Holi, tuve algunos problemas y por eso retiré los capítulos que ya estaban, una enorme disculpa, que tengan buena noche y que disfruten de lo que sigue.
Los invitados del rey van llegando conforme fueron avisados del evento que la reina haría, todos se quedaron sorprendidos de la invitación tan repentina, ya que el príncipe Harry no es de eventos y esas cosas tan formales, él es más de la feria o del carnaval de máscaras no de desayunos o comidas compartidas con el consejo y las familias importantes.
—Bienvenidos sean—saluda el rey a sus invitados—, espero que su estadía sea la mejor—es sincero, no les miente—, mi esposa los invitó para el desayuno que se le hará a nuestro hijo pequeño por su décimo séptimo cumpleaños—todos aplauden para Harry que sonríe a sus invitados.
Siempre finge que le agradan ese tipo de eventos, aunque todos saben que la verdad es otra, pero la reina lo obliga a ir para que no se diga que no va por ser hijo de sus padres.
Todos iguales.
—Mis guardias están a su disposición al igual que mi servidumbre—anuncia la reina en tono alto—. Y chicas, puede que alguna de ustedes se gane el corazón de Kristhian mientras están aquí.
El príncipe rueda los ojos sin que se den cuenta de lo que hizo. Muchos murmullos de señoritas se escuchan por el lugar haciendo que Kristhian quiera suicidarse de solo pensar lo que se vendrá para él en los siguientes días.
Todos los invitados son llevados a sus dormitorios, Cassian dobla la guardia de los pasillos para evitar varias cosas, que involucran la cama entre personas de alto poder y ciertas cosas que se relacionan con peleas de poderes en los pasillos.
Nova lo ve y piensa que la jalará a la habitación vacía por la que pasarán en un punto del camino, pero no la hace, la ignora al pasar a su lado, eso la toma por sorpresa, jamás le había hecho eso antes.
“—Tal vez algo lo molesta y no tiene que ver conmigo.
Piensa ella, pero eso es algo que jamás tendrá que ver con ella. Es algo más fuerte de lo que piensa y que le romperá el corazón.
Kristhian y Harry entrenan como todas las tardes a las seis, a ambos les gusta entrenar solos porque pueden liberarse sin quemar a nadie, y sin que nadie peligre por soportar la temperatura que ambos desprenden.
Las llamas de Harry son hábiles y enormes en tamaño, las de Kristhian son enormes de calor y tamaño, pero no por eso menosprecia el trabajo de su hermano. Chocan sus llamas y estás desbordan calor sofocante que de no controlar el fuego se muere asado o de deshidratación, los hermanos del fuego sonríen por las flamas que crearon, apagan todo y chocan sus manos mientras esperan a que su cuerpo se enfríe.
—¿Por qué no le dices a mi madre que no te quieres casar por poder?
—Hasta crees que me dejará estar soltero cuando hacienda al trono.
—Pero…
—No Harry, ella jamás me dejará casarme por…
—El amor lo puede todo—le dice el joven príncipe mientras ceca su cuerpo con una toalla—, hasta vencer al fuego superior. Pero debes estar seguro que pelearás por amor.
Kristhian le sonríe a Harry, luego se acerca a él y juega con el cabello de su hermano menor.
—Mi madre debería de escucharte antes de dar sus discursos—le dice jugando.
—No, prefiero ser un general de tus fuerzas a trabajar con mi madre en un escritorio.
—Siempre pensando en grande.
—De alguien lo aprendí—le guiña un ojo antes de caminar al baño.
Ambos se ríen y se van a bañar. Son hermanos y eternamente se querrán, Kristhian y Harry siempre han estado juntos, en las buenas y en las malas, ambos saben que pueden contar con el otro en cualquier momento.
Harry se pone un traje sencillo para andar por su castillo, va a la biblioteca y se encuentra a Nova sentada en el suelo leyendo un libro, tiene un poco de comida a su lado, está centrada en el libro que tiene en sus manos que no nota que el joven príncipe se está aproximando a ella.
—¿No debe de estar trabajando?—ella gira su cabeza para contestar, pero ve al príncipe y se levanta de inmediato del suelo.
El libro se le cae de las manos, y la comida que había a su lado se voltea y tira.
—Lo siento…
Se agacha para recoger las cosas que tiro.
—Perdón… príncipe Harry…
—No te disculpes… ¿Cuál es tu nombre?
—Nova, alteza.
—Bien, Nova—le dice Harry juguetón—, ya que estás leyendo en horas de trabajo… tengo que ir a una librería a comprar otros ejemplares que quiero y mi madre se niega a mandar a alguien por ellos. Así que irás conmigo.
Ella asiente. Harry manda a alguien a limpiar lo que Nova tiro para que ella lo pueda acompañar a la librería.
En el camino ambos van platicando de libros y autores juveniles, Harry no había conocido a una chica que le gustará leer libros de aventura y magia blanca, le pregunta por los libros que han marcado su vida y ella responde el nombre de dos “Estrellas del Amanecer” y Una Vida Solitaria” dos libros de amor y pena, el joven príncipe que le prestará dos de su colección privada y que espera que le gusten tanto como a él.
Regresan al castillo antes de las cinco, la reina espera a su hijo menor en el comedor, él corre a abrazar a su madre cuando la ve y le muestras los cinco ejemplares que compró, en realidad compro seis, pero le dio uno a la guardia que lo acompañó. La reina niega con una sonrisa al ver que si fue por esos libros.
Nova acomoda el libro en su ropero, sigue esperando a que Cassian vaya a verla, tal vez no la pudo ver en el día, se pone un conjunto de encaje para darle al capitán una forma de relajación que involucra la cama y un par de copas encima, prepara todo para una noche especial y para dos.
El conjunto de encaje que viste es negro que resalta su piel y eso la hace lucir sexy, y atractiva, se pone un labial rojo encendido y un poco de rímel en sus pestañas mientras espera a que su amado vaya a verla.
Espera de manera paciente, pero mientras el tiempo pasa se va sintiendo triste al ver que no llega, se pone una bata negra, sí él no va a ella, ella va a él.
Nova sale y camina hasta que llega a la habitación del capitán que está a dos pasillos de la suya, toca la puerta de Cassian, da esos toques suaves que a él le dicen que es ella, pero se asombra de que no le conteste.
Abre la puerta despacio y no lo ve en su cama y tampoco escucha el sonido de la regadera. Ladea los labios antes de que alguien jale la puerta para cerrarla.
—No me gusta que husmeen en mi cuarto—se da la vuelta para verlo con una expresión neutra en su rostro.
—Hola, venía a…
—Vete, hoy no quiero tu compañía—ella abre los labios sorprendida de esa actitud tan seca, pero asiente.
Se regresa a su cuarto pensando en el tono que empleo en ella, jamás lo había usado, siempre había sido tierno, hasta para decirle que no requería estar con nadie en esos momentos, no conocía al hombre que le dijo que se fuera.
Llega a su cuarto y cierra la puerta, por primera vez desde que están juntos ella se siente rechazada. Suspira y se acuesta en su cama, duerme hasta que es hora de empezar un nuevo día.
—Hora de trabajar—se dice frente al espejo.
Sonríe, pero no le llega hasta arriba, sale de su cuarto y va a empezar el día.
Kristhian y Harry leen el libro que compraron para prácticas y técnicas que les podrían servir, son de elemento agua y otras de aire, el mayor de los príncipes aprendió a usar técnicas de otros elementos con fuego, y son los tiros más mortales que pueden existir. Harry le sigue los pasos, pero antes de que salte a los fuertes como su hermano, tiene que dominar el signo de libertad, que es el aire. A Kristhian le costó aprender a usar técnicas de aire usando fuego, por la razón que es un elemento de libertad y agilidad y el fuego de fuerza y destreza.
—¿Crees qué papá, siga tus recomendaciones?—pregunta el menor con curiosidad marcada en sus palabras.
Siempre ha pensado que su hermano mayor puede hacer grandes cosas que hagan el cambio en el pueblo y en sus formas de ver el mundo, pero siempre ha sabido que para eso debe de recorrer un largo camino.
—No lo sé Harry—el príncipe suspira y se levanta de su asiento—. Mi padre piensa que los Inmortales deben pasar todo el día en las minas, sacando oro y diamantes, para nuestra riqueza.
—No seas como él—deja salir el aire de nuevo de sus pulmones.
—Esos seres no son inferiores a nosotros—se lamenta el joven—, he visto con mis propios ojos lo bajo que los Inmortales han caído.
—No sólo ellos, Kris.
Las otras especies han caído bajo, ya nadie da nada por ayudar a un ser ancestral, ahora parecen mascotas y sirvientes, cuando hace más de quinientos ellos tenían el control al igual que los humanos, ellos podían ser señores, gobernadores e incluso reyes o reinas, apoyando a un humano en el poder.
Pero ya no más.
Eso se acabó, las naciones los limitaron a ciertas áreas, y algunos cuantos huyeron a naciones seguras o crearon las suyas, donde una poderosa magia evita que los humanos entren en esas tierras sagradas, y que evita que los Inmortales u otras especies mueran por las armas de los hombres que intentan entrar en esas tierras llenas de vida y magia.
—No puedo regresar la paz que teníamos—se refiere a una antigua que ya nadie conoce, a menos que sea un ser ancestral.
—Pero sí intentar hacer el cambio.
—Lo sé… Harry, para eso necesito una esposa que esté de acuerdo conmigo—Harry hace una mueca que dice lo que piensa.
—¿Y sí la profecía es cierta?
—Lo dudo, ninguna ve más allá de sus propios intereses.
—No pierdas la esperanza… por lo menos intenta.
Se lo piensa…, lo intentará, pero no hay ninguna chica que quiera estar a su lado y apoyar sus locas ideas de cambio, las criaturas mágicas son seres hermosos que no nacieron para seguir órdenes humanas ni tampoco de los Imperium, que es así como les dicen a las personas con poderes y que no son humanos ni criatura mágica.
Kristhian no tiene de otra, intenta el cambio o se estanca como los otros reyes que han pisado el palacio donde vive.