Entro al edificio sobándome el cuello ya que me encuentro muy cansada. Luego de la visita de mi madre el turno pasó sin muchos inconvenientes por lo pude descansar un rato antes de venir a casa. Me subo al ascensor al tiempo que recibo un mensaje de Olive que me recuerda que cuando vuelva debo asistir a una junta de accionistas. Mientras le respondo escucho que las puertas del ascensor se abre salgo sin fijarme demasiado hasta que choco con alguien.
- Disculpe – levanto la mirada encontrándome con unos hermosos ojos azules que me observan con deseo.
- Buenos días – dice tomándome de la cintura pegándome a él.
- ¿Que haces aquí? – preguntó alejándome de él.
- Vengo a hablar contigo y traje el desayuno – levanta su mano izquierda mostrándome una bolsa de papel.
- No veo de que tengamos que hablar – digo sin moverme de dónde estoy.
- Podríamos desayunar – responde sonriendo, asiento con la cabeza mientras camino hasta la puerta de mi apartamento para abrirla. Me hago a un lado para que pase.
Cuando entramos camino directo a mi habitación donde dejo mi maleta y me quito los zapatos quedando solo en calcetines.
Vuelvo al salón y veo que Apolo se encuentra en la cocina sacando de la bolsa los contenedores. Me detengo un momento a observarlo y es realmente impresionante. Es un hombre grande, rubio, con rasgos muy marcados y masculinos. En definitiva Grace tiene muchísima suerte, no por el dinero sino por el atractivo hombre que es.
Veo que se vuelve a verme sorprendiendo observándolo a lo que me regalan una seductora sonrisa.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó sentándome en una silla del comedor.
- Hablar contigo – responde poniendo frente a mí un plato con comida que al verla se me hace agua la boca.
- Si te preocupa que le diga a Grace lo que sucedió, tranquilo que eso no pasará – respondo tomando una tira de tocino que me como rápidamente jadeando por que esta delicioso.
- No hagas eso – dice observándome fijamente de forma seductora. Tomo el jugo de naranja y bebo un poco.
- Te escucho – digo por qué acabo de descubrir que me afecta.
- Nada, solo quería pasar un rato contigo – dice haciendo que me atragante con el jugo.
- Hablo enserio – digo frunciendo el ceño.
- Y yo – responde comienzo su comida como si nada. – no sabía que eres mi cuñada cuando me acerque a ti. Solo te vi, me deslumbrante y quise follarte como lo hice – siento mi sexo contraerse al recordar lo que sucedió por lo que aprieto mis piernas.
- Yo tampoco sabía que eres el prometido de mi hermana – digo observándolo a los ojos los cuales me doy cuenta me encantan. – justo por eso no deberías estar aquí.
- Siento mucho si te incomode – dice observándome mientras se acerca un poco a mi – solo quería hablar contigo ya que lo que sucedió.
- Fue un impulso – digo viéndolo que se acerca aún más haciendo que mi cuerpo se estremezca.
- El mejor de todos – dice antes de tomarme del cuello besándome robándome el aliento. De un rápido movimiento me toma de la cintura para sentarme sobre él.
- Detente – digo sintiendo sus manos recorrer mi cuerpo mientras su boca besa mi cuello.
- Dejete llevar – pide metiendo sus manos bajon mi uniforme haciendo que la piel se me erice – necesito sentirte una vez más. – me mira a los ojos y yo me pierdo. Olvidándome de todo lo beso entregándome a él por completo.
Rápidamente nos desnudamos y yo me deleitó con magnífico hombre frente a mi. De un movimiento me sienta sobre la mesa del comedor. Apolo me lanza una mirada cargada de deseo mientras se sienta de nuevo en la silla que estaba. Me abre las piernas lamiéndose los labios.
- Voy a disfrutarlo – dice antes de comenzar a besar la parte interior de mis muslos en dirección a mi sexo dándome una lamida que me hace estremecer. Me vuelvo a verlo que me guiña un ojo y la perversión que se refleja en sus ojos. Cuando su boca vuelve a mi sexo arquero la espalda pero una de sus manos se posa en mi vientre evitando que me mueva por lo que me sujeto de ambas manos al borde de la mesa que aprieto fuerte hasta que llego a un intenso orgasmo que me hace blanquear los ojos.
- Por Dios – jadeo sintiendo el rápido latido de mi corazón.
- ¿Quieres que me detenga? – pregunta rodeado la mesa poniéndose de pie en el lado donde está mi cabeza.
- Idiota – digo moviendo mi cabeza dejándola en el borde de la mesa a lo que el me lanza una mirada llena de lujuria.
- Traviesa – dice sonriendo llevando sus manos a mis pechos dejando su m*****o cerca de mi boca y sin pensarlo dos veces saco mi lengua lamiéndolo lo que provoca que su agarre sea un poco fuerte.
Me lo introduzco en la boca mientras subo mis manos por su cuerpo hasta sus duros glúteos que aprieto fuerte haciendo que se introduzca más en mi boca cuando somos interrumpidos por el timbre del apartamento. Sale de mi boca observándome travieso rodeando de nuevo la mesa hasta levantarme y cargarme.
- ¿Dónde está tu habitación? – pregunta a lo que yo le indico mientras me baja escuchando el timbre de nuevo. Recogemos nuestra ropa caminando a la habitación donde busco un albornoz que me pongo antes de salir dejándolo allí.
Camino hasta la puerta donde abro encontrándome con mi madre y hermana lo que me hace abrir los ojos como platos.
- ¿Qué hacen aquí? – pregunto tratando de ocultar mis nervios.
- Queremos hablar contigo – dice mi madre entrando. Caminamos al salón donde veo el comedor lo que provoca que mi sexo se contraiga al recordar lo que estaba sucediendo.
Nos sentamos en los sofás yo tratando de cubrir mi desnudez. Agradezco que el albornoz de seda azul es largo hasta los pies.
- ¿Por qué no se van de viaje y me dejan en paz? – pregunto observándolas.
- Necesitamos que nos apoyes – dice Grace furiosa – solo te estoy pidiendo que nos apoyes como familia.
- Somos una familia – ruedo los ojos al escucharla ya que habla como niña caprichosa.
- No voy a darles dinero – digo poniéndome de pie para ir por un trago.
- no te lo estamos pidiendo – dice mi madre molesta – solo te estamos pidiendo apoyo.
- ¿Por qué es tan importante? – pregunto volviendo con ellas.
- Pará los griegos la familia es muy importante y como voy a casarme con Apolo es importante que tengamos una buena relación por lo menos hasta la boda. – me explica Grace y yo enmarcó una ceja.
- Ire a la cena si con eso me dejan en paz – digo terminando el trago.
- Te esperamos esta noche – dice mi madre sonriente al igual que Grace lo que me hace rodar los ojos.
- Debo descansar – digo a modo de despedida. Ellas se ponen de pie caminando hacia la puerta e instantes después salen dejándome sola en el salón.
Me pongo de pie caminando hacia mi habitación desanudado la cinta del albornoz. Al entrar Observó a Apolo vistiéndose pero al ver que me quito el albornoz y quedó desnuda frente a él camina rápidamente hasta mi besándome.