- Una vez las señorita Green – dice la doctora observándome a lo yo pujo fuerte un instante después un fuerte llanto inunda el lugar – felicitaciones señorita, es un niño – veo observó al techo estallando en una carcajada al darme cuenta de mi nueva realidad. Excelente, Mía. Bien hecho, tan buena doctora soy que no me di cuenta que estaba embarazada. – aquí esta su hijo señorita Green – la doctora pone en mi pecho al hermoso bebé sintiendo como los latidos de mi corazón se aceleran. - ¿Dónde te formaste? – pregunto acariciando su rostro. - ¿Realmente no lo sabía? – pregunta la doctora mientras yo absorbo el delicioso olor de mi bebé. - No, realmente no lo sabía y no entiendo como pudo formarse y llegar a término – digo viéndolo – tengo un trabajo realmen