el club donde bailaba. Llegó hasta las escaleras y subió al segundo piso, también había mesas y salas, subió más escaleras y llegó hasta una puerta que decía: 《Solo personal autorizado》. Entró y había un pasillo, la primera puerta estaba abierta, había personas, entró y respiró aliviada al ver que no era la única mujer, había mas chicas que hacían estiramientos y todas tenían la misma tarjeta que a Rose le dieron, así que todas iban a la entrevista. Rose se fue a una esquina y dejó sus cosas, había cuatro sillas y una enorme mesa, había un tuvo de pole dance y había un aro de danza aérea, también habían unas cortinas para Danza en tela, todo se veía muy profesional. Ella examinaba todo, hasta que dos hombres y una mujer entraron. —Buenos días señoritas. Rose se puso de pie. —Bienvenidas sean todas— dijo uno de aquellos caballeros, los tres se sentaron en aquellas sillas y la única mujer que iba con ellos se puso de pie. —Buenos días, si están aquí es que fueron invitadas por alguna de nuestras reclutadoras, tenemos solo dos vacantes, darán su mejor rutina y escogeremos a dos de ustedes, el sueldo es de quinientos dólares. —¿Quinientos dólares por semana?—preguntó alguien. —No, por noche. Rose se sorprendió tanto como las demás, tenía que conseguir este empleo si o si, quinientos dólares era mucho dinero. —¿Quién empezará primero?. —¡Yo!—Gritó Rose. Uno de aquellos hombres sonrió. —Pues adelante, deslúmbranos

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

La esposa rechazada del ceo

read
163.5K
bc

Navidad con mi ex

read
8.7K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
85.8K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
50.0K
bc

Bajo acuerdo

read
7.6K
bc

Tras Mi Divorcio

read
509.0K
bc

Yo, no soy él

read
88.1K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook