Estaciona su auto frente a la inmensa casa que me ha mostrado en fotos y no puedo creer que este aquí con él. Todos los proyectos de vida que tuve en algún momento los había dado por perdidos. Ya me había resignado a la idea de tener una vida normal, de tener un hombre que me amara a mi lado, y mucho más había dado por perdida la idea de una familia. Abre la puerta de mi lado del auto y toma mi mano para ayudarme a bajar del mismo. Su mirada no se aparta de la mía, y su sonrisa ilumina todo, cada vez que lo veo a esos preciosos ojos que posee, me convenzo de que él es todo lo que está bien en mi vida. No lo puedo evitar, me abrazo a él con todas mis fuerzas y sus brazos me rodean en respuesta. —No tienes idea de cuánto te amo.— Le susurró al oído. —Luka, quiero que sepas que jamás había