KRISTAL – ¿Diga? –Pregunto a quién me haya llamado. Nicholas me mira interrogante y baja la cabeza a mi cuello, repartiendo besos en este hasta que se me escapa una risilla. – ¡Hey! –Exclama la voz de mi mejor amigo al otro lado de la línea. –Hola ¿Qué tal tus vacaciones? –Doy un manotazo a la mano de Nicholas, y la aparta de dentro de mi camiseta. –Geniales, ¿Tú qué tal? –Bien –Evito contarle que tengo anemia, es algo que no quiero que nadie sepa. La gente acostumbra a tratar a otros como si fueran de cristal cuando les pasa algo, y eso es algo que no quiero. Nicholas lo sabe, sin embargo, sigue siendo el mismo conmigo – ¿Pasa algo? –No, nada, pero me aburro mucho aquí solo. He hablado con mis padres ¿Queréis veniros? Por favor di que sí. –Ahora mismo está