—¿Es decir que me quedaré sola en este lugar?—interpelo Camila angustiada, quizás más por el hecho de quedarse sola que por no saber cocinar. —Si. —¿Y si alguien toca la puerta?—recordó aquella época cuando aún vivía con sus padres, cuando su madre debia salir sin ella y debia encerrarse como si el mundo fuese tan peligroso que ameritara tanta seguridad. —Nadie vendrá, Julián se encargó de informarle a todo el mundo que esta de vacaciones con una novia ficticia—declaro Silvia con cierto asco en su tono de voz. —Espera—dijo Camila comprendiendo todo—¿La chica de las noticias?¿Eras tú? —Para mi desgracia si—confeso—no sabes lo horrible que fue tomarle de la mano y fingir que coqueteábamos. Camila se apenó al recordar la pena que le había causado ver ese video en televisión, luego sonri