TRISTAN... Estoy sentado en el salón principal de mi apartamento leyendo un poco mientras espero a mi esposa que debe estar por llegar. Observo a nuestro hijo dormir plácidamente en el suelo, mientras lo hago pienso en lo rápido que ha pasado el tiempo. Ya han pasado seis meses desde que nos casamos y amo la vida que tengo. Con Mia decidimos mudarnos a mi apartamento, además de que ella comenzó a trabajar en la clínica. Creí que adaptarnos sería difícil, pero nada más lejos de la realidad, además de que contamos con el apoyo de nuestros padres todo ha sido mucho más fácil. - Hola esposo – dice ella en mi oído sacándome de mis pensamientos, levanto la mirada encontrándome con los hermosos ojos azules que me enamoran cada día. La beso y ella a mi sonriendo. - ¿Cómo estuvo el turno, esposa